En la guerra de las plataformas de streaming, Netflix es por ahora la indiscutible ganadora. Sin embargo, la competencia se está poniendo las pilas. La nueva estrategia de Amazon incluye proyectos fantásticos de gran envergadura (y desorbitado presupuesto) como la serie de 'El Señor de los Anillos'; y el reclamo de los grandes nombres. Entre ellos, el de una de las mayores estrellas de Hollywood desde los 90: Julia Roberts.
La televisión de prestigio lleva unos años atrayendo talento que, hasta hace poco, no se prodigaba mucho por el mundo de las series. Emma Stone en Netflix, Reese Witherspoon, Nicole Kidman, Amy Adams y hasta Meryl Streep en HBO. En algo como 'Big Little Lies' precisamente es donde nos imaginábamos a una estrella del calibre de Roberts, pero no ha sido así. Amazon se ha anotado un punto fichándola antes que las demás para encabezar el reparto de su nueva serie original, 'Homecoming', que llega a Prime Video el 2 de noviembre tras su paso por el Festival de Toronto.
Pero el nombre de Roberts no es su único reclamo. Detrás de 'Homecoming' se encuentra el director y productor Sam Esmail, creador de 'Mr. Robot'. Los que han visto la serie protagonizada por Rami Malek se pueden hacer una idea más o menos clara (es una forma de hablar) de lo que se van a encontrar en 'Homecoming', porque esta repite claves visuales y narrativas, aunque cuente una historia diferente.
Un misterio paranoico
Poco se ha desvelado sobre 'Homecoming' previamente a su estreno, y con razón. La serie no es lo que parece a simple vista. A pesar de su apariencia de drama premium protagonizado por una estrella de cine, lo que tenemos aquí es todo un thriller psicológico. Basada en el exitoso podcast de ficción homónimo desarrollado por Gimlet Media, la serie gira en torno a Heidi Bergman (Roberts), terapeuta que trabaja en unas instalaciones secretas del gobierno conocidas como 'Homecoming' ayudando a soldados que vuelven de la guerra en su proceso de regreso a la vida civil y reinserción en la sociedad.
La historia se desarrolla a caballo entre dos tiempos. Años después de su experiencia en Homecoming, Heidi trabaja como camarera en un restaurante de su pueblo natal, donde ha regresado para cuidar de su madre (Sissy Spacek). Cuando un agente del Departamento de Defensa (Shea Whigham) aparece en su trabajo y comienza a hacerle preguntas sobre por qué abandonó Homecoming, Heidi se da cuenta de que no recuerda exactamente qué pasó y que la historia que hay detrás es diferente a la que ella ha estado contándose a sí misma y a los demás.
A partir de ahí, la serie plantará la semilla de la duda constante en el espectador, que, a través de la desconcertada mirada de Heidi, empezará a desgranar un misterio con múltiples ramificaciones. En el tablero de juego también nos encontramos a Colin Belfast (Bobby Cannavale), un ambicioso empresario con motivos cuestionables y Walter Cruz (Stephan James), uno de los soldados pacientes de Heidi, con el que la psicóloga desarrolla un vínculo especial. Alrededor de ellos se encuentra el sospechoso personal de Homecoming y un grupo de jóvenes militares (de los que destaca Jeremy Allen White de 'Shameless') entre los que se desata la duda y la paranoia. ¿Les han dicho la verdad? ¿Son sujetos de un experimento? ¿Están realmente donde les aseguran?
Descifrando un enigma basado en el trauma
Una de las particularidades más llamativas de 'Homecoming' es la duración de sus episodios. Normalmente, un thriller de sus características tendría capítulos de alrededor de una hora, pero aquí se despachan en 30 minutos. Aunque al principio puede resultar extraño y afectar al ritmo, se acaba revelando como la duración idónea para desarrollar una historia de suspense, lo que hace que la serie sea perfecta para el binge-watching.
Con buen pulso, acertadas pinceladas de humor y una excelente interpretación por parte de Roberts, 'Homecoming' sabe cómo construir un universo de dudas y preguntas que invitan a teorizar sobre lo que está ocurriendo, mientras reflexiona sobre temas como el síndrome postraumático o la camaradería entre soldados que han sobrevivido a la pesadilla de la guerra. Es decir, no es un simple juego del despiste para la audiencia, sino que además nos quiere contar algo.
A juzgar por los cuatro episodios que hemos podido ver, estamos ante una serie absorbente de la que apenas hemos tocado la superficie. Lo tiene todo a su favor. Un reparto de lujo, en el que los puntos fuertes de cada intérprete destacan gracias a un guion preciso y matizado (Roberts cautiva y Cannavale es un as de la comedia), un rompecabezas neo-noir que atrapa y una factura sobria y elegante, gracias al inconfundible estilo a la dirección de Esmail. No podemos decir con seguridad que estemos ante una de las series de la temporada, porque todavía no tenemos claro qué está pasando en ella, pero nos vamos a quedar para intentar averiguarlo. Aunque acabemos perdiendo la cabeza.
Lo mejor: Un misterio que deja con ganas de más y el reparto al completo, en especial Julia Roberts en una de sus mejores interpretaciones en años.
Lo peor: Puede recordar demasiado a 'Mr. Robot'.
Nota: 7