El 2 de mayo es una cifra muy especial para los Potterheads. Ese día, según el canon de la saga 'Harry Potter', tuvo lugar la Batalla de Hogwarts, el enfrentamiento final entre "el niño que sobrevivió" y "el que no debe ser nombrado", Lord Voldemort, en el colegio británico de magia y hechicería. Cada aniversario, J.K. Rowling aprovechaba para rendir homenaje y pedir perdón por matar a uno de los personajes caídos en la batalla, o en la saga literaria.
Pero este año, la autora de los libros decidió romper esa tradición, por una razón muy lógica: "Voy a ser sincera y decir que parece inapropiado hablar de muertes ficticias hoy. Demasiada gente ha perdido a sus seres queridos en la vida real", como explica en Twitter. En su lugar, Rowling ha convertido el 22º aniversario de la Batalla de Hogwarts en una excusa perfecta para aportar su granito de arena en esta crisis.
Así, la escritora ha decidido donar un millón de libras "en honor de la Batalla de Hogwarts" a dos organizaciones benéficas. La mitad será para crisis.org.uk, que ayuda a la gente sin hogar, y la otra mitad irá a parar a refuge.co.uk, una organización que da asilo a víctimas de la violencia de género que, como la propia Rowling recuerda, ha aumentado mucho con el confinamiento.
Varitas al cielo
Además, en su mensaje ha querido también dedicar unas apalabras a "la gente que está ahí fuera haciendo su trabajo para protegernos a nosotros y a nuestro estilo de vida" y señala casos concretos dentro de su familia: "Tengo tres trabajadores esenciales en mi familia inmediata, y como todos los familiares estoy dividida entre el orgullo y la ansiedad". Este año las varitas al cielo del aniversario fueron para todos ellos, los héroes muggles que luchan a diario contra el coronavirus, ya sea en hospitales, en supermercados o manteniendo las ciudades limpias.