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LEY SINDE

Goya 2011: Sinde y De la Iglesia, dos butacas juntas por conveniencia

La complicada relación que han llevado durante los últimos meses la Ministra de Cultura y el Presidente de la Academia acaparó todas las miradas de la ceremonia de anoche.

Por Jesús Agudo Más 14 de Febrero 2011 | 16:23
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Todas las miradas de la gala de los Goya estaban puestas en dos butacas. Los asientos estaban juntos por decisiones de protocolo. Uno era el del Presidente de la Academia de Cine español, el contiguo era para la Ministra de Cultura. Con bastante diferencia fue el plano más repetido de la noche, y mientras la cara de Álex de la Iglesia mostraba una cierta serenidad, mucho se ha dicho de la expresión Ángeles González-Sinde.

Angeles Gonzalez Sinde y Alex de la Iglesia

La ministra lleva un comienzo de año bastante duro, que la han convertido en una persona muy recurrente para iniciar charlas, y no precisamente amistosas. Su intento de aprobar una ley que proteja al cine español de la piratería e Internet, la Ley Sinde, lleva tiempo dándole muchos quebraderos de cabeza y algún que otro roce con el hombre sentado a su lado ayer por la noche.

Cara de poker

Los usuarios de Twitter han soltado muchas cosas sobre la cara de la ministra en la ceremonia que se realizó en el Teatro Real de Madrid. Que si cara de pocos amigos, que si una descarada incomodidad, que si hubiera preferido estar en cualquier otro lugar... La propia González-Sinde ha desmentido esos comentarios, asegurando que estuvo "muy cómoda" en la gala de anoche.

Sea como fuere, durante el discurso que Álex de la Iglesia pronunció, aún como Presidente de la Academia, las cámaras no dejaron de enfocar a la ministra en todo momento. Una vez más no coinciden los pensamientos de los espectadores con las declaraciones de González-Sinde. Ella ha valorado el discurso como "muy bien", señalando que De la Iglesia "entiende el equilibrio de los derechos de todos, lo comprende y lo comparte".

Alex de la Iglesia
Si eso es lo que realmente cree, ¿por qué no hizo las cosas de otra manera cuando pudo? Si en vez de intentar aprobar la ley deprisa y corriendo se hubiera sentado con Álex de la Iglesia para intentar llegar a una postura común y no discutir de forma indirecta mediante tweets y declaraciones, probalmente se habría ahorrado muchos insultos. El Presidente demostró ayer que tiene los pies en el suelo, las ideas muy claras y podía hacer mucho bien a la institución, pero el Gobierno y De la Iglesia han ido siempre por caminos separados, quizás sea mejor para él su decisión de dimitir.

Un nuevo capítulo para De la Iglesia

Ayer, la película de Álex de la Iglesia, 'Balada triste de trompeta', partía como favorita con 15 nominaciones y terminó llevándose sólo dos, y ninguna importante. ¿Fue consecuencia de todo el revuelo que ha causado la Ley Sinde? Probablemente sí, sin menospreciar a la vencedora de la noche, 'Pa negre'. Es bastante probable que muchos prefirieran no "mojarse" dando su voto al Presidente. La ministra declaró que sentía mucho que De la Iglesia no hubiera ganado más estatuillas, "estaba en su doble papel de presidente y candidato y se pasa mal".

Es evidente que el director de cine ve muy positivo el haber dejado la presidencia de la Academia. Él mismo twitteaba ayer un rotundo "Ya está" y se alegraba de que hoy pudiera centrarse en el rodaje de 'La chispa de la vida', su próxima película. González-Sinde, quien en los momentos más tensos de su relación con el cineasta le dijo que si no se veía capaz de continuar en el cargo "era mejor que renunciara", comentó que, a pesar de todo, "ha sido un estupendo presidente".

El futuro de la Academia

No es la única que lo piensa. El discurso de ayer ha sido muy elogiado, no sólo por la ministra. Ignasi Guardans, ex-director general del Instituto de Cinematofrafía y Artes Audiovisuales comentó en twitter que De la Iglesia es un "tipo grandioso. Sensato. Generoso. Gran discurso. ¿Lo entenderán algunos?".

Leire Pajin, Angeles Gonzalez Sinde y Alex de la Iglesia

Álex de la Iglesia se lo ha puesto difícil a su sucesor en el cargo, que será nombrado antes de que pasen tres meses, cuando se celebren elecciones. El director dijo ayer en la gala que, aunque no sabe quién será, "ya me cae bien". El cineasta consiguió convertir la ceremonia televisada en un evento con records de audiencia, y ha sabido escuchar a los espectadores y hacer llamadas de atención a sus compañeros de gremio, siendo consecuente con sus actos. Su dimisión es prueba de ello.

¿Cómo evolucionará la relación entre la ministra y el futuro o futura Presidente de la Academia? ¿Buscará un candidato que apoye sus decisiones sin rechistar, o aceptará un nuevo "enfant terrible" como De la Iglesia? ¿Parará a reflexionar sobre las palabras de ayer, y la idea de que Internet no es el enemigo sino la salvación del cine? Una cosa está clara, si la ganadora sólo se proyecta en un cine de Madrid y, como muchos han señalado, es muy complicada encontrarla en la red de forma ilegal, ¿será otro el problema el que afecta a la industria del séptimo arte patrio?