De 'Revolutionary Road' a '¡Olvídate de mí!': Las interpretaciones de Kate Winslet en el siglo XXI, de menos a más

'Belleza oculta' sirvió para dos cosas. La primera, comprobar cómo los sucesivos intentos de Will Smith por conseguir un Oscar eran cada vez peores y, segunda, descubrir que tiene muy buenos amigos dentro de la industria. Los mejores.

Y es que, sigue siendo inconcebible que tres gigantes de la talla de Kate Winslet, Edward Norton y Helen Mirren decidieran participar en este horroroso cuento de navidad infectado por la ñoñería y la autoayuda más irritable. Para que se entienda mejor, 'Escuadrón Suicida' fue la película buena que estrenó Smith en aquel lejano 2016. Ese nivel.

Una película directa a Disney Plus que transmite constantemente la sensación de ser, bueno, una película directa a Disney Plus. Kate Winslet mejora cada propuesta en la que aparece, pero poco tiene que hacer en esta intrascendente y olvidable 'Black Beauty' más allá de utilizar su preciosa voz.

Solamente el cheque que cobró por participar en ella justifica la presencia de Kate Winslet en 'Divergente'. Más allá de eso, observándola en pantalla, ni una pizca de implicación e interés por su parte.

En comparación con su decepcionante predecesora, 'La serie Divergente: Insurgente' traía más Kate Winslet. Y eso ya la convierte en una película mejor. Sí, igualmente mala, pero con más momentos para estar pegado a la pantalla por si sucede el milagro de que la intérprete consigue elevar el material.

Spoiler: no pasa.

Teniendo en cuenta que era prácticamente imposible mejorar los resultados de la extraordinaria 'El político', costaba creer que este remake escrito y dirigido por Steven Zaillian saliera bien. Pero también resultó imposible intuir el contundente desastre que supuso. Hay ambición desmedida y nulos resultados positivos en una película fallida a casi todos los niveles. Y eso que contaba con un impresionante reparto del cual no lograba sacar ni una interpretación memorable. ¿Kate Winslet? Pasaba por allí.

Parece imposible que un cineasta como Hany Abu-Assad sea incapaz de lograr algo de interés con una historia como la que presenta 'La montaña entre nosotros', pero es que, además, tampoco le ayudan lo más mínimo unos Kate Winslet e Idris Elba que mantienen el piloto activado de inicio a fin. Un soporífero drama romántico y una aventura sin pizca de emoción. Muy fallida.

Y tras cuatro cintas que bailaban entre el notable y el sobresaliente, Jason Reitman se hundió con todo el equipo. 'Una vida en tres días' tenía el honor de suceder a la gran 'Young Adult', pero los resultados no podrían haber sido peores. Imposible salvar nada de un naufragio tan absoluto que ni siquiera Kate Winslet consigue destacar especialmente, aunque en su favor conviene decir que poco o nada podía hacer con un personaje que era pura incoherencia.

Todo está en su sitio en 'Un pequeño caos', nada chirría, pero tampoco entusiasma. La química entre Kate Winslet, lo mejor de la cinta con amplia diferencia del resto, y Matthias Schoenaerts es nula y la historia nunca termina de encender la necesaria chispa de la pasión o el interés. Preciosa de ver y fácil de olvidar.

Si hablamos exclusivamente de lo interpretativo, claro que 'La modista' tiene que estar entre lo mejor de Kate Winslet en el siglo XXI. Por desgracia, el resto de factores que acompañaban a la actriz en esta historia estaban (muy) por debajo de su trabajo. Una enorme interpretación perdida en mitad de un naufragio artístico en toda regla.

'Triple 9', thriller de acción firmado por el siempre interesante John Hillcoat, encontraba una versión tan sorprendente como juguetona de una Kate Winslet que transmitía la sensación de estar pasándoselo en grande en cada una de sus apariciones. Por desgracia, no son muchas. Ojalá un spin-off sobre su personaje en esta propuesta que, pese a todo, nunca terminaba de alcanzar la velocidad deseada, despuntando en ligeros destellos de intriga criminal facturada con cierto pulso narrativo.

Remake de la danesa 'Corazón silencioso', 'La decisión' es un drama que ofrece pocas sorpresas y cae en muchos de los tópicos y lugares comunes de las historias sobre enfermedades y muertes. Sin embargo, frente a esa ausencia de novedad, nos podemos quedar con un estupendo reparto donde Susan Sarandon, Mia Wasikowska y Kate Winslet entregan unas interpretaciones realmente notables. No es poca recompensa.

