La historia de los extraños reportes sobre avistamientos de gente disfrazada de payaso en las inmediaciones del bosque de Greenville, una tranquila población de Carolina del Sur, continúa con un nuevo episodio que parece arrojar algo de luz sobre los hechos.
Para quienes no se hayan enterado de lo sucedido, la noticia saltó hace unas semanas, y decía que personas disfrazadas de payaso habían aparecido en los patios traseros de algunas casas, ofreciendo caramelos a los niños e intentando atraerles hacia el bosque. Fueron varias las familias que relataron lo mismo a las autoridades, incluso una madre aseguró que se había acercado al bosque y había visto con sus propios ojos a payasos haciendo ruidos extraños y con láseres de luz.
Todo parecía haberse apaciguado después de que en The Guardian se publicase la teoría de que podía tratarse de una macabra estrategia de marqueting para promocionar '31', la nueva película de Rob Zombie, pues casualmente, Greenville era uno de los lugares donde podría verse la película en su estreno limitado.
La novedad viene dada a causa de que David Wayne Armstrong, de 24 años, fue detenido el pasado viernes en Winston-Salem, Carolina del Norte (a unas dos horas y media de distancia de Greenville), por presentar una denuncia falsa de avistamiento de un payaso alrededor de las tres de la madrugada de ese mismo día. Armstrong afirmó que un payaso había llamado a su ventana y que había tratado de perseguirle, pero después de que la policía hubiese investigando el incidente, se vino abajo y confesó que se lo había inventado. El joven permanece recluido en el Centro de Detención del Condado de Forsyth bajo una fianza de 500 dólares.
David Wayne Armstrong was arrested on 9/9 & charged with filing false police report related to a clown sighting. 51 pic.twitter.com/lTIG2RxFxy
? cityofwspolice (@cityofwspolice) 9 de septiembre de 2016
Un representante de la policía dijo a Greensboro.com que el 4 de septiembre, supuestamente otro payaso fue visto por dos niños y oído, aunque no visto, por un adulto, por lo que podría tratarse de otra invención. Sea como sea, el teniente Steven Osborne informó a Fox 8 que ningún avistamiento de payaso se ha podido corroborar y que los falsos testimonios crean tensión en el departamento.
"No tenemos recursos infinitos. Son finitos, y tenemos que ser capaces de desplegarlos y utilizarlos para crímenes reales y los ciudadanos que necesitan ayuda de emergencia".
Stephen King opina sobre los sucesos
Sea real, una estrategia de márqueting o una leyenda urbana (lo que parece indicar que así es), los reportes de payasos se han dado en lo que algunos medios han bautizado como "Triángulo del Arlequín", entre Greenville, Greensboro y Winston-Salem. Debido al aluvión de noticias, desde Bangor Daily News decidieron ponerse en contacto con un experto en la materia acerca de la coulrofobia, el miedo irracional a los payasos: Stephen King.
"Cuando escribí 'It', escogí la cara de Pennywise como la de un payaso porque a los niños les encantan payasos, pero yo les temo. Con sus rostros blancos y labios rojos son muy diferentes y grotescos, en comparación a las personas "normales"", informa el escritor. King atribuye el pánico colectivo a los payasos en las dos Carolinas a un fenómeno que se repite: el del Hombre del Saco, y recuerda que a finales de la década de los ochenta ya sucedió algo parecido en Arizona, Massachusetts y Nueva Jersey.
"Sospecho que es una especie de histeria colectiva a bajo nivel, como el Slender Man o el Bunnyman, que supuestamente se escondía junto a un puente en el condado de Fairfax, Virginia, llevaba una capucha blanca con orejas largas y atacaba a las personas con un hacha", dice King, para después sentenciar que: "El furor payaso pasará, como pasa con estas cosas. Pero volverá, ya que bajo las circunstancias adecuadas, los payasos pueden ser realmente aterradores".