Un año más, la gran fiesta del cine español cierra sus puertas, nunca mejor dicho. El Palacio de Congresos de Madrid vuelve a recibir los premios Goya tras un pequeño impulso de glamour en el 25 aniversario de los premios el año pasado. Lo hace con una peculiar puesta en escena emulando las puertas de un cine. Pero no era la única novedad de los Goya 2012.
También la presentadora era novata en los premios de la Academia española de cine. Eva Hache quiso demostrar sus tablas como monologuista, pero dejó una sensación mezcla de refrito y bastante coartada. La gracia brilló por su ausencia en casi la totalidad de sus apariciones, sobre todo en la introducción, centrada en la crisis económica, tema manido como sus chistes, y en ese rato que leyó twits falsos de famosos sin ningún tipo de gracia.
El listón subió relativamente gracias a los típicos sketches de la maestra de ceremonias metida en las películas nominadas. Muy bien hechas y en su mayoría bastante graciosas, algo que consiguió que Hache salvara relativamente el tipo en esta gala que tampoco ha sido el sumun del entretenimiento. También podemos destacar otra tradición del Goya: el personaje animado presentador. Tadeo Jones hizo su papel, con bastante acierto. El número inicial consiguió juntar muchas caras conocidas con voces más bien reguleras. Seguro que se lo pasaron muy bien, pero nos ha dejado un poco fríos. Fue igualmente una delicia ver a tantos actores y actrices subidos a un mismo escenario.
Los presentadores de los premios fueron pasando con bastante rapidez, sin intención de hacer gracias o eclipsar a los ganadores, que en gran medida tampoco se extendieron con los discursos de agradecimiento. Dos momentos a destacar, por supuesto, estuvieron protagonizados por el Langui y Santiago Segura.
Rapeos y Torrentes varios
El primero nos ha deleitado en los premios con un rap que comenzó muy bien pero que, a medida que se fueron sumando actores como Antonio Resines empezó a traspasar la línea de lo esperpéntico y darnos un trago de vergüenza ajena. Mucho mejor parado salió Santiago Segura, ofreciendo un monólogo infinitamente más gracioso que todas las apariciones de Eva Hache y lleno de momentazos, sobre todo sus reivindicaciones para su película, 'Torrente 4', la más taquillera del año pero que no optaba a ningún Goya. No sería descabellado verle como presentador el año que viene.
Enrique González Macho, presidente de la Academia, dio un discurso muy distinto al de Segura, y lo hizo acompañado por las vicepresidentas Marta Etura y Judith Colell. Además de hablar de la crisis, y dar un poco de esperanza, González Macho decepcionó hasta límites insospechados cuando empezó a hablar del inevitable tema de Internet. El presidente demostró unas ideas totalmente arcaicas y le dio la espalda a un medio que, le guste o no, es el futuro de la distribución.
Las reivindicaciones no terminaron ahí, ya que Isabel Coixet aprovechó su Goya por el documental "Escuchando al juez Garzón" para criticar la decisión del tribunal. Hay que destacar también la previa aparición del primer espontáneo de la noche: "El muletilla", un hombre que pedía más apoyo al cine extremeño y nos volvió a llevar a preguntarnos qué clase de seguridad tiene esta gala, que ya el año pasado tuvo la "fuga" de Jimmy Jump. Parece que hubo otro intento, justo antes de presentar los nominados a Mejor director, se veía movimiento en el patio de butacas, al menos con ellos fueron más efectivos. Se dice que eran de Anonymous, y seguro que serán de los más comentados en las próximas horas.
Momentos emotivos no faltaron, como el regreso de Silvia Abascal, muy mejorada tras sus problemas de salud, o los magníficos discursos de agradecimiento de Elena Anaya y Kike Maíllo. Sin olvidarnos del In Memoriam al que le sobraban los aplausos y el Goya de Honor a Josefina Molina, ausente por una gripe.
El Jack Nicholson español
Poco más se puede destacar de otra gala que, de nuevo, se hizo larga. De poco sirvieron los consejos en vídeo de Cayetana Guillén Cuervo, bastante graciosos en general, para enseñar a los invitados que la agilidad es primordial para mantener la atención del público. Hablando de los invitados, destacar lo perdida que estaba Melanie Griffith y el look de Pedro Almodóvar sin quitarse las gafas de sol, muy "diva" él.
Igualmente, tras una alfombra roja en la que muchas deslumbraron demostrando un gran estilo, y una entrega de premios muy repartida, mejorando la sosez de gala del año pasado, hay que alegrarse por los ganadores, 'No habrá paz para los malvados' a la cabeza, y esperar, una vez más, que el año pasado siga habiendo buen cine que nominar y que nos preparen una gala más ágil. Y preguntarnos si Pedro Almodóvar regresará otra vez a los Goya. ¿Qué os ha parecido la gala? ¿Qué destacaríais?
