Sitges vivió ayer el cierre oficial de la 46ª edición de su festival de cine en medio de un ambiente festivo entre la organización, que celebraba satisfecha el éxito del certamen, que ha crecido un 10% en venta de entradas en esta edición y, salvo una serie de problemas con el proyector del Auditorio que interrumpieron varios pases de prensa, salió adelante sin sobresaltos y dejando por el camino una oferta generosa (quizá incluso excesiva, inabarcable) y lo suficientemente heterogénea para que cualquier espectador, fan o no del fantástico, se acercara a varias proyecciones del Festival.
En este sentido, la única crítica que cabría hacer a Sitges, y con matices, es que el hecho de querer ampliar sus fronteras, para incluir en su programación buenas dosis de un cine, generalmente de autor, que solo toca lateralmente el género fantástico, lo que puede acabar borrando sus señas de identidad a medio plazo. Es intachable que el festival incluya una sección como Nuevas Visiones, en las que incluya un cine, de género fantástico o no, que aporte narrativas novedosas y productos arriesgados, dentro o fuera del terror, el suspense y la ciencia-ficción. Sin embargo, que la sección oficial de cine fantástico se nutra de un tipo de cine que podría verse en cualquier festival de cine indie (y que además sistemáticamente acapare el palmarés), podría acabar relegando a los productos de género que deberían seguir siendo protagonistas de este estupendo certamen.
Hecho el balance, repasamos las películas de la última jornada, comenzando con un exitazo familiar procedente de Corea del Sur. 'Mr. Go' nos cuenta la historia de un gorila de circo y su joven cuidadora, que debido a la crisis deben abandonar China, para probar suerte en la liga coreana de Baseball. Esta loca premisa, que con un poco de riesgo e imaginación podría haber dado lugar a una joya del cine bizarro, acaba dando lugar a un pobre (y larguísimo) subproducto familiar de lo más blando, en la línea de esas películas Disney que van directas a formato doméstico (no muy lejos de aquel 'Air Bud'). Eso sí, sus efectos son estupendos y puede verse en un cuidado 3D.
Una de las películas más comentadas de todo el festival fue 'Cheap thrills', comedia negra que juguetea desvergonzadamente con lo escatológico, a raíz de una idea verdaderamente sugestiva. Dos perdedores se encuentran en un bar con un millonario que les ofrece dinero a cambio de pasar pequeñas pruebas comprometedoras al estilo del programa de la MTV "I bet you will". Lo que empieza como un mero divertimento y una oportunidad de ganarse unas propinas para los protagonistas, se transforma en un cruel duelo a cara de perro entre los dos amigos, a medida que las recompensas se incrementan y los juegos se vuelven crecientemente sádicos. Su brutal nihilismo y la entrega cómica de sus intérpretes la convierte en una cinta interesante a pesar de sus excesos.
Curioso film canadiense que supone el debut en el cine de sus jóvenes creadores Derek Lee y Clif Prowse, 'Afflicted' cuenta en clave de falso documental el accidentado viaje por Europa de dos amigos norteamericanos (interpretados por los propios directores del film), uno de los cuales será atacado por una mujer francesa, adquiriendo desde ese momento poderes sobrehumanos, aunque con ciertos efectos colaterales no tan positivos... La película, que en sus mejores momentos recuerda a la reciente 'Chronicle', sorprende y funciona con ritmo y originalidad en su primer tramo, para alargarse sin fundamento en un segundo acto rutinario y en el que pierde un tanto la complicidad del espectador con sus personajes.
Ciencia ficción modesta y clausura oficial
El británico James Caradog realiza su primer largometraje para el cine con 'The machine', un producto de ciencia-ficción de modestas ambiciones con guion propio, que sitúa a sus personajes en un contexto de Guerra Fría entre Gran Bretaña y China, en el que la inteligencia artificial se convierte en un arma clave para el Ministerio de Defensa. La película es un entretenido pasatiempo visualmente correcto, que indaga sin profundizar en el sempiterno tema de los límites morales de la robótica y se acerca sin caer en lo ridículo al delicado abismo del romance entre humanos y máquinas.
Y por último, la clausura oficial del certamen corrió a cargo de la inquietante 'The Sacrament', producida por Eli Roth y basada en truculentos hechos reales presenciados por dos reporteros de la revista 'Vice' al visitar una comuna apartada de la sociedad, una experiencia que recrea el film utilizando ese formato tan de moda conocido como 'found footage'. En este caso, el director Ti West usa los recursos de este manido subgénero de una forma elegante y por momentos incluso virtuosa. La narración es pausada y casi documental durante casi 60 minutos, para dejar paso a un clímax de absoluta locura (no desvelaremos lo que allí acontece). A pesar de utilizar ciertos recursos tramposos en este acto final, el realizador logra transmitir la tensión que sienten los protagonistas al ser testigos directos de la tragedia que allí se desata.
Termina así un festival en el que ha habido visitas interesantes (ayer sin ir más lejos el homenajeado Takashi Miike) y se ha visto buen cine. Quizá, ha faltado 'la gran película' que levantase unánimemente el entusiasmo de los allí presentes, pero han surgido a raudales películas notables, arriesgadas y que han dado mucho que hablar, lo que es más que suficiente para que el cinéfilo medio quede plenamente satisfecho. En definitiva, y salvo algún pequeño caos organizativo subsanable (la prensa obligada a una madrugadora guerra abierta para hacerse con las entradas de las sesiones de tarde), el festival ha resultado una experiencia sumamente agradable para acreditados y público en general. Solo nos queda la espinita clavada de habernos perdido ciertos títulos de gran interés por la imposibilidad de abarcar la extensísima programación (ayer sin ir más lejos, lo nuevo de Miyazaki). Sitges volverá sin duda en 2014 y somos muchos los que ya lo esperamos con ganas.
TOP 5 Sitges 2013
1. 'Enemy'
2. 'The Congress'
3. 'Borgman'
4. 'Upstream Colour'
5. 'We Are What We Are'
