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CRÓNICA DE LA GALA

Los Goya 2013: Cuando la reivindicación se comió al humor

Los premios de cine quedaron totalmente eclipsados por las quejas contra los recortes. Candela Peña y su discurso, Adriana Ugarte y la equivocación de los sobres, y 'Blancanieves', las protagonistas.

Por Jesús Agudo Más 18 de Febrero 2013 | 01:17
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Candela Peña recoge su Goya 2013
Ya lo avisaron, y lo cumplieron. Los actores amenazaron con convertir la gala de los Goya 2013 en un altavoz contra las últimas decisiones del Gobierno. Y al final parece que hemos asistido a un mitin más que a una ceremonia de entrega de premios. Una gala eterna, de nuevo con pocos altos y muchos bajos.

Eva Hache rompía el hielo con mucha fuerza. Primero, con una parodia en vídeo de 'Bienvenido, Mr. Marshall'. Y después con un monólogo inicial en el que no se salvó nadie. Ni el ministro Wert, allí presente, ni el Gobierno, ni sus medidas. Una suerte de discurso humorístico que por desgracia no volvió a repetir, y que también acabó siendo el primer granito de todo un desfile de quejas.

Si hay un discurso que realmente se podría tomar como ejemplo de sentimiento, que levantó a todos los asistentes del Hotel Auditorium (excepto Wert, suponemos), fue el de Candela Peña, inesperada ganadora del Goya a mejor actriz de reparto. Peña mencionó a los suicidios por los deshaucios, a los recortes en sanidad y educación, todos con ejemplos de su propia familia. Y aseguró que llevaba tres años sin trabajar y que tenía un hijo al que alimentar. Puede ser un poco lastimero, pero ella sí se convirtió en la voz de los que lo están pasando mal.

En contraposición, las pequeñas "pullas" al Gobierno fueron tan numerosas, que se convirtieron en innecesarias. Sobre todo la de José Corbacho, que arrebató descaradamente el momento de gloria a las actrices revelación, dando un discurso político en el peor momento que pudo encontrar. Suerte que el verdadero humor lo pusieron los "chanantes", capitaneados por Ernesto Sevilla, que aprovecharon un momento para reivindicar por los cíclopes, los desnudos gratuitos y la excesiva duración de la gala, ayudados por Blanca Suárez y Fernando Tejero. Ya se ha empezado a pedir que sean ellos los presentadores de la ceremonia del año que viene.

Porque Eva Hache no volvió a tener más momentos de gloria, más allá de los nuevos sketches de ella dentro de las principales nominadas. Monólogos cansinos, cargantes y con poca gracia, la humorista no consiguió salvar el ritmo de la retransmisión. Álex O'Dogherty puso el primer toque musical, demasiado corto, y Hache y compañía realizaron un homenaje de baile y canto a la vencedora del Goya de honor, Concha Velasco, demasiado largo. Concha, por su parte, se llevó al público al bolsillo con su gracioso discurso de aceptación, acompañada por su sobrina Manuela, que a diferencia de ella sí tenía un Goya. Las "piruetas" de Antonio Resines fueron de lo poco salvable de la ceremonia.

En cuestión de premios, pocas sorpresas. 'Blancanieves' acabó llevándose el triunfo con diez Goyas, sin romper ningún récord. 'Lo imposible' le siguió con cinco. Entre los inesperados encontramos a Enrique Gato, mejor actor revelación, Juan Antonio Bayona imponiéndose sobre Pablo Berger, o los premios de Candela Peña y Joaquín Núñez. 'Las aventuras de Tadeo Jones' se hizo con tres premios, un nuevo apoyo a la animación de nuestro país. 'El artista y la modelo' fue la única en irse de vacío. Y Tom Holland, al que todos daban como ganador del Goya a actor revelación, no consiguió romper la maldición de los actores extranjeros en los premios españoles.

Confusión con los sobres

Entre los momentos más incómodos de la gala, hay que destacar sin duda el error con los sobres (muy mencionados) en el premio a mejor canción original. Adriana Ugarte y Carlos Santos tuvieron la desventura de leer el nombre equivocado, y 'Los niños salvajes' se levantaron para recoger un premio que resultó ser para 'Blancanieves'. ¿Qué hacía un sobre con 'Los niños salvajes' en la mesa del escenario? Difícil saberlo. Otro de los momentos negros fue la lamentable labor de realización por parte de TVE, que no mostró a José Ignacio Wert en ningún momento de la noche tras su presentación inicial. A pesar de las veces que fue mencionado. Y Javier Bardem tampoco se lució como presentador del gran premio, leyéndolo como si no le importara nada.

Macarena García con su Goya 2013

El Presidente de la Academia, Enrique González Macho, centró su discurso en la subida del IVA, llamando de nuevo a lo injusta que es y lo falsa que resulta de cara a los datos, no tan buenos como puede parecer en un principio. Pidió que se eliminara el "ivazo", y también volvió a recordar que no se está haciendo nada por detener la piratería. Según González Macho, si se acabara con ella, se conseguiría mucho más que con el aumento de los impuestos.

Una Macarena García emocionada, una Maribel Verdú radiante, un José Sacristán solemne, un Pablo Berger sonriente, o un Juan Antonio Bayona inmenso, todos ellos con sus discursos consiguieron conmovernos en una noche larguísima. Además de los recortes, se acordaron de los directores jóvenes, del "cine libre", de las "películas grandes, medianas y pequeñas", y en el fondo, de cine. Que era el centro de la gala. O eso debería haber sido. Es dudoso que, dentro de unos días, alguien se acuerde de los ganadores de los premios, los hachazos consiguieron eclipsarlos. Difícil saber si para bien o para mal.

La gala terminó con el recuerdo de Eva Hache de que pronto se pondrá en vigor una nueva ley de financiación de las películas españolas. La presentadora pidió que se acordaran de reservar un poco de ese dinero para la ceremonia del año que viene, que si no nos quedamos sin Goyas también. No creemos que eso ocurra, pero una cosa sí que queda clara: otro año más no han llegado a encontrar la forma de celebrar una buena cosecha de cine como se merece. Pero parece que no tienen ninguna intención de intentarlo de verdad.

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