Sorprendidos nos quedamos todos cuando este año la gala de los Premios Goya resultó increíblemente entretenida. Cosa que por lo menos yo consideraba imposible. Un trabajo impecable de Andreu Buenafuente a la batuta y una "americanización" del evento en general, mucho más próximo a las entregas de los Oscar que a anteriores ediciones de los Goya, consiguió convertirla en la gala más vista de la historia de los premios (también el no tener cortes publicitarios pudo influir).
Este año estamos de celebración, ya que será la XXV edición de los premios al cine español. Por eso quieren tirar la casa por la ventana y trasladar la ceremonia del Palacio Municipal de Exposiciones, situado en el Parque Ferial Juan Carlos I, al mismísimo Teatro Real.
Es un salto de gigante y le podría dar un glamour muy interesante a la gala. El problema sería llevar el montaje que implica la gala, retransmitida por televisión, a un lugar destinado a óperas o ballets. Desde el Teatro Real han confirmado que están hablando con la Academia de Cine para que los Goya tengan unas bodas de plata como se merecen.
De gala con 'Mala Madre'
Los premios de este año tuvieron como protagonista a 'Celda 211', que se llevó ocho estatuillas, incluyendo Mejor Película, Actor Principal y Actriz de Reparto. 'Ágora', aun con siete premios, fue la gran perdedora al ser casi todos técnicos. Pero la gran sorpresa fue la vuelta de Pedro Almodóvar, cuya relación con la Academia dejaba bastante que desear. ¿Le veremos en la alfombra verde del Teatro Real?