Hace ya dos años de 'Ha nacido una estrella' y todavía anda cosechando premios. Quien diga que ha superado la maravillosa actuación de ambos actores en la gala de los Premios Oscar del año pasado está mintiendo como un bellaco, porque sin duda esta adaptación del clásico de 1932 (aunque se popularizaría más tarde con la versión de Judy Garland) está plagada de escenas y momentos icónicos. En la ceremonia de los Grammy 2020, la película se ha alzado dos premios e inevitablemente a todos nos viene una imagen muy perversa a la mente.
Bradley Cooper y Lady Gaga ganaron mejor banda sonora para un medio visual y, junto a las escritoras Natalie Hemby, Hillary Lindsey y Aaron Raitiere arrasaron en la categoría de Mejor canción escrita para un medio visual por la canción 'I'll Never Love Again'. Aunque hubiera sido una ocasión ideal para hacer la performance definitiva de esa dura escena de su personaje, Jackson Maine, lamentamos comunicar que Bradley Cooper no se hizo pipí en la gala, porque directamente no acudió.
La pareja ya se había alzado con el premio a Mejor actuación pop de un dúo/grupo por 'Shallow' en los Grammy 2019, pero al final solo pudo acudir Gaga a recoger el premio, bien para evitar esa comparación cinematográfica, bien para evitar los rumores de que estaban juntos (aunque no les salió bien la jugada con todas esas miradas en los Oscars un mes más tarde). En esta ocasión ambos se ausentaron, tal vez porque estaban bastante seguros de que no iban a ganar al estar nominados frente a películas más actuales como 'El Rey León', 'Rocketman' o 'Érase una vez en... Hollywood'. 'Chernobyl', por cierto, se llevó el Grammy a la mejor banda sonora.
Sus motivos tendrían
Es una pena que la pareja haya perdido esa oportunidad "de oro" de hacer historia en la gala haciendo referencia a su propia película. Quizá estamos pecando de chabacanos pidiéndole ese tipo de ordinarieces a los glamurosos Grammy, quizá estamos muy pasados de rosca tras los chistes de los últimos Premios Goya. A estas alturas ya no sabemos qué pedirle a una gala de premios para que nos llegue a la patata, porque desde luego nada nos volverá a hacer tanta ilusión como esos primeros planos de Lady Gaga y Bradley Cooper tocando al unísono el piano en los Oscars. Suerte que nos quedó el regreso triunfal de Demi Lovato.
