Desde su aplaudida primera proyección, 'Borgman' sonaba con fuerza para entrar en el palmarés y, en efecto, así lo ha querido finalmente el jurado de esta 46ª edición del Festival de Sitges. Los integrates del mismo -Fede Álvarez, Miguel Ángel Vivas, Christian Hallman y Aina Clotet- han considerado esta negrísima comedia holandesa, la obra merecedora del premio a la mejor película del certamen que finaliza mañana.
'Borgman' sigue los pasos de un misterioso personaje callejero que se cuela en el hogar de una familia de la alta sociedad holandesa para desatar el caos y los bajos instintos de sus miembros. Se trata de una película de ritmo pausado, con atmósfera, personajes bien definidos, visualmente poderosa y siempre sorprendente. El único reproche que podemos hacer al jurado es que, por segundo año consecutivo, el film ganador de un festival que se dice de cine 'fantástico y de terror' encaja con pinzas dentro de esos parámetros, en un certamen que no debería perder su sello distintivo por atraer un cine mejor considerado entre la prensa especializada.
Sirva también el comentario anterior para el Gran Premio del Jurado, galardón que se lleva merecidamente Jim Jarmusch y su aplaudida 'Only Lovers Left Alive'. Aquí hay vampiros y por tanto, poco que objetar, salvo que la atractiva (aunque irregular) película de Jarmusch utiliza el género como un mero envoltorio para desarrollar otra de sus habituales comedias existencialistas. De nuevo, es una buena obra, que sin embargo no tiene en absoluto alma de género, aunque en este caso sí tenga la forma.
El premio a la mejor dirección ha ido a parar a los israelíes Aharon Keshales y Navot Papushado por la notable 'Big bad wolves', que era otra de las grandes candidatas de la prensa para liderar el palmarés. El premio es muy justo, pues la película maneja con habilidad un material explosivo, moviéndose hábilmente entre géneros que van de la farsa al torture porn y sus realizadores logran una atmósfera opresiva digna de elogio, a pesar de que su decepcionante desenlace reste ciertos enteros a la obra en conjunto.
Galardones de la discordia
Más discutibles resultan los premios de interpretación para el hongkonés Andy Lau por su papel en 'Blind detective' y la británica Juno Temple, por su torturado personaje de la chilena 'Magic, magic', una olvidable incursión en la locura juvenil que obtuvo una fuerte división de opiniones en sus pases. El premio al mejor guion fue para la norteamericana 'Coherence' sobre los efectos del paso de un cometa cercano a la Tierra y el galardón a los mejores efectos especiales va a parar a la entretenida cinta canadiense 'Afflicted' de la que hablaremos en la crónica de mañana, como también lo haremos del cortometraje premiado: 'The landing' de Josh Tanner.
Otra de las grandes favoritas era la estupenda 'The congress', cuya atrevida y pertinente advertencia sobre el impacto de la tecnología en el arte y la sociedad actual, se ha tenido que conformar con el premio de la crítica. Mientras, el galardón del público se lo ha llevado por sorpresa el documental 'Jodorowsky's Dune' de Frank Pavich, sobre el fallido rodaje del que iba a ser el gran proyecto del homenajeado Alejandro Jodorowsky, cuyo film 'La danza de la realidad' se va injustamente de vacío.