'Hitman' es la adaptación cinematográfica del popular juego diseñado por la empresa danesa IO interactive, que se ha constituido ya en una saga de cuatro entregas desde su lanzamiento en el año 2000 de Hitman: codename 47.
Dirigida por el francés Xavier Gens, director de la película presentada en el pasado Festival de Sitges 'Frontiere(s)', y protagonizada por Timothy Olyphant, Dougray Scott, Robert Knepper y Olga Kurylenko entre otros, la película cuenta la historia de un asesino a sueldo conocido únicamente como 47, cuya misión es acabar con los objetivos designados por la enigmática agrupación conocida como La Agencia. Durante una misión en Rusia, 47 será víctima de una emboscada, conviertiéndose en el objetivo de los otros Hitman.
Como consecuencia de la escasez de guiones que está diezmando la originalidad de Hollywood desde hace ya unos cuantos años, las adaptaciones de videojuegos, junto a los cómics y los remakes, se han convertido en una suerte de gallina de los huevos de oro para las productoras: películas como 'Resident Evil', 'Alone in the dark', 'Silent Hill', 'Tomb Raider' o 'House of the dead' inundan las pantallas cada vez con más frecuencia, con resultados bastante dispares, aunque por norma general no demasiado halagüeños.
Pies bien, 'Hitman' es un claro ejemplo de ello.
Escasa diversión
Con un guión relamido, interpretaciones de telefilm de los ochenta, y una supuesta violencia explícita que ha hecho que la película llegue a Estados Unidos con una inexplicable clasificación R, 'Hitman' no es ya que no ofrezca novedad alguna al género, cosa que tampoco esperaba, sino que ni tan siquiera es capaz de distraernos medianamente; ni las cámaras ralentizadas, ni los planos cenitales, ni los constantes tiroteos acompañados de música industrial, ni los exíguos vestidos de Olga Kurylenko son capaces de librarnos de un sopor que empieza a ser una realidad alarmantemente palpable a los quince minutos de metraje.
No es que un servidor busque una trama tremendamente enrevesada, ni mucho menos unas interpretaciones de Óscar, pero sí diversión y acción trepidante, con efectos especiales elaborados e impactantes, tal y como otros productos actuales como 'La jungla 4.0' o incluso 'Shoot' em up' sí nos ofrecen.
Pero 'Hitman' no.
Ni sus coreografías ni sus contínuos planos a cámara lenta logran aproximarse al John Woo más decadente, su historia nos suena a déjà vu o, mejor dicho, a refrito, y Timothy Olyphant nos resulta todavía menos creíble que en su rol de villano en 'La jungla 4.0'; exento de carisma, el asesino número 47 desfila por Rusia y Turquía con su inconfundible código de barras tatuado en la nuca sin ser visto por citar tan sólo una de las incongruencias varias que podemos encontrar a lo largo de su trama, acabando con agentes de la mafia, la Interpol, o la Inteligencia rusa, amén de otros Hitman, de manera tan pulcra como insulsa, ofreciéndonos tan sólo unos exagerados chorros de hemogoblina.
Bastante tediosa, a decir verdad.