Parece que Giselle volverá con las pilas cargadas. Así lo ha anunciado Adam Shankman, director de esta secuela, en el panel celebrado en la TCA de la serie 'Step Up: High Water'. "Entregaremos el guión en un par de semanas, con lo que estoy muy feliz", dijo Shankman, "Una vez entregado tocará escribir la música".
Por el momento no sabemos cuando se estrenará esta entrega, pero sí sabemos que Amy Adams volverá a interpretar su papel de Giselle, y que ocurrirá 10 años después de lo ocurrido en la primera parte. Todo girará entorno a "¿Qué significa vivir felices para siempre?". Giselle decidió quedarse en el mundo real, junto a Robert Philip (Patrick Dempsey), pero, ¿fue la decisión correcta?
Esta secuela contará con escenas animadas, y también con un buen puñado de números musicales. "Esta vez hay muchas más canciones que en la original, al menos de momento, en la fase de planificación", dijo Shankman.
Otras secuelas de Disney
La compañía del ratón tiene una buena cantera para sacar secuelas a tutiplén. Por el momento tendremos que conformarnos con 'Desencantada' y 'El regreso de Mary Poppins' en el apartado de películas en imagen real, pero... ¿No os gustaría ver 'Princesa por sorpresa 3'? ¿'Pedro y el dragón 2'? ¿'El retorno de las brujas 2'?
Curiosidades de Amy Adams
No es pelirroja natural
Cuesta creer que una de las pelirrojas más icónicas del cine actual, con permiso de Julianne Moore y Jessica Chastain, sea realmente rubia. Efectivamente, el color verdadero del cabello de Amy Adams es rubio. De hecho, el cambio en su tono de pelo vino por consejo de sus representantes, al ver que de rubia apenas había llamadas. Fue en 2004, en la serie 'Dr. Vegas', de la CBS, en la que se vio su cambio de rubia a pelirroja.
Como sucedió con Emma Stone, el cambio de rubia a pelirroja favoreció mucho en su carrera. La propia Amy Adams lo declaró en una entrevista con The New York Times: "En el momento en el que me teñí el pelo de pelirrojo me empezaron a tratar de forma más divertida [...] Cambió todo, la gente empezó a verme para distintos tipos de papel. Desconozco si fue sólo gracias al cambio de color de mi cabello, pero, desde luego, fue de gran ayuda para que me viesen más que como a una rubia". Y vaya que cambió, actualmente es imposible imaginar a Amy Adams con otro tono de cabello que no sea el pelirrojo.
Primero fue bailarina
Realmente la vocación inicial de Amy Adams no era la de ser actriz, sino bailarina. De hecho, tuvo formación académica de danza hasta finalizar sus estudios secundarios y se formó como aprendiz en una compañía local. Sus padres tuvieron la esperanza de que, gracias a la danza, la joven ingresase en la universidad con una beca, aunque la futura actriz tenía otros planes, puesto que quería ser bailarina a tiempo completo. "No era de esas personas que disfrutaba estudiando, aunque ahora sí me arrepiento de no haber ido a la universidad", declaró para The Hollywood Reporter.
Por ello, se mudó con su madre a Atlanta para continuar su carrera como bailarina. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaba y enfocó su carrera en el teatro musical, ya que era "mucho más adecuado" para su personalidad. La actriz habló de su decisión de dejar el baile con THR: "En el ballet, siempre me situaban entre las bailarinas del coro. Además, era agotador para mí y me cansé de bailar todos esos años".
Su pasado como bailarina le ha servido para su presente como actriz. "La danza me ha ayudado a tener un mayor control sobre mi cuerpo actuando. Me ha servido para ser capaz de entender y transmitir mis personajes a través del movimiento", comentó.
Trabajó en Hooters
Como bien se sabe, los inicios en el mundo artístico no son nada fáciles, especialmente para los que quieren conquistar Hollywood. Los primeros trabajos de Amy Adams nada tuvieron que ver con el cine o la danza. La actriz empezó siendo recepcionista en una tienda Gap a la par que participaba en obras de teatro comunitarias.
Sin embargo, uno de sus trabajos que más llama la atención fue el de haber sido camarera en Hooters, la famosa cadena de restauración que obliga a sus empleadas a trabajar con pantalones muy cortos y camisetas top con mucho escote. Adams sólo duró tres semanas en su puesto. "Sólo trabajé tres semanas, las suficientes para comprarme mi primer coche. Pese a todo, hubo una gran inocencia en mí durante mi experiencia en Hooters. Eso sí, aprendí rápidamente que pantalones cortos y cerveza no deben ir de la mano", confesó.
Spielberg le ofreció su primera oportunidad
Aunque Amy Adams ya había hecho algún que otro papel en series como 'Embrujadas', 'Aquellos maravillosos 70', 'Buffy, la cazavampiros' o 'Smallville', aún su carrera no había logrado despegar del todo, su papel más relevante fue en 2001 cuando protagonizó 'Crueles intenciones 2', la precuela de 'Crueles intenciones' que se lanzó directamente a formato doméstico.
