En febrero de 2018, el director, actor y cómico Kevin Smith sufrió un ataque al corazón entre dos shows que iba a dar en Glendale, California. Seis meses después, Smith ha compartido los resultados de las órdenes que le dio su doctora en Instagram.
"A este Embajador de @weightwatchers le complace anunciar que ¡HE PERDIDO 23 KILOS! Hace justo seis meses estaba en el hospital recuperándome de un ataque al corazón que había tenido la noche anterior. Cuando fui a ver a mi doctora una semana más tarde, me dijo «lo mejor que puedes hacer para ti es perder 20 kilos». Medio año después, puedo declarar que he seguido las ordenes de la doctora: empecé con 116 kilos y ahora peso 92. ¡Es mi peso más bajo desde el instituto! Espero que pueda perder lentamente otros 4 kilos y medio con #weightwatchers y llegar a mi cumpleaños con 88 kilos. Pero por ahora, estoy muy contento de haber alcanzado esta meta".
El texto del actor continúa dando las gracias a Penn Jillette, que publicó el libro 'Presto!' tras perder más de cincuenta kilos con una dieta de patatas, y a Weight Watchers, una compañía especializada en productos para perder peso. También aprovecha para dar las gracias a sus seguidores: "Pero sobre todo, quiero daros las gracias a todos vosotros. Nunca infravaloréis el poder de las críticas positivas: diciéndome que me veía mejor y parecía más sano me ayudasteis a seguir. Una palabra alentadora puede marcar la diferencia en la vida de alguien, y vuestros halagos me hicieron continuar. ¡Mirad dónde he llegado!".
Creador incansable
A pesar del ataque, Kevin Smith continuó embarcándose en proyectos tanto como productor como guionista y director, además de actor. Aparte de participar en el podcast 'Fatman on Batman', dirigió el episodio 'Null and Annoyed' de 'The Flash' y la película de terror 'Killroy Was Here', con otros cuatro proyectos más anunciados. Como escritor, también se encarga de 'Killroy Was Here', 'Moose Jaws', 'MallBrats', 'Jay and Silent Bob Get a Reboot' y 'Helena Handbag', en algunos de los cuales también participará como actor. El proyecto más destacado, sin embargo, es 'Shooting Clerks', sobre el desarrollo y rodaje de 'Clerks', su primer largometraje.
10 cambios radicales en la ficción que no nos creímos
Gwyneth Paltrow en 'Amor ciego'
Gwyneth Paltrow se transformó en una mujer de 135 kilos para la comedia de los hermanos Farrelly 'Amor ciego', en la que interpretaba a una chica obesa de la que se enamoraba un hombre (Jack Black) que la veía delgada tras ser hipnotizado por un gurú para que viera sólo la belleza interior. A pesar del esfuerzo, la transformación de Paltrow no resultaba convincente en ningún momento, ya que, más que una persona realmente obesa, parecía un muñeco hinchable o un globo.
Nicole Kidman y Julianne Moore en 'Las horas'
Nicole Kidman ganó el Oscar por 'Las horas', donde daba vida a la escritora Virgina Woolf. Su interpretación fue muy elogiada, no como su nariz postiza, que distraía constantemente al espectador de su trabajo. En la misma película, Julianne Moore interpretaba a un ama de casa de los 50 a la que llegábamos a ver en el presente, caracterizada como una anciana de 80 años. El problema es que, a pesar del buen trabajo de maquillaje, nadie se creía a Moore como octogenaria. Unas cuantas arrugas, una peluca canosa y poco más.
El reparto de 'El Atlas de las Nubes'
El ambicioso proyecto de las hermanas Wachowski, que contaba la historia de un grupo de personas conectadas a lo largo de la historia, obligaba a utilizar el maquillaje protésico para cambiar la apariencia de los actores, que interpretaban hasta a siete personajes diferentes cada uno. Así, Tom Hanks, Halle Berry o Hugo Weaving cambiaban de sexo, edad o raza según el fragmento de historia. Sin embargo, el titánico esfuerzo de caracterización del film se saldaba con un resultado desastroso. Las transformaciones (algunas más conseguidas, otras directamente ridículas) incomodaban, distraían enormemente de la historia, y en el peor de los casos, resultaban ofensivas.
