Dirigida por dos catalanes, Álex y David Pastor, y protagonizada por Chris Pine, Lou Taylor Pucci, Emily Vancamp y Chris Meloni, 'Infectados' cuenta la historia de cuatro jóvenes que huyen de un virus mortal que amenaza con acabar con toda la humanidad.
El cine postapocalíptico ha sido siempre uno de esos inagotables filones a explotar dentro del género de terror. Ya sea mediante producciones basadas directamente en la piedra angular creada por Matheson, sea bajo la particular revisión llevada a cabo por Romero en su interminable (y que dure) saga en torno a los muertos vivientes, sea alternando sus muy diversas variantes o, simplemente, revitalizando las propias raíces ('28 días después'), este tipo de cine suele conllevar, casi de manera inevitable, cierta introspección (sea social, moral o existencial) inherente en la propia extinción de la humanidad.
La moralidad del terror
Por su parte, los hermanos Pastor nos brindan con 'Infectados' su particular revisión de este tipo de subgénero, haciendo especial hincapié en la moralidad de los actos que el hombre -hablamos en genérico, por supuesto- es capaz de llevar a cabo con tal de sobrevivir. Ya sea con una intención específica, sea por falta de presupuesto, la ópera prima de estos dos catalanes resulta ser una grata introspección al instinto de supervivencia humano, dotando con bastante buen quehacer los clichés más relamidos del género con una profunda carga moral.
De este modo, 'Infectados' no sorprenderá por su originalidad argumental o estética de road movie, pero nadie puede negar tampoco que el film de los hermanos Pastor logra reinventarse a sí mismo gracias a la utilización de recursos conocidos por todos. Incluso el uso de esa croma desgastada, cálida y arenosa propia del primer Tobe Hopper -y rescatada en estos últimos años por cineastas como Rob Zombie- encaja a la perfección en el marco general del film sin la necesidad de retraernos a sus inmediatos predecesores.
Lo mismo ocurre con sus personajes, relativamente arquetípicos pero lo suficientemente perfilados -y con un acertado poso de nostalgia- como para hacernos sentir cierta afinidad, al mismo tiempo que se crea una mórbida expectativa a la espera de que cada cual deba enfrentarse de manera inevitable a sus particulares demonios morales.
Así pues, y a pesar de su previsibilidad argumental, 'Infectados' resulta ser, en líneas generales, un producto más que solvente en cuanto a calidad se refiere, introspectivo y lento en su bagaje, parco en acción o efectos visuales, pero generoso en cuanto a contenido.