Es el momento de la verdad para una de las supervivientes más icónicas del cine de terror, Laurie Strode. El final del camino (o eso parece), después de más de cuatro décadas de existencia vinculada a uno de los asesinos en serie más icónicos y temibles de la gran pantalla, Michael Myers. No hay Michael sin Laurie, y viceversa. Aunque sus caminos se hayan separado en muchas ocasiones desde que se toparon por primera vez en 1978, sus devenires han estado unidos por el destino y ahora, 44 años después, todo está listo para el enfrentamiento final.
'Halloween: El final' es el cierre de la trilogía que comenzaba en 2018 con la aclamada 'La noche de Halloween', en la que David Gordon Green resucitaba la franquicia inaugurada por John Carpenter en los 70 para darle una continuación directa, ignorando básicamente la mayoría de secuelas que se produjeron en años posteriores. Tras 'Halloween Kills', estrenada en 2021, este último capítulo supone el clímax a la longeva saga, que promete a los amantes del terror el duelo definitivo entre la final girl por excelencia y el psicópata de la máscara blanca. No sin antes atar unos cuantos cabos a su alrededor y abrir nuevos hilos de cara a un posible futuro de la franquicia.
Salvando mucho las distancias, Green ha ideado la trilogía revival de 'Halloween' como si fuera una respuesta terrorífica a lo que Peter Jackson hizo con 'El Señor de los Anillos': tres piezas conectadas de un todo que se pueden disfrutar como películas individuales, pero que en realidad conforman una gran historia dividida en partes. De esta manera, la decepcionante 'Halloween Kills' sería la 'Las dos torres' de 'Halloween', un capítulo intermedio, de transición, mientras que esta 'Halloween: El final' ejerce como el épico colofón a la historia: 'El retorno de la reina'.
Uno de los mayores fallos de 'Halloween Kills' fue que su protagonista, Jamie Lee Curtis, salía más bien poco ,y cuando lo hacía, estaba postrada en una cama de hospital. Esta última entrega, si bien sigue dejándonos con ganas de más Laurie, se encarga de que su presencia se sienta mucho más durante todo el metraje, dosificando mejor la participación de Curtis y haciendo que la niñera de Haddonfield tenga más peso en la trama. La película transcurre cuatro años después de los acontecimientos de 'Halloween Kills'. Laurie, ya recuperada de su último enfrentamiento con Michael, vive con su nieta, Allyson (Andi Matichak), y se encuentra inmersa en la escritura de sus memorias. Desde entonces, nadie ha vuelto a ver a Michael Myers, a pesar de que su presencia se sigue sintiendo en la localidad, para siempre marcada por sus macabras fechorías.
Laurie ha decidido pasar página después de vivir a la sombra de Michael durante décadas, dejando atrás el miedo y la rabia por lo vivido en el pasado, para poder centrarse en el presente y el futuro. Sin embargo, la sombra del asesino está a punto de cernirse una vez más sobre Haddonfield. Aunque esta vez, regresa tomando forma de nueva amenaza. 'Halloween Ends' comienza desmarcándose del resto de entregas con un excelente prólogo en el que Green le da la vuelta a las expectativas, introduciendo a Corey Cunningham (Rohan Campbell), un joven acusado de matar al niño que cuidaba, y cuya historia acabará vinculándose estrechamente a la de Laurie, obligándola a retomar lo que ha intentado dejar atrás para enfrentarse por última vez a Michael Myers, con el propósito de acabar con él de una vez por todas.
Lo mejor de 'Halloween: El final' es que, lejos de caer en la repetición de esquemas, Green consigue ofrecer algo nuevo y sorprendente, lo cual no puede pasarse por alto dentro de una saga de largo recorrido como esta y en un género que ya se ha reintentado mil veces, como es el slasher. Apoyándose en la idea (y lema del film) de que "el mal no muere, solo cambia de forma", Green orquesta una última sinfonía de sangre y vísceras que abraza en todo momento su rol como final de saga, así como su carácter metafórico del paso del tiempo. Tras más de cuarenta años, Michael Myers ha pasado a simbolizar todo mal que sigue regresando cuando crees que ha desaparecido, que revive una y otra vez por mucho que luchemos contra él; algo que hoy en día tenemos muy presente, por desgracia. De esta manera, Green consigue imprimir una sensación de catarsis muy oportuna en la película, especialmente en el intenso duelo final entre Laurie y Michael.
