Llega a los cines 'Harold y el lápiz mágico', la adaptación del querido cuento infantil de Crockett Johnson. La película es obra de Carlos Saldanha, director de filmes como 'Ice Age. La edad de hielo', 'Robots' o 'Rio'. Ahora, el cineasta se lanza con su primer largometraje en imagen real de la mano de Zachary Levi, quien antaño diera vida a Shazam en el 'Universo DC'.
La cinta sigue a Harold, un muchacho aventurero e intrépido que tiene la peculiaridad de ser un dibujo. Gracias a su lapicero morado, es capaz de hacer que todo lo que dibuje se convierta en realidad. Por eso, un día decide dibujarse fuera del papel, en el mundo real. Y al hacerlo, pasa a ser un hombre de carne y hueso con, eso sí, un espíritu muy inocente e infantil. En este nuevo universo que se abre ante él, descubrirá que el poder de la imaginación puede ser muy peligroso en las manos equivocadas.
Una premisa encantadora
Es evidente que 'Harold y el lápiz mágico' tiene un punto de partida fantástico. Siguiendo la obra de Johnson, Saldanha establece un marco narrativo lleno de posibilidades. Cualquier niño ha soñado siempre con poder convertir en reales sus invenciones imaginarias. Y esa premisa, que se convierte en el espíritu de la película, abraza de principio a fin un mensaje tierno y positivo.
Esto ofrece además algunas secuencias bastante ingeniosas. La capacidad de pensamiento lateral de Harold hace que a lo largo del filme desfilen todo tipo de criaturas y cachivaches que a buen seguro entretendrán a los más pequeños. Porque, bajo las normas de ese mundo real, las locas ideas del protagonista solo consiguen desatar caos y más caos. Y eso, por la fuerza, provoca numerosas escenas de humor bienintencionado.
Demasiado genérica
Sin embargo, el buen punto de partida de 'Harold y el lápiz mágico' queda sepultado por la falta de personalidad de todo el filme. A diferencia de la mayoría de su filmografía, en esta ocasión Saldanha no rompe ningún molde ni reinventa de ningún modo este tipo de historia. Todo parece seguir el mismo patrón de tantas y tantas fábulas semejantes, como si lo hubiera diseñado el algoritmo. No hay ningún tipo de fuerza propia.
Los temas que trata la cinta son muy obvios y, sin embargo, no llegan esas escenas que de verdad le impriman garra al mensaje. Es cierto que Levy consigue llevar el peso del filme si problema con su habitual carisma y que determinados conceptos planteados son interesantes. Pero el guion no logra levantar el vuelo en ningún momento y explotarlos como merecían.
El mayor pecado de 'Harold y el lápiz mágico' es que es una película sobre el poder ilimitado de la imaginación pero resulta ser muy poco imaginativa o diferencial. Por momentos incluso llega a hacerse demasiado aburrida y repetitiva. La magia que requería un filme de estas características queda relegado a dos o tres momentos puntuales que no contagian al conjunto del metraje.
En definitiva, 'Harold y el lápiz mágico' es una película simpática, por momentos entretenida y con una moraleja sana. Pero debería haber sido mucho más. El potencial de una historia como la de Johnson daba mucho más de sí. Y un director como Saldanha, a pesar de estar habituado a la animación, debería haber encontrado suficientes argumentos como para realizar un filme de mucho mayor empaque.
'Harold y el lápiz mágico' está disponible en cines.