J.J. Abrams puede resultar más o menos efectivo como director, pero de lo que no cabe duda es que, como vendedor, no le gana nadie. De su larguísima lista de trabajos como creador o productor, el éxito ha acompañado a un buen puñado de ellas, y en gran medida ha sido por su "savoir faire" como showman. Hace unos meses ya tuvimos la oportunidad de ver unos minutos de metraje de 'Star Trek: En la oscuridad', su próximo proyecto cinematográfico. Y si ya nos dejó boquiabiertos esa vez, los 30 primeros minutos del largometraje, que hemos podido ver en primicia gracias a Paramount Spain, ya son puro éxtasis.
¿Por qué digo que Abrams se sabe vender? En este caso, el director se encuentra en la mesa de montaje, ultimando los detalles de la nueva película de ciencia ficción, pero apareció en pantalla para pedir disculpas por no estar ahí por estar, precisamente, trabajando en ello, pero también porque su pelo desastrado necesitaba una urgente operación para que no se rebelara. Un pequeño chiste con el que nos ganó a todos, y sirvió para presentar a Bryan Burk, de Bad Robot, que sí estuvo con nosotros en la presentación en Madrid.
El productor nos ha prometido que veremos "el mejor 3D desde 'Avatar'" porque lo han revisado fotograma a fotograma. Ya demostraron en su día lo que están trabajando en este sistema, y nos convenció mucho el resultado. Esta vez, la casi media hora de metraje fue en 2D, pero ello no impidió que lo disfrutáramos, de nuevo, como enanos.
Burk se autodenominó "el productor perfecto" para esta película, y es precisamente porque no le gusta 'Star Trek': "La gente hablaba mucho, había poca acción", comentó sobre las anteriores películas y series. El productor piensa que el problema de la saga era que estaba demasiado centrada a los fans de 'Star Trek', y que por eso los estudios no confiaban su dinero a otra vertientes. El objetivo de J.J. Abrams y su equipo era crear la película "para los que odian 'Star Trek'", con el fin de hacerla accesible a cualquiera. Y, por lo que hemos podido ver, vaya si lo han conseguido.
La primera entrega, estrenada en 2009, recuperaba gran parte de la mitología de la serie: El Enterprise, la Starfleet, Kirk y Spock... Pero le daba otro ritmo, otro humor, otro tipo de acción. La hizo, por primera vez, entretenida como superproducción. No hacía falta haber visto nada para disfrutar de una trepidante historia de ciencia ficción, que consiguió convencer a los habituales de la franquicia y a los extranjeros. Con 'Star Trek: En la oscuridad' quieren aumentar ese toque de espectacularidad, dándole quizás un aire más oscuro, pero con el mismo humor que nos conquistó en su día.
A pesar de ser material sin terminar, es impresionante el resultado que nos han dejado ver, incluso con las escenas que ya habíamos presenciado en primicia. J.J. Abrams vuelve a despuntar en esto de la ciencia ficción, no es de extrañar que le hayan escogido como heredero de cierta saga galáctica de la competencia. Las escenas nos han dejado con muchas ganas de más, nos han presentado a un Benedict Cumberbatch inmenso y a unos Chris Pine y Zachary Quinto, de nuevo, perfectos en su papel de Kirk y Spock. También hay pequeños "caramelos" para los "trekkies", como la aparición de Peter Weller. Y todo sin soltar prenda, muy estudiado para que no nos queden uñas cuando llegue la película en julio. Hasta la banda sonora, que técnicamente estaba sin terminar, resultaba épica. Incluso con un buen puñado de "lens flare", para que los más críticos con el trabajo del cineasta estén también contentos. Sin más dilación, entramos en la descripción de las escenas, llenas de SPOILERS, por lo que leed bajo vuestra responsabilidad.
Kirk, convertido en Primer Oficial de Christopher Pike (Bruce Greenwood) está en la reunión de emergencia tras el ataque, cuando se da cuenta de que unos archivos públicos no son de interés para nadie, pero sabe que, en caso de emergencia, los altos cargos de la Starfleet se reunirían allí. Justo a tiempo para que algunos de los asistentes pudieran salvarse de los disparos de la nave de John Harrison, que les ataca sin piedad. Un espectacular momento de Kirk y una manguera consigue aniquilar la nave de Harrison, que se teletransporta en el último momento.
Saltamos a otra escena más adelante, en la que se ve cómo la Enterprise ha sido atacada, y se precipita contra la Tierra. Spock quiere que todos evacúen y el sacrificarse, pero ninguno piensa dejarle solo. Mientras, Kirk y Scott (Simon Pegg) buscan la forma de recuperar la energía, en una escena en la que tienen que correr por las paredes y techos de la nave, que va dando vueltas sin control. Una escena que es toda una descarga de adrenalina, y que por supuesto no sabemos cómo acaba.
Volvemos a saltar hacia delante, cuando la Entreprise realiza un aterrizaje de emergencia. John Harrison lo presencia, pero sale huyendo en cuanto ve que Spock se teletransporta delante suyo. Comienza una persecución por las calles de San Francisco, que culmina sobre unos camiones voladores, en los que Spock y Harrison pelean sin cuartel. El villano consigue saltar a otro camión que volaba más bajo, y Spock se lanza a por él? Pero la pantalla pasa a negro y nos quedamos sin saber nada más. Si esto no consigue que empecemos a hacer marcas en la pared, contando los días hasta el estreno de la película, no sé qué lo hará. [FIN SPOILER]
La galaxia, más palomitera que nunca
En definitiva, no podemos ser más optimistas con esta película. Y no sólo por lo bien que nos lo ha vendido el director con este metraje en primicia, sino porque realmente estas escenas son puro espectáculo. Puede que la marca 'Star Trek' haya echado para atrás a más de uno con el estreno de la primera parte, pero lo que no podemos dejar de remarcar es que nos encontramos ante todo un blockbuster, palomitera a más no poder. Es muy pronto para aventurar nada, pero 'Star Trek: En la oscuridad' puede convertirse fácilmente en uno de los mejores trabajos de J.J. Abrams, como ya lo fue la primera. Pero multiplicada por tres. Y si no, al tiempo. Marcad el 5 de julio, porque ese día llega a España una película que no os querréis perder.
