å

¡CUIDADO SPOILERS!

'Enola Holmes 2': La historia real que marcó un antes y un después en los derechos de las mujeres inglesas

La segunda entrega de la saga de 'Enola Holmes' se adentra de lleno en uno de los eventos más históricos del Londres victoriano.

Por Sofia Kofoed Alonso 8 de Noviembre 2022 | 17:05

Comparte:

¡Comenta!
'Enola Holmes 2': La historia real que marcó un antes y un después en los derechos de las mujeres inglesas

¡Cuidado SPOILERS!

* Si aún no has visto 'Enola Holmes 2', ¡no sigas leyendo! Descubrimos la historia real en la que se basa el gran giro, y las referencias de la película.

'Enola Holmes 2' parece estar superando las expectativas de su precedente. La secuela ha demostrado mantener los factores de éxito de la primera entrega y ofrecer un caso más complicado y entretenido. Sin embargo, lo que muchos no saben es que el caso que investiga Enola (Millie Bobby Brown), que se entrelaza con el de su hermano Sherlock (Henry Cavill), está basado en un momento histórico de ese mismo año: la Huelga de las Cerilleras, un hito en el Londres de 1888.

Fotograma de 'Enola Holmes 2'

En la película, Enola investiga la desaparición de una trabajadora de una fábrica, Sarah Chapman (Hannah Dodd), e irá uniendo cabos hasta descubrir páginas desaparecidas del registro de la fábrica, un sospechoso brote de tifus y un amor secreto. Mientras algunos hechos han sido ficcionados, Sarah Chapman sí existió y fue una de las figuras claves para cambiar las condiciones laborales y la igualdad de género en el Londres de finales del siglo XIX.

El supuesto brote de tifus que narra la película, que más tarde se descubre que es una enfermedad por contacto con el fósforo blanco, es completamente cierto. La enfermedad se llama fosforilación de la mandíbula, destruye los huesos de la boca y es consecuencia directa de la falta de higiene al estar en contacto con el fósforo blanco. Aunque en la película las trabajadoras afectadas son mandadas a casa a morir, en la realidad a cualquier trabajador de Bryant & May que se quejara de dolor de muelas se le obligaba a ser desdentado, para intentar prevenir así que se extendiera el brote.

A pesar de ello, los dueños de la fábrica eran conscientes del riesgo que suponía para los trabajadores, pero el precio de dicha sustancia tóxica era considerablemente menor al del fósforo rojo, como bien cuenta la película. Sin embargo, 'Enola Holmes 2' deja fuera algunos de los momentos más cruciales de la historia vivida en Londres victoriano y de lo que supondrían los derechos laborales a partir de entonces. Según el historiador Lowell Sastre, la preocupación de las cerilleras estaba más enfocada a los sueldos y las multas que a su seguridad y harían huelgas en 1881, 1885 y 1886, pero no tuvieron éxito hasta 1888, cuando lideraría Chapman.

Sarah Chapman comenzó a trabajar en Bryant & May a los 19 y a los 26 había alcanzado un buen puesto en la fábrica de fósforos. Sin embargo, el 5 de julio de 1888 fue una de las 1.400 trabajadoras que perpetuó el boicot a la fábrica debido a las pobres condiciones laborales. Chapman, junto a otras dos mujeres, se reunió con la política y activista Annie Besant en busca de apoyo. Según el mismo medio, Enola sería una reinterpretación de Besant: "En lugar de intentar sensibilizar a la opinión pública, se dedica a investigar la fábrica de forma encubierta y a seguir las pistas por Londres". Fue Besant quien dio a conocer las terribles condiciones en un artículo en The Link, según Den of Geek. Más tarde, ayudó a Chapman a crear el Comité de Huelga, mediante el cual confrontaron a Bryant & May hasta que accedió a todos los requisitos que habían estipulado, e incluso logró que llegaran al Parlamento, como muestra la poderosa escena final de la película.

Mas allá de la película

A pesar de que el filme corte en el triunfal momento, la historia va mucho más allá: Bryant & May no dejó de utilizar fósforo blanco hasta veinte años después, pero las trabajadoras se unieron bajo el Sindicato de las Cerilleras, que sería el mayor sindicato femenino del país. Sarah no fue bailarina en el Teatro Paragon ni estuvo enamorada del hijo de la fábrica, pero sí tuvo un papel fundamental en la historia de Reino Unido y llegaría tan lejos como a ser la representante de la asociación de trabajadoras en el Congreso de Sindicatos de Reino Unido.