Se vienen tiempos complicados para la industria cultural en Europa con los últimos cambios gubernamentales que se están imponiendo. Tanto es así, qué países como Italia o Hungría han apostado por los valores clásicos y tradicionales, perjudicando especialmente esas producciones que interpelan un entorno sociocultural diverso y de aceptación, imponiendo duras sanciones a todo aquel que se tercie en mantener un discurso fuera de la normativa legal. Ahora, ha sido el caso del país centro europeo, que ha impuesto una de más de 32.000 euros a una librería que únicamente estaba vendiendo una novela gráfica que contenía material LGTB.
La caza de brujas ya ha comenzado y con esta impresionante sanción, se confirma que la libertad de expresión está en entredicho en Hungría. Según ha informado el propietario de dicha empresa, Kriztian Nyary, se trata de "la mayor multa nunca impuesta a una distribuidora de libros" en el país. En este caso, las autoridades han impuesto esta multa por la venta de la obra 'Hearstopper' de Alice Oseman, en la que se tratan temas como la homosexualidad, la transexualidad y la bisexualidad, que son perseguidos por el Gobierno húngaro desde hace varios meses. La obra ha sido llevada a la ficción televisiva y protagonizada por Charlie Spring y Nick Nelson, y el próximo 3 de agosto estrenará su segunda temporada.
En los últimos años, se ha observado que en las instituciones europeas ha ido creciendo una tendencia más tradicional y conservadora, en la cual se rechaza cualquier tipo de relación entre dos personas del mismo sexo. El nuevo gobierno húngaro no ha podido ser menos y han impuesto una de las legislaciones más duras que se recuerdan, llegando a equiparar la homosexualidad con la pedofilia. En ese sentido, se han mostrado tajantes y contundentes prohibiendo la venta de esas obras que traten sobre estas temáticas o directamente sobre la sexualidad en esas áreas que están destinadas a un público más joven.
Una legislación perseguida por Europa
La obra de Oseman, 'Hearstopper', ha sido la segunda que ha sido sancionada desde que la legislación entró en vigor en 2021. La conocida y polémica ley de defensa de menores, incide que cualquier tipo de venta de esta temática debe estar correctamente etiquetada y venderse únicamente a un público mayor de edad. Hace un año, la Comisión Europea denunció a Hungría ante el Tribunal de Justicia de la UE por una normativa que prohíbe hablar de la orientación sexual en escuelas y en los medios de comunicación.
Las autoridades húngaras suelen actuar con dureza ante estas situaciones y en el caso de 'Hearstopper' no podía ser menos al indicar que la venta de estos ejemplares está indicada para menores de edad a partir de los 14 años. Desde la empresa han reconocido que van a acudir a los tribunales y van a apelar la histórica sanción, considerando que esta ley es "inaplicable" en estos casos. No queda duda de que en los últimos años los gobiernos que han entrado en algunos países del viejo continente están promoviendo una persecución ante la libertad de expresión y del individuo y por ende, al sector de la cultura, que busca ser cada vez más independiente sin ser considerado como ilegal.