Estados Unidos vive, por desgracia, un nuevo día negro. Un nuevo suceso ha tenido lugar en un cine del país, esta vez durante la proyección de la última película de Michael Bay: '13 Horas: Los soldados secretos de Bengasi'. Aunque no ha sido ni por asomo de la magnitud de los tiroteos de Aurora o de Lafayette, sí que vuelve a ser un nuevo ejemplo del grandísimo problema que tienen en el país con la posesión de armas.
El pasado jueves 21 de enero, un hombre disparaba a una mujer en el cine Regal de Renton, Washington, durante la proyección de las 20 horas de '13 horas: Los soldados secretos de Bengasi'. Aunque la película cuenta con un importante tono político, el suceso no ha tenido ningún objetivo reivindicativo o agenda. El agresor "parecía ebrio" según explica el Hollywood Reporter.
De hecho, el hombre fue el que llamó a la policía después de llegar a su casa, afirmando que el disparo había sido accidental y que había dejado caer la pistola después de suceder. Él y la víctima no se conocían de nada, supuestamente. La mujer fue trasladada al Centro Médico Harboview, donde lograron estabilizarla y sacarla de la zona de peligro.
Un gran problema de seguridad
No ha pasado ni medio año desde que un cine estadounidense volvía a ser escenario de un suceso con armas de fuego. En julio del año pasado, los cines de Lafayette, Louisiana, eran noticia por un tiroteo en el que murieron dos personas durante la proyección de 'Y de repente tú'. Casos como el de Renton dejan palpable que la posesión de armas es un problema que debería ser tratado lo antes posible, ya que está claro que algo no funciona si uno no puede ir al cine con la seguridad de que ningún borracho va a disparar, sin querer o queriendo, una pistola en plena proyección.