Guy Pearce en 'Prometheus'
En la película de Ridley Scott, Guy Pearce interpretaba a Peter Weyland, el multimillonario que financiaba la expedición de la Prometheus a la luna LV-223. Al final del film descubríamos que Weyland, que tenía más de cien años, viajaba escondido en la nave. Sin embargo, más que tener aspecto de anciano decrépito, Pearce parecía un monstruo de látex salido de 'Buffy, cazavampiros'. Sencillamente uno de los peores trabajos de maquillaje protésico del cine reciente.
January Jones en 'Mad Men'
La tele nos ha dejado transformaciones físicas muy cutres, pero en la mayoría de ocasiones, con ellas se buscaba el efecto cómico (Monica gorda en 'Friends' viene rápidamente a la mente), así que se les perdona. Además, el presupuesto de una serie no es el mismo que el de un blockbuster. Sin embargo, hay veces que no se puede pasar por alto una mala caracterización, como es el caso de Betty Draper (January Jones) en 'Mad Men'. Al comienzo de la quinta temporada, todo el mundo hacía bromas sobre Fat Betty. Y no era para menos, las prótesis para engordar a la actriz y el maquillaje anaranjado que la cubría eran un cuadro.
Leonardo DiCaprio en 'J. Edgar'
En 2011, y en plena carrera de fondo por conseguir su ansiado primer Oscar, Leonardo DiCaprio se ponía en la piel del primer director del FBI, J. Edgar Hoover, en el biopic dirigido por Clint Eastwood. DiCaprio aparecía en la película caracterizado como el J. Edgar joven y también en sus últimos años de vida, con más de 70 años. Para envejecerlo, el actor tuvo que someterse a sesiones diarias de maquillaje de seis o siete horas. Sin embargo, aunque el trabajo no era técnicamente malo, el resultado no convenció a todo el mundo. Muchos creyeron que la montaña de látex y maquillaje enterraba su interpretación y otros simplemente lo consideraron demasiado extraño. Por cierto, Armie Hammer también aparecía caracterizado como anciano en la película, y su aspecto era incluso peor.
Mickey Rooney en 'Desayuno con diamantes'
Este es uno de los casos más infames de efectos especiales de maquillaje en el cine. En el clásico de 1961, Mickey Rooney se maquillaba y gesticulaba para convertirse en un hombre japonés, el Sr. Yunioshi. La caracterización no solo era ofensiva y algo prácticamente impensable hoy en día, sino que además Rooney resultaba poco creíble como asiático. En el audiocomentario de la edición por el 45º aniversario de la película, el director Blake Edwards reconoció que debieron haber contratado a un actor asiático de verdad.
Russell Crowe y Jennifer Connelly en 'Una mente maravillosa'
Al final de 'Una mente maravillosa', Russell Crowe y Jennifer Connelly (que ganó el Oscar a Mejor Actriz Secundaria por la película) aparecían maquillados como ancianos. El trabajo protésico de Crowe tenía un pase, pero el de Connelly era un desastre. No sabemos si es que no quisieron afear demasiado a la actriz, pero no la envejecieron lo suficiente, sino que le dejaron una tez tan tersa y con tan buen color que, combinada con la peluca canosa y la prótesis de barbilla, hacía un efecto muy raro.
Jamie Bamber en 'Battlestar Galactica'
Otro caso televisivo de fail de maquillaje que nos vemos obligados a destacar es el de Jamie Bamber en 'Galáctica, estrella de combate'. Su personaje, Lee Adama, engordaba en la segunda temporada de la serie, para consternación de los fans, que no tuvieron más remedio que tomárselo a broma. Imposible no reírse de su falsísimo acolchamiento y de su piel anaranjada (algo que tiene en común con la Betty Draper gorda).
Los personajes de 'Regreso al futuro II'
En la secuela de 'Regreso al futuro' conocíamos al Marty McFly de 2015. Se suponía que el personaje de Michael J. Fox tenía 47 años en estas escenas, pero el maquillaje y las prótesis que le aplicaron eran más bien para un hombre de 60. Además de no resultar muy convincente, la transformación daba a entender que a los 47 uno ya estaba listo para jubilarse. Pero es que las caracterizaciones de Lea Thompson (Lorraine) y Tom Wilson (Biff) eran incluso peores. Se lo perdonamos porque era finales de los 80, y porque es 'Regreso al Futuro'.