Lleva diciéndose meses, desde que se estrenó en festivales como Toronto y Venecia: 'Nomadland' es una gran película. Tan buena es que los Globos de Oro han roto su tradición machista: en un año en el que tres mujeres y dos hombres optaban al galardón a la Mejor dirección, Chloé Zhao se ha convertido en la segunda mujer en 78 años en ganar el Globo de Oro como directora (después de Barbra Streisand).
Zhao también es la primera mujer de ascendencia asiática en hacerse con el galardón, un dato que vuelve a demostrar que, aunque sea a pasos cortos y erráticos, la diversidad se está imponiendo en Hollywood. La directora de 'The Rider' es la cineasta del momento y este año estrenará 'Eternals' de Marvel. 'Nomadland' ha ganado dos premios de los cuatro a los que optaba y se sitúa como la primera en la carrera hacia los Oscar, algo que ya anunciaban las críticas positivas y las decenas de galardones que lleva cosechados por el camino. En España no la veremos hasta el 2 de abril, cuando Disney tiene previsto estrenarla en cines, semanas antes de la gala de la Academia de Hollywood. Se dice que estos Globos de Oro serán especialmente influyentes en las nominaciones de los académicos porque el plazo de votación está a punto de cerrarse.
Mientras que el éxito de 'Nomadland' era previsible, muchas otras decisiones de los votantes de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) han resultado muy sorprendentes. Andra Day ('Los Estados Unidos contra Billie Holiday') imponiéndose en la categoría de Mejor actriz de drama en cine, por encima de favoritas como Frances McDormand o Carey Mulligan, es un ejemplo de ello. Ni la propia Day podía creérselo: se ha convertido en la segunda mujer negra que gana este Globo de Oro, 35 años después de que Whoopi Goldberg lo ganara por 'El color púrpura'.
Lo de Day, como los premios para John Boyega ('Small Axe') y Daniel Kaluuya ('Judas and the Black Messiah'), han aplacado un poco las críticas de racismo que rodeaban a los Globos de Oro este año. En los últimos días ha salido a la luz que la asociación no tiene ni un solo miembro negro (entre otros escándalos varios), un tema que los máximos responsables del grupo han tratado en la propia gala, prometiendo que trabajarán por ser más diversos en un momento muy incómodo y no exento de hipocresía.
Otro actor negro ha hecho historia, tristemente: Chadwick Boseman es el segundo actor en ganar un Globo de Oro póstumo gracias a su interpretación en 'La madre del blues'. Su esposa ha protagonizado uno de los pocos momentos destacables de la noche con un emocionante discurso de agradecimiento. Boseman se posiciona como un posible ganador del Oscar, lo que le convertiría en el tercer actor que gana la estatuilla tras su fallecimiento.
'Borat Subsequent Moviefilm' es otra de las ganadoras de la noche, habiendo conseguido los Globos de Oro a la mejor comedia y al mejor actor en esta categoría. Sacha Baron Cohen ha mencionado en su discurso a su compañera de reparto Maria Bakalova, y no es para menos: la joven actriz búlgara era la favorita en su categoría y con su sorprendente y valiente interpretación se ha convertido en una de las revelaciones del año. Le ha quitado el galardón Rosamund Pike, que estaba nominada a la Mejor actriz de comedia por 'I Care a Lot'.
Mientras que Pixar se imponía con 'Soul' en la categoría de Mejor película de animación, Netflix ha resultado ser la gran perdedora en los premios de cine: 'Mank' y 'El juicio de los 7 de Chicago' partían como favoritas con seis y cinco nominaciones cada una, y casi se van de vacío. Solo la segunda se ha podido hacer con el premio al Mejor guion para Aaron Sorkin.
