El 31 de agosto fue estrenada en Estados Unidos 'Halloween', remake de la película que John Carpenter dirigiera en 1978, y que marcaría un antes y un después en el cine de terror de los ochenta. Y es que el personaje de Michael Myers abriría la caja de Pandora de lo que se conocería como slasher movies, con títulos como 'Viernes 13' o 'Pesadilla en Elm Street'. Como tal, la proyección del remake dirigido por Rob Zombie no podía faltar a la presente edición del Festival de Sitges 2007.
Como muchos sabrán, 'Halloween' narra la historia de Michael Myers, un enfermo mental encerrado por haber asesinado a su hermana durante la noche de Halloween; tras años de reclusión, Myers consigue fugarse y busca repetir su crimen. El remake dirigido por Rob Zombie pretende ahondar en la faceta psicológica del asesino, en un intento de esclarecer las causas de su trastorno. Producida por el propio John Carpenter, la película cuenta con la participación de Malcom McDowell, Heather Bowen, Daeg Faerch y, cómo no, Sheri Moon, esposa del director que ya interviniera en sus dos anteriores películas, 'La casa de los 1000 cadáveres' y 'Los renegados del diablo'.
A pesar de haber sufrido las iras de gran parte de la crítica estadounidense, cabe decir que 'Halloween' es una más que recomendable película, en la que precuela y remake se funden en una película consistente, extensa (cerca de dos horas) y que, cosa extraña, aporta muchas cosas nuevas al original de John Carpenter.
Volviendo a las raíces del gótico norteamericano
Con 'Halloween', Rob Zombie se erige de manera definitiva como uno de los nombres a tener en cuenta en el terror contemporáneo, convirtiéndose en el (creo) único cineasta capaz de rescatar el llamado gótico americano de los años setenta, que brindó al género títulos como la propia 'Halloween', 'La matanza de texas', 'Las colinas tienen ojos' o 'Deranged', por citar algunos ejemplos: sus bandas sonoras, sus escenarios, el trasfondo sociocultural del que emergen las psicopatías de sus personajes... Rob Zombie parece haber heredado el testigo de directores como Tobe Hopper, Wes Craven o incluso Robert Mulligan, cuya concepción del horror se fundamentaba en mostrar al pueblo estadounidense que dicho horror no procedía del exterior, sino que había sido gestado en su propio seno.
Con una primera hora realmente brillante, 'Halloween' retrata el hostil entorno social y familiar de un joven Michael Myers, en la que Rob Zombie convierte al asesino despiadado en una suerte de víctima de las circunstancias; el resto, obviamente, apenas sí ofrece novedad alguna ni al personaje ni a la saga, pero tampoco podemos decir que la película desfallezca en ningún momento.
Así pues, podemos asegurar que 'Halloween', a pesar de no ser ni de lejos la mejor película de Rob Zombie (y es que superar a 'Los renegados del diablo' se antoja casi una tarea harto quimérica, al menos para un servidor), sí que es un gran remake, y lo más importante, una brillante precuela que rescata las mayores virtudes del anteriormente mencionado gótico americano, género que había quedado totalmente desvirtuado con una serie de remakes en lo que su esencia había sido completamente erradicada en beneficio del efectismo.