Hacienda, representada por la Abogacía del Estado, ha pedido 28 años para Imanol Arias y Ana Duato por fraude fiscal entre 2009 y 2015, con multas que llegan a la cantidad de 16 millones de euros. Los protagonistas de 'Cuéntame cómo pasó' ya abonaron una parte de la cantidad defraudada en el inicio de la investigación, lo que les servirá para conseguir la atenuante de reparación del daño.
Según cuenta El Confidencial, la Abogacía del Estado ha presentado un escrito contra 30 personas, clientes, abogados y tres sociedades tras los cuatro años de investigación en el caso Nummaria que terminaron en junio. El escrito señala que el despacho Nummaria "facilitaba a sus clientes estructuras jurídico económicas que eran diseñadas, implementadas y gestionadas por el despacho -él mismo se valía de ellas- con la única finalidad de asegurar la opacidad de las operaciones económicas de sus clientes, bien frente a la Hacienda pública, bien frente a otras terceras personas físicas o jurídicas". Nummaria estaba dirigido por Fernando Peña, ya detenido en 2002 e indultado en 2009 por crear una red de sociedades en el extranjero, que "estructuras societarias, de ámbito nacional e internacional basadas en el principio de opacidad".
Nummaria creó una Agrupación Europea de Interés Económico (AEIE) domiciliada en España, controlada desde Reino Unido y administrada desde Costa Rica y con ello lograban ocultar las rentas y no tributarlas en España. Uno de los artistas que emplearon el despacho fue Joaquín Sabina, que regularizó su situación con Hacienda antes de la investigación.
De qué se les acusa a los actores
La Abogacía señala que Imanol Arias contrató los servicios del despacho "con el fin de mantener una estructura societaria artificiosa cuya finalidad era la ocultación de las rentas obtenidas por sí mismo y la erosión de bases imposibles". Le acusan de ceder sus derechos sobre las actuaciones profesionales en televisión y campañas de publicidad a una sociedad que se encargaba de facturar los servicios del leonés. Tras esto, la sociedad fijaba una retribución al actor muy inferior a los facturado en las producciones, en forma de renta vitalicia, con todas las ventajas que ello presentaba fiscalmente.
Por su parte, señalan que Ana Duarto y su marido Miguel Angel Bernadeu contrataron los servicios de Nummaria "con el fin de ocultar al fisco parte de sus rentas, principalmente procedentes de su participación, como actriz y productor, respectivamente" a través de una sociedad de atribución de rentas.
