Pasemos por encima de lo desordenado del discurso de Antonio Resines, dejemos a un lado las formas y pensemos sólo en el contenido. El dato más impactante, el que seguramente recordaréis si escuchasteis su alegato, fue el de la piratería. El presidente de la Academia asegura que en España se descargaron ilegalmente 1.900 películas por minuto a lo largo de 2015. Sin embargo, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno pone en duda estos números.
El Español le dedica un artículo al tema donde recoge las declaraciones de Íñigo Méndez de Vigo, Ministro de Educación, Cultura y Deporte presente en la gala: "Es imposible obtener ese dato en España". La cuestión a fin de cuentas es sencilla, para tener el dato concreto deberían haber sido haber sido aportado por los propios portales de descargas ilegales, que no es el caso, y si englobamos en ellos los intercambios P2P la cuestión se hace incluso más compleja. "En un ordenamiento jurídico con una normativa de protección de datos y secreto de las comunicaciones homologable a España, la UE o EEUU es imposible conocer cuántas descargas de contenidos, legales o ilegales, se producen", explicaban desde el Ministerio a este respecto.
Resines esgrimió que los principales problemas del cine en España en el momento actual son el IVA y la piratería. En cuanto a la subida del IVA hay poca discusión, el Gobierno disparó la recaudación en salas y la ha mantenido inamovible a lo largo de los últimos años. La ya de por sí tambaleante industria cinematográfica española, durante la crisis, y a base de zancadillas como los impuestos, quedó completamente asfixiada. En la cuestión de la ausencia de oposición a la piratería el panorama no está tan claro como el IVA y se abre a la discusión.
¿Hay una lucha real contra la piratería?
Mientras que el Gobierno asegura que ha habido "reducción objetiva del fenómeno de la vulneración de los derechos de propiedad", desde la Academia se apunta a la pasividad de las autoridades para con el tema. A decir verdad, la piratería en España existe y está muy lejos de ser erradicada, si bien en los últimos meses hemos visto cómo páginas muy conocidas de descargas ilegales, españolas e internacionales, cesaban su actividad.
Realmente el discurso de Resines se alineó en estos temas clásicos de piratería e IVA, pero dejó de lado las alusiones a, por ejemplo, los emergentes portales de streaming legales que sí parecen una salida a la piratería en la red mucho más útil que la persecución de portales e internautas, claramente infructuosa. El Presidente prefirió, por su parte, dedicar palabras de apoyo a los casi extintos videoclubs de barrio.