Llega a las carteleras españolas el último largometraje del director James Mangold, quien ya asombró al mundo con su último trabajo, la despedida de Hugh Jackman como Lobezno en la madura 'Logan'. Pero ahora nos ocupamos de 'Le Mans '66' y la gran historia real que inspiró al equipo de la cinta para llevar este evento a la gran pantalla.
Todo comenzó gracias al rencor de uno de los magnates más importantes del automovilismo. Henry Ford II llevaba años queriendo entrar en las carreras de resistencia, y negoció durante muchos meses para adquirir la empresa de Enzo Ferrari, quien necesitaba un gran acuerdo por falta de liquidez. Pero cuando todo parecía cerrado, el acuerdo de 1963 fue rechazado por Ferrari a última hora y cuando todo el equipo de Ford se encontraba ya en Italia (parece que el magnate italiano nunca tuvo intención de vender y perder la autonomía de su empresa). Este viaje en vano cabreó tanto a Ford, que cuando pisó suelo americano, le dio un objetivo a su hombre de confianza, Don Frey. Patearle el trasero a Enzo Ferrari en Le Mans con un coche creado por la compañía para ello.
Tras unos años trabajando en un modelo, llegó el GT40, considerado una leyenda del automovilismo entre los más entendidos. Un coche tan emblemático que casi nadie recuerda a los pilotos que brillaron con él, solo existía el GT40, lo demás era complementos. Pero su creación puede ser vista como un milagro, ya que la compañía de Ford no tenía ninguna experiencia respecto a vehículos de carreras, y cuando el jefazo dio la orden de ganar Le Mans, la compañía tuvo que ponerse manos a la obra durante mucho tiempo para conseguir ese objetivo. De hecho, fue el inglés Roy Lunn, un antiguo experto que había trabajado para Aston Martin en Le Mans, y que llevaba el departamento avanzado de Ford, quien fue vital para la operación.
Lunn y Frey presentaron un programa confidencial a los ejecutivos de Ford con el que intentarían conseguir el éxito. Ese programa sería el inicio del GT40, un coche deportivo de dos asientos que neutralizaría la imagen y carrocería del Corvette. La iniciativa gustó tanto, que recibieron el okey a los cinco minutos de realizar la presentación. Había llegado el siguiente paso. Lunn y el resto del equipo comenzaron a confeccionar y preparar el coche del futuro. Fue entonces cuando Lunn compró dos Ford V8 que tenían una carrocería de aluminio, la configuración y el motor ideado por el programa, y eran coches de carreras, siendo básicamente el GT40 en todo, menos en el nombre. También se contrató al exjefe de Aston Martin John Wyer y comenzaron a trabajar. Más adelante, se unió al equipo Bruce McLaren, quien evaluó el prototipo ideado y mejoró lo pensado en un primer momento. Así se mejoró y se calibró la suspensión geométrica de este coche que ya contaba con un cuerpo de acero duro y estable. De hecho, el primer prototipo completo del coche (GT/101) corrió con un motor V8 Ford Fairlane, pero con una carrocería de aluminio.
El mes pensado para presentar el coche en sociedad fue abril de 1964, y el cuerpo del coche se fabricó tan a contrarreloj que casi no llega al aeropuerto JFK desde el aeropuerto de Londres. Tras su presentación en Nueva York, parecía que todo estaba listo para triunfar, pero tras los test en Le Mans unas semanas después, se revelaron problemas de estabilidad en altas velocidades. Fue entonces cuando Wyer, quien estaba aún al cargo de la construcción del GT40, dejó el trabajo y seleccionó a la leyenda americana Carroll Shelby (Matt Damon en la película), para que se encargase de acabar y perfeccionar el diseño. Fue este nuevo fichaje el que dotó al coche de todos aquellos detalles esenciales que necesitaba el GT40 para convertirse en leyenda.
Shelby emergió como una persona de gran carácter que rechazó a incontables pilotos que estaban más preocupados por el chasis que por la configuración del coche. Además, se cambió el motor y la transmisión, consiguiendo las primeras victorias del coche con el británico Ken Miles (Christian Bale en la cinta). Pero las siguientes carreras no salieron tan bien, perdiendo todos los objetivos mientras Ferrari seguía arrasando allí donde iba, y ganando por novena vez Le Mans.
Y llegó Le Mans '66
En 1966 llegaron finalmente los buenos tiempos. La compañía de Ford se preparó a conciencia para esta cita, y corrieron con un motor de desarrollo durante 48 para prepararse. Además, el magnate (Ford II) se llevó a todo el mundo a la carrera, congregando un equipo de 100 personas, nueve coches, siete motores de repuesto, y 21 toneladas de piezas de repuestos. "Será mejor que ganes", ponía en la tarjeta que Ford II le entregó a su jefe de carreras. Durante el evento, una lluvia hizo que los Ferrari acabaran eliminados de la noche a la mañana, y el GT40 tenía tanta ventaja que redujeron el ritmo a propósito. Henry Ford II consiguió su ansiada victoria, y, además, el Ferrari que mejor clasificó lo hizo en octavo lugar, y a 47 vueltas del GT40. La cinta tiene también en su reparto a Benjamin Rigby (Bruce McLaren), J.J. Feild (Roy Lunn), Remo Girone (Enzo Ferrari), o Tracy Letts (Henry Ford II). Ya se encuentra en las carteleras.