Era de extrañar que un país como Rusia, cuyo rasgo más característico no es la justicia social, enviara a los Oscar una película que critica su propio sistema político. 'Leviatán' ha triunfado por todo el mundo, pero las autoridades no están conformes con el retrato de su país en el film.
Hay que tener en cuenta que el estado ruso ha financiado el 30% de la película, pero esa subvención se realizó hace cuatro años, cuando comenzó el proceso de creación del guion. En aquel momento Rusia no se encontraba en un momento tan cerrado como ahora con la cultura. El estreno ruso de 'Leviatán', que estaba previsto para otoño, se retrasó a febrero para realizar un corte en la película para eliminar todas las palabrotas, atendiendo a una ley del sistema ruso.
Varias autoridades han criticado la película por no reflejar de manera fidedigna la situación. El mismo ministro de cultura ruso, Vladimir Medinsky, ha criticado duramente la película: "Las películas que están repletas de un espíritu de desesperanza y de sinsentido no deberían ser financiadas con el dinero de los contribuyentes en mi opinión." Además, un grupo ortodoxo ha tratado de impedir el estreno de la película y varios cines del norte están siendo presionados para no proyectarla.
El lado bueno de las cosas
Pero no todo son palos para su director, Andrey Zvyagintsev, ya que una versión filtrada de la película está gozando de un gran éxito entre los rusos. A pesar de las críticas a los entramados políticos y religiosos del país, hay un diácono de la rama liberal que se ha pronunciado a favor de la película y de la libertad de expresión: "A fin de cuentas, los rusos somos capaces de hablar y aceptar la verdad - incluso la amarga verdad sobre nosotros mismos. Ese es uno de los secretos del alma rusa." En cuanto al realizador, el clérigo ha dicho esto: "Culparon a Pushkin, Griboedov, Tolstoy y Dostoievsky por lo mismo."
Mientras tanto, Zvyagintsev no cree que su trabajo deba ser entendido como una crítica directa al sistema ruso: "La historia es completamente universal, no solo en el sentido geográfico sino también en el del tiempo. No trata de una era concreta. Simplemente rodamos en una era que guarda mucho parecido con los eventos actuales." Aunque en ningún momento se menciona directamente a Vladimir Putin en esta historia sobre un avaricioso alcalde que oprime a sus ciudadanos, no es muy complicado encontrar el parecido entre la historia y la situación actual de Rusia. Si el 22 de febrero 'Leviatán' logra alzarse con el Oscar una de las reacciones más esperadas será la de los políticos rusos, que mantienen aislado y sin reconocimiento a Zvyagintsev.
