Se cumplen 30 años del estreno de 'Hannah y sus hermanas', la película más exitosa de Woody Allen, hasta el estreno de 'Match Point' (2005), y la que más nominaciones a los Oscar ha acaparado junto a 'Balas sobre Broadway' (1994). Fue nominada para mejor película, director, dirección artística y montaje, y ganó los correspondientes a mejor guión original, actor secundario (Michael Caine) y actriz secundaria (Dianne Wiest). Esta quinta colaboración con su entonces esposa, Mia Farrow, está considerada una de sus mejores obras. Desde luego es una de mis favoritas, junto a 'Manhattan', 'Annie Hall', 'Delitos y faltas', 'Maridos y mujeres' o 'El sueño de Casandra'. Alterna con sabia agudeza el drama y la comedia, inclusive, dentro de la misma secuencia, con una dramaturgia, que alterna perspectivas y personajes en un sutil juego de espejos cruzados, con una precisión y un ingenio en la elaboración de la puesta en escena que pocas ves ha alcanzado tales cotas en su filmografía.
'Hannah y sus hermanas' se trama alrededor de las nociones del control y la vulnerabilidad, de la incertidumbre y de las determinaciones, de las dudas y de los miedos. 'El hipocondríaco' es el intertítulo que nos presenta a Mickey (Woody Allen), un realizador de tv que no deja de pensar que las cosas inevitablemente le irán mal. Las visitas sucesivas al médico por un problema con el oído le llevan a pensar que le diagnosticarán un cáncer cerebral. Cuando se revela que no padece nada, toma consciencia, mientras ve en el cine 'Sopa de ganso' de los Hermanos Marx, (una secuencia inspirada en 'Los viajes de Sullivan', de Preston Sturges) del absurdo de vivir la vida permanentemente preocupado, ya que lo hay que hacer es procurar disfrutar de los momentos.
Hannah (Mia Farrow) es una mujer con una voluntad decidida que sabe dominar las situaciones, aunque mucho menos de lo que ella cree, dado los coqueteos de su marido, Eric (Michael Caine) con su hermana Lee (Barbara Hershey). Esta se ha dejado 'modelar' por quien fue su profesor y ahora pareja, Frederick (Max von Sydow), pero ya quiere tomar la batuta de su vida, no ser la extensión de alguien que tiene las cosas demasiado claras como Frederick, o que anda dominado por las vacilaciones como Eric, quien es capaz de cortejarla con insistencia, como si una fuerza imperiosa de atracción le dominara, para meses después preguntarse cómo podía necesitarla tanta. En cambio, Mickey y la tercera hermana, la más errática, Holly (Dianne Wiest), no parecen tener nada en común, y en cambio años después se dan cuenta de que hay una afinidad inadvertida que se consolida en relación. Sea todo arbitrario, o no existan las casualidades y sí una razón oculta, ante todo, hay que dejarse fluir, y saber vivir el momento sin miedos ni inseguridades. Destaquemos 14 curiosidades de Hannah de su inspiración y rodaje.
'Hannah y sus hermanas' en 14 curiosidades
El cine es mi hogar
Aunque bastantes escenas se rodaran en el apartamento de Mia Farrow, esta y sus hijos realizaban las rutinas de vida diaria mientras el equipo de rodaje trabajaba. Procuraban no molestar ni interferir en el proceso de preparación. Aunque no careciera de cierto frenesí tanto para la familia como para los integrantes del equipo del rodaje. A Michael Caine le gustaba observar a Mia en sus tareas domésticas. Cómo podía pasar de una labor a otra sin complicación alguna. Podía estar alimentado a uno de sus hijos, y ser interrumpida por un ayudante de dirección que le requería para rodar una escena. Ella colocaba los cubiertos en el plato, caminaba tranquilamente hacia el lugar de rodaje y se preparaba para actuar.
Mia y su familia
Maureen O'Sullivan, madre de Mia Farrow, interpreta a su madre en la película. Y aparecen cuatro de los hijos de la actriz. Daisy Previn y Moses Farrow interpretan a sus hijos y Soon yi Previn y Fletcher Previn aparecen como invitados en una fiesta.
Como en un espejo
Allen admitía que Hannah era una versión idealizada de Mia Farrow: 'Es muy estable, tiene ocho hijos, organiza su carrera y tiene muy buenas relaciones con su hermana y su madre. Me impresionan mucho estas cualidades, y pensé que sería muy interesante si tuviera dos hermanas inestables'.
