El Festival de Gijón acogió ayer el estreno español de 'Fausto', película de Alexander Sokurov sobre la obra clásica de Goethe y flamante ganadora del León de Oro de la Mostra de Venecia. Se trataba de una de las citas más esperadas del certamen gijonés y eso se percibía en el sorprendente lleno que registraban las salas en las que se proyectaba en versión original esta película rusa, rodada en alemán, en formato 4/3 y con una narrativa cuando menos compleja. Y pocos se apearon de su asiento a pesar de la densidad del asunto.
Sokurov imprime un ritmo a su película, que sin ser trepidante, sí que la convierte en más digerible para el espectador medio que otras obras de su filmografía. Rueda el cineasta ruso la historia de Fausto y Mefistófeles, con altas pretensiones estéticas, con un gusto excepcional en la puesta en escena y logra de su elenco interpretaciones notables. No logra desprenderse de cierta morosidad narrativa, quizá impuesta por el material que maneja (al fin y al cabo hablamos de una obra filosófica publicada en 1808, sobre un mito que data del siglo XVI) y exige importantes esfuerzos al espectador. A cambio le ofrece unos méritos artísticos innegables. Queda reservada para espectadores pacientes, sibaritas y avisados, que sabrán valorar sus virtudes. Personalmente, me deja frío y un tanto fatigado.
Para otros cinéfilos de gustos más "terrenales" se ofreció ayer la estadounidense 'On the ice'. Tras una buena acogida en la Berlinale de este mismo año, llega a Gijón este thriller que se desarrolla en Alaska y que narra la historia del encubrimiento de un crimen en una comunidad inuit, etnia esquimal que habita en el Ártico y a la que pertenece su director Andrew Okpeaha MacLean.
Tiene buen pulso narrativo, describe con fuerza las ambiguas relaciones entre personajes y cuenta con una fotografía y una banda sonora excelentes. Las interpretaciones de los protagonistas son francamente mejorables, pero aún así el interés del film no decae en ningún momento. Se proyectó en la sección "Enfants Terribles" y el director celebró un encuentro con los espectadores, que le preguntaron principalmente acerca del remoto entorno en el que se desarrolla el film.
Pequeña sorpresa
La joya del día se proyectó dentro de la sección "Rellumes" (que en asturiano significa "destellos"), una sección paralela a concurso en la que el premio lo otorgan con sus puntuaciones los espectadores. Se trata de la cinta francesa 'Tomboy' de Céline Sciamma, que parece tener muchas opciones de galardón a la vista de la gran acogida del público gijonés.
Es una historia de infancia y descubrimiento en la que, durante el periodo estival y a raíz de un equívoco, una niña de diez años comienza a hacerse pasar por un chico ante su nueva pandilla, al sentirse más identificada con los intereses de los niños de su edad. Todo se complica cuando despierta un interés afectivo en su nueva amiga, que desde el principio toma a la protagonista por un chico.
A pesar de lo escabroso que podría resultar entrar a tratar temas como la ambigüedad de la identidad sexual en la infancia, la película es absolutamente limpia y tierna. En todo momento huye del morbo y expresa con claridad en sus imágenes el mensaje que quiere transmitir. La incomprensión familiar, la aceptación (o rechazo) de los otros, la confusión de la protagonista... Y lo hace todo ello con un tono cálido, jugando a veces con suma gracia a la comedia de enredo y adentrándose otras en asuntos más reflexivos como pérdida de la inocencia o la búsqueda de integración de los niños en su entorno. Una propuesta tan sencilla como atrevida. Muy recomendable.