Fue Steven Spielberg el que le dio la entrada al cine de gran escala con 'Atrápame si puedes', película en la que la actriz se metía en el papel de Brenda Strong, la enfermera de la que Frank Abagnale Jr. (Leonardo DiCaprio) se enamora. El director de 'Parque Jurásico' vio su gran potencial. En declaraciones para la revista Elle, "Pensaba que iba a ser el inicio de su carrera", comentó el cineasta. Sin embargo, desafortunadamente, la actriz estuvo un año entero en el paro.
No obstante, la experiencia de haber estado en 'Atrápame si puedes' fue esencial para Amy Adams. "Fue la primera vez que supe que era capaz de actuar a un nivel mayor, con esas personas, que mi talento fuese reconocido por Steven Spielberg fue una gran inyección de confianza en mi carrera", declaró.
'Junebug' salvó su carrera
Pese tener la recomendación de Spielberg, lo cierto es que la carrera de Amy Adams después de 'Atrápame si puedes' no remontó mucho, precisamente. Tras ser despedida de la serie 'Dr. Vegas' por un desacuerdo en el contrato, el futuro de su carrera no era muy halagüeño. Sin embargo, el que hiciese el casting de la película independiente 'Junebug', dirigida por Phil Morrison, hizo que las esperanzas no se perdiesen, puesto que Adams pensaba seriamente en abandonar la profesión.
"Pensé que quizás debía marchame a Nueva York, o hacer algo más. No era como dejar de fumar o superar un hecho dramático, sino el pensar que, tal vez, actuar no era una buena opción", declaró a USA Today. No es de extrañar, puesto que la actriz ya había cumplido los 30 años cuando protagonizó 'Junebug', una edad complicada en Hollywood si se es mujer y actriz, desafortunadamente es una realidad muy actual.
Sin embargo, 'Junebug' fue su gran salto a primera línea y el inicio de una carrera llena de éxito y prestigio. Adams se llevó un premio especial del jurado del Festival de Sundance, además, su interpretación como la cándida Ashley fue aclamada por la crítica del momento. La intérprete se llevó el premio a la mejor actriz de reparto por la National Society of Film Critics, así como también un premio Spirit. Aunque el gran plato fuerte fue que logró una candidatura a la mejor actriz de reparto en los premios del Sindicato de Actores y su primera nominación a los premios Oscar, en la categoría de mejor actriz de reparto. La estrella acababa de nacer.
'Encantada', su primer gran papel
Tras la nominación al Oscar por 'Junebug', Amy Adams logró más papeles en roles de reparto en series como 'The Office' y en películas como 'El día de la boda', 'Dando la nota' o 'La guerra de Charlie Wilson'. En 2007 le llegaría su primer papel protagonista, así como su primer éxito comercial: 'Encantada'.
En 'Encantada', la actriz dio vida a Giselle, una inocente y frágil princesa de un cuento de hadas que es transportada al Manhattan de la vida real por la malvada reina Narissa (Susan Sarandon). En la despiadada Gran Manzana, la delicada Giselle verá que su concepto del "felices para siempre" no funciona. Logrará tener la ayuda de un abogado divorciado (Patrick Dempsey) por el que sentirá algo más que una profunda amistad.
Una historia clásica que combinó imagen real con animación, 'Encantada' logró ser su entrada por la puerta grande al cine comercial, como también demostró que era capaz de ser la protagonista principal de una película, y eso que tenía a la gran Susan Sarandon como rival en la cinta.
Delicada, femenina pero fuerte y decidida
Amy Adams tiene cierta aura de estrella de otra época al poseer una elegancia y porte natural que casa muy bien con su rojiza melena, su mirada misteriosa y su aspecto de dama frágil y delicada que transmite en cada movimiento una feminidad hipnótica. Sin embargo, esas cualidades son vistas como defectos por algunos espectadores. Ya su papel en 'Encantada' hizo que cierto sector de la crítica y el público la viesen como un "estereotipo" de "dama en apuros y débil", algo que la actriz ha demostrado que es falso en múltiples películas como 'The Master', 'La gran estafa americana', 'La llegada' o 'Animales nocturnos'. Pero, ¿qué hace que esa gente vea a Adams como una mujer débil? Pues su feminidad.
Así lo comentó la propia actriz en una entrevista para NY Times. "Me han acusado de ser una mujer débil porque soy femenina y puedo garantizar que eso no es verdad en absoluto [...] Cada mujer tiene su propia forma de ser femenina y nadie puede decirles cómo deben ser o cómo deben comportarse. Hay mujeres que son muy fuertes y que son muy femeninas", declaró.
