Harvey Weinstein es un nombre con gran repercusión en la industria de Hollywood. Ya hablamos en eCartelera sobre la influencia de su nombre en producciones que han acabado consiguiendo el Oscar. Es por ello que cada vez que habla sobre cómo afrontar la violencia en las películas, todo el mundo abre sus orejas para saber qué hará Weinstein: ya en 2012 dijo que se debería discutir abiertamente qué hacer con ella. Es ahora cuando cuando se ha despertado "la voz de alarma" porque Weinstein afirmó a raíz de las reiteradas y desafortunadas masacres a punta de pistola en Estados Unidos que no haría más películas violentas. ¿Dónde quedaba pues Quentin Tarantino en esa afirmación? Weinstein ha producido sus películas hasta el momento y no es que éstas sean una cuentos de hadas con amor y sin pistolas.
Viendo las recientes declaraciones de Weinstein a Deadline, parece que el productor sigue teniendo una buenísima relación con Tarantino, quien se encuentra en estos momentos en medio del lío originado por la filtración de su último guion: 'The Hateful Eight'. El director de 'Django desencadenado' ha abandonado la idea de rodar la película, aunque se rumorea que podría habérselo replanteado tras pensarlo en frío, y ha llegado a demandar a Gawker por publicar un enlace del libreto que encontraron circulando por internet. Weinstein lo apoya en su decisión de defender sus derechos y de, en general, haber montado un pollo bien gordo: "Estoy muy orgulloso de la postura que Quentin tomó en Deadline. El negocio se tiene que reformar de vez en cuando y un empresario no nos va a llevar a eso. Hace falta un artista así de exitoso y con el poder de Quentin Tarantino".
"Apoyo su decisión de proteger sus derechos sin importar cómo decida hacerlo", aclara Weinstein sobre si lo apoya ante la demanda o sobre su decisión de cancelar el proyecto. "Creo que está asentando un importante ejemplo sobre la importancia de la propiedad intelectual. (...) No creo que haya estado jamás tan orgulloso de Quentin. Yo también tengo que poner mi integridad por encima de la película en este punto de mi carrera, será totalmente decisión de Quentin si decide hacer la película o no". Aparentemente se puede deducir de esa declaración que Weinstein hubiese sido también el encargado de producir 'The Hateful Eight' pese al contenido violento que se puede comprobar en el guion filtrado.
Violencia sí, pero con un sentido
Weinstein argumenta su postura respecto a la violencia en el cine mencionando que en Japón se hacen también películas con el mismo contenido violento y no se producen las masacres que en Estados Unidos. Apunta hacia el problema de las pistolas y su regulación estadounidense y cree que el cine tiene parte de culpa en la legitimización de esa regulación: "Algunos artistas han reaccionado diciéndome que quizás no sea eso, otros me han dicho que les ha encantado lo que dije y otros tantos han admitido que vale la pena explorar el tema. Son suficientemente inteligentes como para saber que los artistas tienen su propia visión y no es como si nosotros no fuésemos a apoyar esa visión. Solo quiero ser inteligente, considerar las cosas y no ser un hipócrita".
Así, da la impresión de que Weinstein admite producciones violentas siempre y cuando lo usen de forma justificada, poniendo de ejemplo 'Fruitvale Station' e incluso 'Django desencadenado': "Para mí, 'Django desencadenado' es una obra maestra política. Me gustó '12 años de esclavitud', pero Quentin ya cubrió montones de esos temas primero y trató la violencia y la opresión encendiendo una luz en el holocausto americano, como él mismo lo llamó". Una declaración curiosa sabiendo que el propio Tarantino defendió que hay 2 tipos de violencia en 'Django': la crítica, mucho más dura en los momentos en torno a la esclavitud realizada por los blancos, y una mucho más pop y cinematográfica, utilizada como catarsis para el propio espectador. Quentin siempre ha sido un defensor de la violencia en el cine por pura diversión por lo que será curioso ver cómo Weinstein y él se compenetran a partir de ahora, pese a que su relación parece, y remarco parece, seguir en un buen momento.