Pero antes de llegar a ese esperado cara a cara, 'Halloween: El final' hace unas cuantas paradas en el camino que distraen de lo que más nos interesa y hacen que nos preguntemos si esto es un final o el episodio piloto de una nueva etapa para la franquicia. Y es que, aunque Laurie aparezca más que en la anterior película, la mayor parte de 'Halloween: El final' se centra en su nieta, Allyson, y sobre todo en el nuevo personaje de la saga, Corey, que parece estar escrito como relevo generacional, en caso de que se desee continuar con la propiedad (algo que acabará ocurriendo, tarde o temprano). En este sentido, el peso de Corey en el film es un arma de doble filo: por un lado, Green explora ideas verdaderamente interesantes con él y Rohan Campbell realiza un trabajo excelente; pero por otro, al volcarse tanto en él, a ratos da la sensación de que nos están dando gato por liebre y no estamos viendo la película que creíamos, sino un spin-off centrado en un personaje totalmente nuevo. Es decir, para ser este el gran final de la historia de Laurie y Michael, se dedica demasiado tiempo a otros personajes que, por mucho esmero que haya en conectarlos a la temática de la película, no hacen más que retrasar el momento de la verdad.
Jamie Lee Curtis, mejor que nunca
Ahora bien, cuando llega ese momento, todo estalla por los aires en el mejor de los sentidos. La espera merece la pena y asistir a la batalla definitiva entre Laurie y Michael, aunque breve, es una experiencia muy satisfactoria, "orgásmica", como la ha descrito la propia Curtis. Culminan en ese violento, visceral y sorprendentemente íntimo enfrentamiento 40 años de historia, de miedo, de trauma. La evolución de Laurie, de víctima adolescente a adversaria madura y empoderada, se completa en una lucha en la que no importa quién saldrá vivo o muerto, sino lo que supone para ellos haber llegado hasta ahí.
Curtis nunca ha estado mejor en esta saga. En este final, la actriz, cada vez más libre e interesante eligiendo proyectos ('Scream Queens', 'Puñales por la espalda', 'Todo a la vez en todas partes'), lleva a cabo su interpretación más sincera y emotiva como Laurie Strode, siendo en todo momento consciente, y por tanto transmitiendo, lo que el personaje ha significado para ella y para la historia del terror. Pero no solo eso, sino que Curtis se permite potenciar el lado más divertido del personaje, apoyado en la seguridad que le otorga la madurez, la experiencia y su carisma como actriz. Es un auténtico placer ver esa vertiente ligera de Laurie y despedirnos así, por todo lo alto, de la niñera que la lanzó a la fama.
Al final, eso es lo que hace que 'Halloween: El final' acabe llegando a buen puerto a pesar de los desvíos. Con ella, Green firma una coda que conserva el espíritu de la original, pero también manifiesta el paso del tiempo y cómo se ha transformado nuestra relación con ella, una película nostálgica y llena de guiños y conexiones al pasado, que a su vez consigue no repetirse. Y por supuesto, con todo lo que esperamos de 'Halloween', sangre, violencia macabra y la siempre espeluznante banda sonora de John Carpenter. Michael Myers trascendió hace mucho tiempo su papel como simple asesino en serie y en esta 'Halloween: El final' se abraza, de forma inteligente y autorreferencial, su naturaleza como personificación del mal, haciendo que, curiosamente, su amenaza se vuelva más real que nunca.
Nota: 7
Lo mejor: Jamie Lee Curtis en plena forma. Que consiga hacer algo distinto después de tanto tiempo. El catártico enfrentamiento final.
Lo peor: Que la película gire en su mayor parte en torno a un nuevo personaje.