De hecho, si algo ha demostrado la actriz es su versatilidad para dar vida a personajes completamente diferentes. En su carrera, Amy Adams ha sido una princesa de cuentos, una cándida joven embarazada, una monja con dudas morales, un sex symbol, una filóloga cuya misión es salvar el mundo a través del lenguaje, una fría y distante galerista, una pintora estafada, la piloto que marcó un hito en la historia o una intrépida periodista y novia del superhéroe más icónico de DC Comics.
Ejemplo para otras actrices
Con 43 años, Amy Adams se encuentra en la cúspide de su carrera y nada parece indicar que vaya a menos. Tras un 2016 en el que brilló con dos papeles magníficos, el de Louise Banks en 'La llegada' y el de Susan Morrow en 'Animales nocturnos', 2017 tiene pinta de ir igual de bien. La actriz se encuentra terminando de rodar 'Liga de la Justicia', en la que volverá a dar vida a Lois Lane. Con esto, Adams demuestra que en Hollywood es posible ser actriz y tener proyectos muy interesantes a partir de los 40. No es la única, otras actrices que sirven de ejemplo son Charlize Theron, Julia Roberts, Angelina Jolie, Jessica Chastain, Reese Witherspoon o Sally Hawkins.
Además, tiene pendiente de estreno 'Sharp Objects' una miniserie de ocho episodios para la HBO que está basada en la novela 'Heridas abiertas', de Gillian Flynn ('Perdida'). La miniserie está dirigida por el canadiense Jean-Marc Vallée y tiene pinta de revalidar el éxito de otra miniserie dirigida por él, 'Big Little Lies'.
Próximamente se la verá en la nueva película de Adam McKay ('La gran apuesta'), que será un biopic sobre Dick Cheney, el 46º vicepresidente de los Estados Unidos y uno de los más poderosos que ha tenido el gobierno de Estados Unidos, Amy Adams dará vida a Lynne, su esposa. No sólo eso, la actriz volverá a ser Giselle en la secuela de 'Encantada'.
La mejor amiga de Emily Blunt
Entre las amistades de Amy Adams se encuentra la de la actriz británica Emily Blunt. Ambas coprotagonizaron juntas en 2008 'Sunshine Cleaning', cinta independiente dirigida por Christine Jeffs y en la que participaba también Alan Arkin. En esa película, ambas actrices tramaron amistad y han estado muy unidas. Tanto que ambas compartieron personaje y todo: El de la mujer del panadero en 'Into the Woods', mientras que Amy Adams lo interpretó en la producción de 2012 para Broadway, Emily Blunt lo hizo en la adaptación cinematográfica que hizo Disney en 2014.
Una de las personas más influyentes del mundo y una de las actrices mejor pagadas
En 2014, la revista Time consideró a Amy Adams como una de las 100 figuras más influyentes del mundo. En ese año, la actriz de 'The Fighter' y 'The Master' compartió lista con figuras de ámbitos tan distintos como la cultura, la política, la economía o la ciencia. Entre las otras personas influyentes estaban la exsecretaria de estado de EE.UU., Hillary Clinton; el especialista en medio ambiente Tom Steyer; el expresidente uruguayo José Mujica; el exinformante de la CIA Edward Snowden; la canciller alemana Angela Merkel, los actores Benedict Cumberbatch y Robin Wright o la cantante Beyoncé.
No sólo eso, en este pasado 2016, Amy Adams ha entrado entre las diez actrices mejor pagadas del mundo con 11,5 millones de dólares obtenidos.
La "nueva" Leo DiCaprio
El que Leonardo DiCaprio ganase el Oscar en 2015 al mejor actor por 'El renacido (The Revenant)' hizo que su imagen de eterno nominado se esfumase. Ahora esa "etiqueta" ha caído en Amy Adams, la actriz ha optado cinco veces a la estatuilla y en ninguna de las ocasiones ha podido llevársela.
Ha estado cuatro veces nominada a mejor actriz de reparto y una a mejor actriz principal. Su primera candidatura fue en 2005 con 'Junebug', ese año ganó Rachel Weisz por 'El jardinero fiel'; en 2008 fue nominada por 'La duda', la ganadora fue Penélope Cruz con 'Vicky Cristina Barcelona'; en 2010 volvió a optar por la estatuilla por 'The Fighter', aunque ese año fue su compañera de reparto, Melissa Leo, la que lo ganó; en 2012 logró ser de nuevo nominada con 'The Master', pero la que consiguió llevarse el galardón fue Anne Hathaway por 'Los miserables' y en 2013 saltó de categoría a la candidatura de mejor actriz con 'La gran estafa americana', pero la ganadora fue Cate Blanchett por 'Blue Jasmine'.
Algo que también compartió con DiCaprio fue "su olvido" en los Oscar. Mientras que al actor, la Academia le ignoró con 'J. Edgar' y 'Django desencadenado', algo que provocó mucha indignación entre el público al ser papeles muy oscarizables, a la actriz le sucedió algo similar en el 2016 con 'La llegada' y 'Animales nocturnos', especialmente con la cinta de Denis Villeneuve, puesto que su nominación parecía, prácticamente, asegurada.