"A los estudios ya no les interesan hacer cosas como estas. Prefieren películas más infantiles". Richard Linklater aprovechó un coloquio tras la proyección de su nueva película, 'Hit Man. Asesino por casualidad', para lanzar un ataque directo a los grandes estudios tradicionales, que cerraron la puerta al cineasta cuando les propuso crear un filme sobre la historia real del falso asesino a sueldo que colaboraba con la policía, Gary Johnson.
A pesar de la negativa de las majors, Linklater finalmente pudo sacar adelante su idea con productoras de segundo nivel, y presentarla en los Festivales de Venecia y de Toronto de 2023. Fue en la ciudad canadiense donde Netflix pudo comprobar lo que habían dejado escapar las grandes distribuidoras, y compró la película al instante. No se equivocaban.
Esta no lo vimos venir
Disparemos de una vez. 'Hit Man. Asesino por casualidad' es una película sorprendentemente buena. Explicaré lo de "sorprendentemente". Ya sea por el (poco) marketing que ha tenido alrededor, los carteles o los tráilers, de primeras el filme podía llevar a pensar en un producto entretenido pero estándar y olvidable, una de esas películas que los directores hacen casi por mantenerse ocupados y ganar algo de dinero, más todavía si está Netflix de por medio.
"Hombre de poca fe. ¿Por qué has dudado?". Aquellas palabras de Jesús a Pedro que recoge la Biblia bien son las que podría decir Linklater a todos los fieles que no esperábamos demasiado de 'Hit Man'. Porque en lugar del entretenimiento estándar y olvidable, nos hemos topado con una comedia negra atrevida e intrigante, que reflexiona sobre la identidad sin ser pedante ni plomiza y cuyas trazas de romance y thriller están bien encajadas en un guion tremendamente sólido y que mejora hasta un tercer acto que nos recuerda al mejor cine de antaño.
Tantos géneros como disfraces
Como decíamos antes, 'Hit Man. Asesino por casualidad' está basada en una persona real, Gary Johnson, que colaboraba con la policía haciéndose pasar por asesino a sueldo para incriminar a la gente que quería adquirir sus servicios. En la película, Gary Johnson es Glen Powell, profesor de filosofía bastante nerd al que intentan 'bettyzar' para hacerle pasar por más feo de lo que es al principio. Pero 'Yo soy Glen, el feo' es menos realista aún que 'Yo soy Betty, la fea', por lo que afortunadamente ese intento de hacernos verle poco atractivo dura poco por el bien de la película.
Johnson trabaja con la policía en sus ratos muertos desenmascarando a asesinos que no quieren mancharse las manos, pero siempre viendo los toros desde la barrera, hasta que Jasper (Austin Amelio), el falso sicario, es apartado temporalmente por un incidente. El sustituto tiene que ser Gary Johnson, y para sorpresa de todos, incluido el propio Gary, lo clava. Gary empieza así una doble vida en la que su propia personalidad se ve alterada, entrando en un debate propio sobre el yo mientras da clases de ello en su aula de filosofía, sobre todo cuando se siente atraído por Madison Masters (Adria Arjona), una mujer que solicita sus servicios.
'Hit Man' tiene tres grandes actos. El cambio de vida de Gary Johnson, su relación con Madison y el desenlace, del que no desvelaremos demasiado. Ver a Glen Powell tan polifacético convertido en el sicario de las mil caras es lo mejor de un primer acto donde la comedia negra y la fábula existencialista combinan a la perfección con el subgénero del hit man, tan popular históricamente en el cine de acción hollywoodiense.
La película torna entonces hacia una comedia romántica con más soft porn que 'Los Bridgerton' cuando Adria Arjona entra en acción. Si pensábamos que Powell y Sydney Sweeney tenían química en 'Cualquiera menos tú', esto se queda en nada en comparación a lo que se siente en 'Hit Man' entre los protagonistas. No obstante, y aunque ver a dos guapos semidesnudos comiéndose mutuamente no suena aburrido, la cinta se estanca en esta parte central donde parece perder la fuerza del principio y situarse en un terreno más manido, más propio de una comedia romántica algo empalagosa y sin un rumbo claro.
Por suerte, es solo como cuando una montaña rusa te da un respiro antes de terminar la experiencia por todo lo alto. Linklater y Powell, que firman juntos el guion, evitan que la película pase de memorable a decente con el transcurso de los minutos, algo que no pudo lograr David Fincher en otra película de sicarios de Netflix, 'El asesino', con un tercer acto plagado de giros argumentales bien hilados, que no pecan de ser ni esperados ni sobreactuados.
Es aquí donde el trío protagonista conformado por Glen Powell, Austin Amelio y Adria Arjona saca toda la artillería pesada con actuaciones de gran nivel que te mantienen enganchado a la infinidad de cosas que están sucediendo. Recalcable lo de Arjona, que parecía destinada a ser desaprovechada únicamente como la mujer sexy del filme viendo cómo avanzaba el metraje, y que termina convirtiéndose en el personaje más intrigante de la película, incluso más que Powell a pesar de su evolución en la trama.
Que vivan las sorpresas
En un momento complicado para el cine, 'Hit Man. Asesino por casualidad' es un soplo de aire fresco que nos hace recordar por qué nos gustan tanto las películas. Linklater ha transformado un artículo que leyó en 2001 sobre Gary Johnson en una comedia macabra con reminiscencias al cine de Billy Wilder, y en una de las mejores películas sobre sicarios de los últimos tiempos, cuando el protagonista ni siquiera lo es realmente.
Y todo ello, logrando ser original y seguir sorprendiendo en su 22ª película. Qué faltos estamos de sorpresas positivas, y qué bien sientan recibirlas.
'Hit Man. Asesino por casualidad' ya está disponible en cines.