Si bien ha perdido en las categorías de cine, en las televisivas Netflix ha tenido muy buena noche: 'The Crown' y 'Gambito de dama' se han posicionado como las mejores series de la edición con cuatro y dos Globos de Oro respectivamente (pleno en ambos casos). La serie que ficcionaliza la vida de la familia real británica ha ganado los premios a la Mejor serie de drama y para las interpretaciones de Emma Corrin, Josh O'Connor y Gillian Anderson (que gana su segundo Globo de Oro 24 años después del primero, con 'Expediente X'). Olivia Colman se ha tenido que conformar con estar nominada (compartía categoría con Corrin, su nuera en la ficción) pero se la veía muy contenta y emocionada cada vez que un compañero del equipo ganaba un premio.
Anya Taylor-Joy ha perdido en la categoría de Mejor actriz de comedia en cine por 'Emma' pero sí se ha hecho con el Globo de Oro a la Mejor actriz de miniserie por el fenómeno de Netflix. La joven intérprete se imponía así a titanas como Cate Blanchett y Nicole Kidman.
'Schitt's Creek' no ha barrido como algunos esperaban después de su gran victoria en los Emmy, pero sí ha ganado dos de los cinco Globos de Oro a los que optaba: Mejor serie de comedia y Mejor actriz de comedia para Catherine O'Hara. El co-creador y protagonista Eugene Levy ha perdido frente a Jason Sudeikis, que ha conseguido el primero Globo de Oro para una serie de AppleTV+ por 'Ted Lasso' (Jennifer Aniston estaba nominada el año pasado por 'The Morning Show' pero no lo ganó).
Una gala única, sosa y aburrida
Esta carrera de premios en plena pandemia se está caracterizando por galas que llegan más tarde de lo habitual y se celebran con formatos virtuales, y la 78ª edición de los Globos de Oro ha optado por una ceremonia en formato híbrido: Tina Fey presentaba desde Nueva York, Amy Poehler desde Los Ángeles (ambas en dos réplicas del mismo escenario), algunos entregadores de premios estaban presentes y otros muchos, así como todos los nominados, se conectaban vía videollamada a la gala. Un formato que ha transcurrido sin grandes fallos técnicos con la excepción del primer ganador, Daniel Kaluuya, que ha tenido que repetir su discurso porque al principio no se le oía.
Y aunque la HFPA se puede congratular de que técnicamente haya sido una gala solvente, por lo demás ha resultado una ceremonia sosa y aburrida que no ha sabido aprovechar las posibles oportunidades que el formato híbrido podría ofrecer. Por una parte es algo único ver cómo Jodie Foster gana su tercer Globo de Oro y da su discurso en pijama, en su sofá junto a su esposa y su perro, pero por lo general las conexiones con los ganadores parecían más un trámite que otra cosa. Las presentadoras, que repetían por cuarta vez, han hecho lo que han podido con un material inferior al de otros años y un espíritu de "al menos salvemos los muebles" que envolvía a toda la cita.
También se ha echado de menos el ambiente festivo (y algo caótico) que siempre ha reinado entre el público de los Globos de Oro, unos galardones conocidos por emborrachar a sus invitados. El público esta vez estaba compuesto de trabajadores de primera línea, lo que obviamente resulta menos interesante o atractivo, televisivamente hablando.
La que sí que aprovechó su momento fue la gran Jane Fonda. La actriz ha recibido el premio honorífico Cecil B. DeMille y ha dado un potente discurso animando a luchar por una industria más diversa y progresista. "Las historias pueden cambiar a la gente. Pero hay una historia que hemos tenido miedo de ver y escuchar, una sobre nosotros y esta industria, una historia sobre las voces que respetamos y elevamos, y aquellas a las que ignoramos", decía tras mencionar títulos con historias sobre personas de color como la premiada 'Minari. Historia de mi familia' o el gran olvido de la edición, 'Podría destruirte'.
"Así que deberíamos, incluidos todos los grupos que deciden a quién se contrata y qué se produce y qué gana premios, deberíamos hacer un esfuerzo por extender ese espectro (...). Después de todo, el arte siempre ha ido más allá de estar al día con la historia, sino que ha liderado el camino. Así que seamos líderes, ¿vale?", concluía.