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CRÍTICA

'Gentleman Jack': La fascinante mujer que desafió la rigidez victoriana

Suranne Jones se pone en la piel de Anne Lister, a quien denominan como "la primera lesbiana moderna", en esta nueva serie de HBO y BBC.

Por Clara Giménez Lorenzo 30 de Abril 2019 | 09:41

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Sobre algunas ficciones, en primer lugar debemos agradecer la mera intención de crearlas. La misma semana en la que se celebra el Día de la Visibilidad Lésbica, HBO y BBC han estrenado 'Gentleman Jack', la serie basada en los diarios de Anne Lister, una mujer excepcional que vivió en la Inglaterra victoriana, y a la que denominan como "la primera lesbiana moderna". Lo cierto es que Lister consiguió algo verdaderamente revolucionario para la época: casarse con otra mujer ni más ni menos que en 1834. Y no fue lo único a destacar en su corta pero intensa vida, en la que se dedicó a administrar exitosamente sus negocios, viajar por Europa e incluso practicar alpinismo; todo ello ha llegado a nuestros días gracias a sus extensos diarios.

Fotograma de 'Gentleman Jack'

No es la primera vez que la historia de Anne Lister se lleva a la pequeña o gran pantalla: ya existen una película y un documental, aunque nunca antes se habían contado sus aventuras en este formato: ocho episodios de una hora de duración, creados, escritos y dirigidos en su mayoría por Sally Wainwright ('Happy Valley', 'Last Tango in Halifax'). Una brillante Suranne Jones ('Doctora Foster') se pone en la piel de esta pionera, acompañada de Sophie Rundle ('Peaky Blinders'), Gemma Whelan ('Juego de Tronos'), Timothy West y Gemma Jones como intérpretes destacados en un reparto repleto de talento británico.

Fiel a los escritos

La serie nos sitúa en el momento en el que la protagonista regresa a la finca familiar Halifax tras un desengaño amoroso: la mujer con la que llevaba años de relación ha decidido casarse, como no podía ser de otra forma, con un hombre. Porque así eran las relaciones lésbicas en el siglo XIX, secretos a voces ocultos bajo la apariencia de dos amigas extremadamente cercanas, hasta que una de ellas decidía pasar por altar. Una situación de la que Miss Lister, a quien vemos por primera vez escandalizando al personal mientras conduce un carruaje a toda velocidad, ya está bastante harta. En su regreso a Shibden Hall, propiedad que heredó de su difunto tío en West Yorkshire, convirtiéndola en una acomodada terrateniente, Anne Lister se reencuentra con su familia: su tranquilo y sabio padre (West), su adorable tía (Jones) y su díscola y revolucionaria hermana (Whelan). Ellos son los principales habitantes, pero no los únicos de la finca: los criados y arrendatarios de Shibden Hall también tendrán mucha importancia en la trama, siendo protagonistas de historias paralelas que se entrecruzan con el argumento principal.

Lister lleva una decepción amorosa como pocos lo harían; en lugar de volver derrotada a casa, decide gestionar inmediatamente los desatendidos asuntos de la finca, y averiguar cómo puede sacar partido de unas minas de carbón que tiene en propiedad, un negocio boyante a la par que peligroso en plena Revolución Industrial. En medio de toda esta vorágine, Lister coincide con la dulce Ann Walker (Rundle), una heredera mucho más rica que ella. Tras el primer encuentro de ambas, en el que Walker queda totalmente impresionada por el intenso carácter de Lister, esta tiene una idea brillante y aparentemente imposible: va a cortejarla y casarse con ella. Ya conocemos el final de la historia, pero lo más interesante es el cómo, y eso es precisamente lo que muestra esta ficción: el camino recorrido por una mujer dispuesta a dinamitar las convenciones públicas y privadas de la estricta sociedad victoriana.

Fotograma de 'Gentleman Jack'

Es difícil conocer con cuánta precisión retrata esta serie la vida de Lister si uno no ha leído sus diarios, compuestos por 26 volúmenes que desde 2011 cuentan con el reconocimiento de la UNESCO. Las partes que retratan su intimidad (es decir, todas las mujeres con las que Lister mantuvo relaciones sexuales y sentimentales, que no fueron precisamente pocas) están cifradas bajo un código que mezcla álgebra y griego antiguo, el cual no fue descifrado hasta la década de los 80. Pese a que en la ficción vemos pocas veces a Lister escribiendo en su diario, la protagonista rompe en numerosas ocasiones la cuarta pared, buscando la complicidad del espectador como si este se estuviera asomando directamente a sus palabras.

Quienes no somos historiadores no podemos juzgar con exactitud, pero algunos expertos y expertas en la materia ya han elogiado el rigor histórico de la serie y el cuidado con el que su creadora refleja en la pequeña pantalla el contenido de los diarios. Desde la vestimenta negra y masculina que solía llevar Lister hasta su enérgica forma de caminar, la atención a los detalles se hace evidente: el propio título de la serie, 'Caballero Jack', alude al sobrenombre con el que se conocía extraoficialmente a esta terrateniente. Por supuesto, la fiel adecuación a los diarios lleva implícita una buena ambientación histórica; el espectador podrá disfrutar del trabajado vestuario y los pequeños detalles cotidianos de la Inglaterra del siglo XIX, así como del contexto social de una Revolución Industrial en auge.

Una protagonista imperfecta

Anne Lister tiene muchas características que harían de ella una heroína ideal: es intrépida, resolutiva, valiente y revolucionaria en diferentes ámbitos. Pero también, como cualquier ser humano, tiene defectos, y la ficción hace bien en reflejarlos: es calculadora, impaciente y, en ocasiones, poco empática con aquellos con quienes se relaciona, desde sirvientes hasta familiares. Además, su lucha por derribar las convenciones sociales no implica promover ningún cambio en los privilegios de clase: si se interesa por Ann Walker es, en un inicio, por la fortuna y los títulos de esta. Y mientras que ella reclama su derecho a convivir con otra mujer, cuestiona que su hermana Marian quiera casarse con un fabricante de madera. "Descendemos de comerciantes, precisamente como el resto", recuerda el señor Lister en el cuarto capítulo, aludiendo al afán de riqueza y prestigio de su hija mayor. Presentar al personaje como alguien con defectos y contradicciones es uno de los grandes aciertos de la serie, haciendo de su protagonista mucho más que un perfecto arquetipo.

Fotograma de 'Gentleman Jack'

Los cinco episodios disponibles para la crítica resultan suficientes para decir un rotundo sí a esta ficción, cuyos nuevos capítulos se emitirán cada martes en HBO España. Para quienes quieran ver un drama de época llevado con gran dinamismo y disfrutar de un personaje histórico que por fin obtiene el reconocimiento merecido, 'Gentleman Jack' es la serie perfecta para visionar junto a una taza de té. Eso sí, es muy fácil atragantarse ante la fuerza imparable de Anne Lister, quien, pese a su sobrenombre, siempre tuvo muy clara su identidad: "No soy un hombre", contesta a un atónito niño en el tercer capítulo: "Soy una mujer". Además, una de las pocas que consiguió vivir con libertades entonces impensables para nuestro género.

Nota: 8

Lo mejor: La actuación de Suranne Jones y el mero hecho de hacer llegar al público una historia como esta.

Lo peor: Algunas subtramas no terminan de cuadrar con la historia principal.

Rostros