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CRÓNICA

Hollywood se lo vuelve a pasar bien en los Oscar del Barbenheimer

'Oppenheimer' acabó triunfando en una ceremonia llena de grandes pequeños momentos.

Por Jesús Agudo Más 11 de Marzo 2024 | 07:09
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Christopher Nolan posa con sus dos premios Oscar
Christopher Nolan posa con sus dos premios Oscar (AMPAS)
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La 96ª edición de los premios Oscar llegaba con la sensación de que iba a ser una de las entregas más predecibles de los galardones entregados por la Academia de cine de Hollywood. 'Oppenheimer' llevaba una carrera tan arrolladora que nada parecía capaz de pararle los pies a estas alturas. Pero la gala fue capaz de hacernos creer que había espacio para la sorpresa cuando, de pronto, 'Pobres criaturas' se alzaba con tres estatuillas seguidas. Fue un espejismo, claro. Al final siguió siendo la noche de Christopher Nolan. Pero este fortuito trío para la cinta de Yorgos Lanthimos consiguió que la gran noche del cine se sintiera más interesante. Y no fue el único.

El evento capitaneado por Jimmy Kimmel comenzó una hora antes que otros años, que se convirtieron en dos para los españoles gracias al horario de verano norteamericano. Algo antes de las 4 de la madrugada ya estábamos cortando conexión con Los Ángeles, con la sensación de que este año la gala había sido más ágil. De nuevo, es probable que haya sido un espejismo. Al final, una ceremonia en la que se entregan 23 premios es muy difícil de hacerla "ágil". Pero la escaleta de esta edición supo centrarse en lo importante y no perder demasiado el tiempo.

Jimmy Kimmel en el escenario de los Oscar 2024

Más allá de las actuaciones musicales y el monólogo inicial, no hubo grandes sketches que ralentizaran el asunto. Incluso varias de las canciones fueron recortadas de manera descarada. La gala supo moverse de segmento en segmento con eficacia, sacando a relucir la razón por la que algunos reservamos esta cita anual de manera religiosa: ellos mismos. Hemos venido a ver estrellas, y los Oscar nos las han dado. Por ejemplo, recuperando la mejor tradición de estos premios: reunir a cinco ganadores o ganadoras de años anteriores para elogiar a los nominados y nominadas de este año. Ver a Da'Vine Joy Randolph llorar todavía sentada en su butaca por ser presentada por Lupita Nyong'o es de esos momentos que consiguen elevar una ceremonia como esta.

También lo es realizar emparejamientos que funcionan para presentar candidaturas, como hacer una reunión de 'Los gemelos golpean dos veces' juntando a Danny DeVito y Arnold Schwarzenegger, y encima aprovechar para hacer una reunión-pique de villanos de Batman con Michael Keaton. O despedir el Barbenheimer por todo lo alto con Emily Blunt y Ryan Gosling derrochando química a la vez que rinden homenaje a los especialistas de acción y venden su nueva película. O, y esto no lo vimos venir, hacer un chiste con Steven Spielberg recibiendo nudes de Kate McKinnon. Pequeños momentos que no quitan mucho tiempo pero que hacen que los asistentes del Dolby Theatre se lo pasen bien. Y si ellos se lo pasan bien, nosotros también.

John Cena desnudo en los Oscar 2024

Se lo pasó bien hasta John Cena, que tuvo el papelón de tener que salir al escenario delante de todos sus compañeros de trabajo como vino al mundo, pero no hay nada más brillante que una estrella que sabe reírse de sí misma. Como la propia Academia, que supo aplacar la polémica con la no invitación de Messi, el perro de 'Anatomía de una caída', revirtiendo la prohibición y convirtiéndolo casi en invitado de honor. Todos esos pequeños momentos, casi pensados ya para convertirse en gif, levantaron una gala en la que el guion no estuvo siempre a la altura. Y eso que Jimmy Kimmel consiguió recuperar el ritmo a mitad de noche, después de un inicio duro con chistes bastante mal recibidos (sobre todo los de Robert Downey Jr.), para coronarse de la mejor manera posible lanzando un dardo a Donald Trump minutos después de que tuiteara una de sus últimas impertinencias.

Hablando de política, este año hubo momentos para la diversión, pero era difícil obviar el mundo que había ahí fuera. Kimmel habló de las huelgas de Hollywood del año pasado y enlazó con la posible huelga de los técnicos de IATSE que se cierne en el horizonte, diciéndoles que estarán de su lado como ellos lo estuvieron el año anterior, e invitando al escenario a todos los miembros del equipo que hacen posible la ceremonia.

La masacre en Gaza fue mencionada de soslayo por Jonathan Glazer al recoger su Oscar, recordando a las víctimas de ambos bandos. Mstyslav Chernov, director de '20 días en Mariúpol', fue el que más se mojó, diciendo que probablemente era el primer ganador del Oscar en desear no haber hecho nunca su película, y dejando una frase que deja poso: "El cine forma recuerdos, los recuerdos forman la historia". El disidente Alexei Navalny, protagonista del documental ganador del Oscar el año pasado, fue el primero en aparecer en un In Memoriam marcado por la actuación de Andrea Boccelli y su hijo. Un momento muy bonito en el que, por desgracia, se notó más que nunca que en esta industria siempre ha habido clases.

