7 razones por las que 'Heridas abiertas' debería ser tu serie del verano

Pero no desmerezcamos al resto del reparto. Si bien Amy Adams es la auténtica protagonista de la función, cuenta a su alrededor con un abanico de actores y, sobre todo, actrices, que dan lo mejor de sí para elevar la ficción a un nuevo nivel. Mano a mano con Adams se encuentran otras dos mujeres: Patricia Clarkson y Eliza Scanlen.

Clarkson, que siempre engrandece los rodajes que pisa, se mete en la piel de la madre de Camille, Adora. Y nos regala un personaje asfixiante, que vive para culpar a Camille de todas las desgracias de su vida y que no puede evitar tenerlo siempre todo bajo control. Eliza Scanlen, casi desconocida, encarna por su parte a Amma, hermana de Camille y todo un descubrimiento. La joven encarna a un personaje lleno de aristas que desconcierta al espectador y a los personajes que interactúan con ella. Es una delicia verla en pantalla y no es de extrañar que Greta Gerwig se haya fijado en ella para incorporarla a su remake de 'Mujercitas'.

El resto también reman a favor, con Chris Messina y Elizabeth Perkins entre los más agudos. Mención especial se merece Sophia Lillis, la joven que conocimos en 'It', y que aquí da vida a una joven Camille con una sensibilidad que desborda.

Al igual que sucedía en 'Big Little Lies', el director Jean-Marc Vallée también está involucrado en el montaje de 'Heridas abiertas'. La forma en que se unen los planos se asemeja mucho en las dos series pero aquí el montaje destaca por ser incisivo. Cada plano contribuye a que crezca la tensión que rodea Wind Gap, y Vallée crea transiciones que asombran gracias a su fluidez y su dureza. Los rápidos flashes de imágenes nos permiten entrar en la mente de Camille, penetrando en sus recuerdos y en las conexiones entre su presente y su pasado, mientras intenta descubrir qué sucede en su pueblo natal.

Un ventilador. Una melena ondeando al viento. Una palabra grabada sobre una mesa. La mitad de las veces el espectador no sabe lo que significan estas imágenes, pero poco importa. La yuxtaposición de fotogramas es tan efectiva que hipnotiza. Y no tenemos de qué preocuparnos. Según vaya avanzando 'Heridas abiertas', entenderemos qué quieren decir todos los pensamientos de Camille.

A las series de HBO siempre se les exige un mínimo de calidad y 'Heridas abiertas' no iba a ser menos. La ficción sobresale en su dibujo de Wind Gap, en ese estío que no permite respirar a sus habitantes. Las imágenes destacan por el uso de colores cálidos, que no sirven sino para contribuir a esa sensación de que el calor es casi tangible. La iluminación, siempre exquisita, alcanza su punto álgido en los momentos nocturnos. Y tampoco podemos dejar de lado el diseño de vestuario, desde los anchos jerséis que Camille utiliza para tapar su cuerpo hasta los etéreos vestidos que hacen de Adora una aparición casi espectral.

Sin embargo, si una parte de la ambientación merece especial atención, esa es la música. Al igual que en 'Big Little Lies', esta toma un papel fundamental, y la gran mayoría de canciones que escuchamos son diegéticas. Desde Led Zeppelin hasta Queen, la música sirve para identificar a los personajes y nos da pistas sobre la historia. Además, juega un papel fundamental en el tercer capítulo de la serie. Por ello, casi siempre vemos a la protagonista oyendo canciones en el coche o durmiendo con los cascos puestos. Merece la pena darse una vuelta por la playlist de la ficción en Spotify.

Como tantas otras series actuales, 'Heridas abiertas' destaca por poner a las mujeres en el frente de la historia. Ellas, sus problemas y sus vidas son lo único que importa en una ficción en la que los hombres son más secundarios. 'Heridas abiertas' explora el mundo de las autolesiones y el alcoholismo de una manera franca y transparente, entendiendo las causas y las implicaciones del problema. No es condescendiente con el espectador, y eso es de agradecer. Al final de cada episodio, HBO incluye un aviso con un número de teléfono para personas que sufren estos problemas. Y algo que no podemos pasar por alto: a pesar de todos sus temas pendientes, Camille en ningún momento es una víctima pasiva sino un personaje activo que se mantiene siempre en movimiento.

Pero 'Heridas abiertas' también nos habla de roles de género y del daño que pueden hacer a hombres y mujeres. De cómo los hombres han de ser rudos y violentos porque si no, pueden parecer sospechosos. John Keene, hermano de una de las chicas desaparecidas, es un chico sensible y muy dado a llorar, lo que le convierte en blanco fácil de toda la comunidad y automático sospechoso. Por su parte, Camille no se adapta al estereotipo de chica frágil y delicada del pueblo y eso la obligó a marcharse y aguantar todo tipo de cuchicheos a su regreso.

Y además, no falta aquí la conversación sobre violencia de género y violencia doméstica tratada desde el punto de vista más psicológico, mucho más interesante que la violencia física. Y es que en Wind Gap el arma más utilizada no es la pistola, sino las palabras.

No es de extrañar que nos encontremos ante una serie de esta calidad, porque sus responsables son sinónimo de éxito. La creadora de 'Heridas abiertas' es Marti Noxon, productora de la icónica 'Buffy, cazavampiros' y que en los últimos años ha escrito 'Hasta los huesos' para Netflix y ha sido nominada al Emmy por su trabajo como showrunner de 'UnREAL'. El director, como ya sabemos, es Jean-Marc Vallée, encargado de 'Big Little Lies', pero también de películas como 'Dallas Buyers Club' o 'Alma salvaje'.

Además, la ficción se basa en la novela del mismo nombre de Gillian Flynn, a la que conocemos por escribir la novela 'Perdida' y su posterior adaptación a película de la mano de David Fincher. En esta ocasión, Flynn también se ha involucrado en la escritura del guion de 'Heridas abiertas', lo que nos asegura una adaptación fiel del libro. Todo apunta a que las nominaciones llegarán a sus puertas más pronto que tarde, pero el mayor premio lo han conseguido ya. 'Heridas abiertas' cuenta con responsables femeninas detrás de las cámaras. Más mujeres contando historias sobre mujeres, una demanda que lleva tiempo rondando por Hollywood y aquí, por suerte, se cumple.

HBO ha confirmado que 'Heridas abiertas' se va a mantener en su formato de miniserie y no hay posibilidades de que tenga una continuación. Esto puede parecer sinónimo de fracaso, pero trae, como mínimo, dos consecuencias positivas. La primera, que la historia no se alargará inútilmente en aras del beneficio económico. El misterio de Wind Gap durará lo que se necesite, y ni un capítulo más. Eso significa que no nos encontraremos tramas innecesarias ni personajes deformados cuyas acciones resulten difíciles de creer, toda una bendición en estos tiempos televisivos.

Por otro lado, su existencia como miniserie la hace perfecta para el periodo estival. Hablamos de ocho capítulos de una hora cada uno que no van a ocupar otro espacio más entre tus series pendientes cuando llegue septiembre. Todos tenemos muchas tareas y muchas series que ver, así que 'Heridas abiertas' puede ser el añadido perfecto para tu lista.

Todo el equipo de la ficción se encuentra de acuerdo con que ésta no viva más allá de una temporada. "Amy no quiere volver a vivir ese personaje y no puedo culparla, es mucho peso para una actriz", declaró para Deadline Casey Bloys, presidente de programación de HBO. Así que toda la oscuridad de 'Heridas abiertas' quedará concentrada en una temporada. ¿Te atreves a sumergirte en ella?