Variaciones sobre maridos y mujeres
Michael Caine interpreta a Elliot, el marido de Hannah, interpretada por Mia Farrow, casada en la llamada vida real con Woody Allen. Los tres eran amigos desde hacía muchos años. De hecho, fue Caine quien presentó a Mia y Woody veinte años atrás.
La vida es una alucinación
Allen comentó que en cierta ocasión Mia Farrow tuvo la alucinatoria sensación de que encendía la televisión y sintonizaba un canal dedicado a la película que estaban rodando, y se veía a sí misma sentada en el sofá de su apartamento.
Escenas de un matrimonio
Mia Farrow nunca había sido tan crítica con un guión de Allen. Le parecían sus personajes autoindulgentes y disipados de una forma bastante predecible. Consideraba que se hablaba mucho, y no decía nada. Allen parece que estaba de acuerdo y tomó la decisión de tomar una dirección dramática alternativa pero la producción ya estaba en marcha y no daba tiempo a poder realizar cambios tan radicales. La actriz reconoció que le había alterado e irritado ver cómo Allen había enfocado las circunstancias y cuestiones sustanciales de su vida, cómo la había distorsionado de tal modo que parecía caricaturesco. Al mismo tiempo, él era su pareja, y le quería, y sabe cómo los escritores se inspiran en sus vidas para escribir sus obras. Había convertido su vida ordinaria en arte. Se combinaba las sensaciones de sentirse honrada y ofendida.
El sexo cortado
El guión tenía una larga escena en la que los personajes de Michael Caine y Barbara Hershey mantenían una fogosa relación sexual en un bote, una escena no muy usual en las películas de Allen. El mismo Caine pensó que se suprimiría antes de rodarse, pero no fue así, y se rodó. No mostraban desnudez pero tenían que evidenciar una explicita coreografía del lance sexual. Pero, para su alegría, la secuencia sería cortada del montaje final.
La ruptura ovacionada
Cuando Max von Sydow y Barbara Hershey finalizaron el rodaje de la escena de su ruptura todo el equipo, en pie, les ovacionó.
La inspiración rusa
La inspiración para escribir el guión le vino a Woody Allen mientras releía Anna Karenina. Le parecía admirable cómo saltaba de una línea de trama a otra. Y estaba particularmente impresionado con el personaje de Nicholas Levin, quien no encontraba sentido a la vida y tenía miedo de morir.
Bergman que estás en los cielos
En buena medida, la estructura y aspectos sustanciales están inspirados en 'Fanny y Alexander' (1982), de su admirado Ingmar Bergman. Ambas películas estructuran su narración sobre tres reuniones familiares, la de Allen en tres sucesivas celebraciones del Dia de Acción de Gracias, y la de Bergman en tres celebraciones de Navidad. Una primera en tiempos armónicos, una segunda en tiempos problemáticos, y otra ya resueltos los conflictos. La escena en la que el fantasma del obispo aparece tras Alexander encuentra su equivalente en la del reflejo de Mickey tras Holly en la escena final. Von Sydow, habitual en el cine de Bergman, había querido participar en 'Fanny Alexander' pero su agente no se lo aconsejó. También, aparte de en su titulo, hay ciertos paralelismos con 'Rocco y sus hermanos', por ejemplo en el uso de los intertitulos.
La actriz que tenía que estudiar
Brooke Shields fue considerada para el papel de April, pero tenía que acudir a la universidad. Lo interpretaría finalmente Carrie Fisher.
La mueca que pudo ser
Woody Allen ofreció en primer lugar el papel de Elliot a Jack Nicholson, pero este, aunque mostrara su interés, no pudo por coincidir con el rodaje de 'El honor de los Prizzi' (1985), de John Huston. El papel lo consiguió Michael Caine, que ganaría el Oscar al mejor actor secundario.
La otra Hannah y media
Kim Basinger aceptó en primera instancia el papel de Hannah pero lo rechazó en favor de 'Nueve semanas y media' (1986), de Adrian Lyne.
El final triste que le hubiera hecho más feliz
Allen había escrito una final más sombrío, pero el Estudio le pidió que escribiera una conclusión más animosa, con la que el director, con el paso del tiempo, ha reconocido su poca satisfacción.