Pon un Ryan Gosling en tu gala

Las actuaciones musicales fueron sencillas, pero cumplieron su propósito para presentar los temas nominados. Sencillas... menos 'I'm Just Ken'. Fue la última en sonar, pero llegó cuando más lo necesitábamos. Ryan Gosling comenzó detrás de una Margot Robbie sonrojadísima en el patio de butacas para subir al escenario y rodearse de bailarines, de sus compañeros Kens de 'Barbie' y de siluetas de la cabeza de la muñeca. El actor cantó fantásticamente en directo y culminó dando otro momento memorable, bajando de nuevo del escenario y convirtiendo su actuación en un karaoke con Greta Gerwig, Margot Robbie, America Ferrera y Emma Stone. En una gala en la que se quiso ir a lo directo y simple supieron cuando soltarse la melena y reventar el auditorio. Una de las mejores actuaciones musicales de los últimos años, y un recordatorio de lo que pueden y deberían ser los Oscar cada año. Sin desmerecer a Billie Eilish, Becky G, Jon Batiste o Scott George y los cantantes Osage.

Ryan Gosling en los Oscar 2024

'Barbie' volvió a demostrar que no necesita haber ganado 7 Oscars para haber dejado un hueco en la cultura popular reciente. La película de Greta Gerwig solo se llevó una estatuilla, para el tema de Billie Eilish y Finneas, pero estuvo presente desde el principio de la ceremonia hasta casi el final. Su compañero de campaña de marketing inesperada, 'Oppenheimer', se llevó 7 estatuillas: película, dirección, actor, actor de reparto, fotografía, banda sonora y montaje. Christopher Nolan por fin subió al escenario del Dolby en recompensa por una película que desafió las expectativas y fue capaz de convencer a la crítica, de llenar sesiones y sesiones, y de convertirse en una de las películas más taquilleras del año pasado.

Nolan consiguió el aplauso de sus compañeros y compañeras, esos que hasta ahora le habían dejado bastante olvidado en las nominaciones a pesar de que cada película suya creaba conversación, creaba nuevos fans y sorprendía de una forma u otra. Y siempre poniendo la experiencia del cine en una sala de cine por encima de todo. Para algunos 'Oppenheimer' merecerá esos 7 Oscars. Para otros, serán los típicos premios que ya le debían hace tiempo. No son excluyentes. Dice mucho que 'Oppenheimer' se haya podido erigir campeona en un año en el que ha habido películas tan buenas y tan diferentes. Los académicos han sabido verlo al destacar el guion de 'Anatomía de una caída', la producción de 'Pobres criaturas' o el sonido de 'La zona de interés'. Pero los siete premios que se lleva la de Nolan son base suficiente para consolidar su triunfo.

Robert Downey Jr., Da'Vine Joy Randolph, Emma Stone y Cillian Murphy con sus Oscars

Qué mejores cimientos para ese éxito que el premio para su protagonista, un Cillian Murphy más emocional que nunca, y para su antagonista, un Robert Downey Jr. que por fin se hacía con un Oscar, dando gracias a su "terrible infancia" y a su abogado que tantas veces le tuvo que pagar la fianza. Sus premios, junto con el de Da'Vine Joy Randolph (la más emocionada de la noche, y con ella, Paul Giamatti), estaban cantados. La última gran sorpresa en el palmarés llegó con Emma Stone, que chafaba la hasta ahora estupenda carrera de premios de Lily Gladstone y se alzaba con su segundo Oscar por su maravillosa Bella Baxter. Una vez más volvió a enamorar con esa naturalidad con la que admitió que se le había roto la parte de atrás del vestido.

'Los asesinos de la luna' y el pueblo nativo americano se fueron de vacío... y España también. 'La sociedad de la nieve' y 'Robot Dreams' se quedaron muy pronto sin premios, pero espero que ambos equipos aprovecharan para disfrutar al máximo de una velada sabiendo que la competencia era feroz y que ambas habían hecho un trabajo impecable para llegar donde habían llegado. Pueden volverse con la cabeza alta, que nosotros las seguiremos viendo como los peliculones que son.

Iba a ser una ceremonia predecible, con premios predecibles. Quizás sean esas expectativas bajas las que hablan, o quizás las dos horas de adelanto. Pero esta gala que no ha buscado momentos enormes (más allá de 'I'm Just Ken') ni ha decorado cada premio con filigranas ha sido de las más sorprendentes de los últimos años. Ágil, divertida y con más sorpresas de las que cabía esperar. Quizás los Oscar necesitan poco más que muchas estrellas queriendo pasárselo bien. Como ya he dicho, si ellos se lo pasan bien, nosotros también.