Aunque la película nunca alcanza las dosis de intensidad y emoción a las que parece aspirar, 'Ammonite' encuentra su justificación absoluta en las impresionantes interpretaciones de Saoirse Ronan y, sobre todo, Kate Winslet. Solamente por verla en acción en la que es, sin duda, uno de los grandes trabajos de toda su carrera, casi nada, ya merece la pena acercarse a la propuesta escrita y dirigida por Francis Lee.

La crítica la destrozó sin piedad en su estreno, casi siempre apuntando a su giro final como punto débil y tramposo, pero lo cierto es que 'La vida de David Gale' es una de esas cintas que enganchan sin remedio desde su punto de partida y no te sueltan hasta llegar a la sorpresa final. Una propuesta más que solvente que encuentran en su reparto otro de sus grandes puntos a favor. Y eso incluye, evidentemente, a una Kate Winslet que aprovecha como solamente ella sabe cada uno de los momentos que le ofrece la historia.

De acuerdo, su personajes es muy secundario y, bueno, cuesta ver a Kate Winslet en él, pero, al igual que casi todos los elementos que forman parte de ella, el trabajo de la actriz en 'Avatar: El sentido del agua' es magnífico. Otra valiosa pieza dentro de una de las mejores secuelas que nos ha dado Hollywood en los últimos años.

Escrita y dirigida por el gran John Turturro, 'Romance & Cigarettes' es una de esas películas que nacen con la intención de ser obras de culto. Provocadora y arriesgada, sensual y poética, radiante y oscura casi al mismo tiempo, esta propuesta es una especie de ópera pop imposible que se salva (y termina convenciendo) gracias, por encima de todo, a un impresionante reparto al que Kate Winslet aporta su carisma, presencia y talento.

Es una lástima que la primera mitad de 'Lee Miller', la última película protagonizada por Kate Winslet que ha llegado a nuestros cines, nunca termine de proyectar ecos de ese modelo de biopic tan previsible como rancio que hemos visto en multitud de ocasiones. Unas sensaciones que, eso sí, desaparecen en un segundo tramo que funciona de manera notable. En cualquier caso, lo que nunca baja de nivel es la interpretación protagonista de una Kate Winslet capaz de cargar sin aparente problema con el peso de esta potente historia, ofreciendo otro trabajo por encima del notable que sumar a su fabulosa trayectoria.

En el año en el que debería haber ganado el Oscar por su trabajo en 'Revolutionary Road', Kate Winslet terminó con la estatuilla bajo el brazo gracias a 'The Reader (El lector)', un dramón de manual con el que Stephen Daldry empezó a flojear tras dos obras maestras consecutivas de la talla de 'Billy Elliot (Quiero bailar)' y 'Las horas'.

Una cinta lastrada por un ritmo más que fallido, demasiado cercano al bostezo, que, sin embargo, se salva del naufragio gracias a la labor de la actriz británica. Una interpretación que podría haber caído en la parodia y el exceso lacrimógeno, pero que, en manos de Winslet, resulta realmente convincente y conmovedora. Mención especial para un tramo final que solamente se puede definir como recital de primera categoría.

'Contagio' podría haber sido muchas películas diferentes pero se conforma con ser una global, repleta de miedos tan primarios como universales. Es difícil saber el modo en el que reaccionaría cada uno de nosotros ante una situación como la que se nos presenta pero, lo que está claro, es que no se podía contar una historia así de un modo más realista y con tanta capacidad para la identificación con alguno de sus personajes. En definitiva, Steven Soderbergh hiela la sangre a través de los ojos de un virus que no conmueve el corazón pero que ataca al cerebro y los sentidos tejiendo una tela de araña en la que es sencillo entrar, sí, pero muy difícil salir. Una propuesta sobresaliente elevada por la dirección del cineasta, siempre elegante, y un reparto de cinco estrellas donde Kate Winslet necesita lo mínimo para brillar.

Si se ha terminado ganando la condición de clásico contemporáneo dentro de un género tan repleto de títulos populares como es el de la comedia romántica será por algo. 'The Holiday (Vacaciones)' no inventaba nada, pero tampoco le hacía falta. Aquí hay encanto, ternura, azúcar, diversión, calidez y un reparto entregado a la causa. En lo que respecta a Kate Winslet, la luz que aparece en pantalla cuando ella está en el centro de la historia deslumbra de una manera única. Maravillosa interpretación para una de esas películas a las que uno nunca se cansa de regresar.

La arrolladora interpretación de Kate Winslet en 'Wonder Wheel', capaz de saltar del melodrama más puro a la comedia inconfundible del maestro Woody Allen, es el gran tesoro de una cinta que, por encima de su impecable acabado formal, alcanza lo mejor de sí misma gracias a ella. Ella es el motor, el corazón, el alma, la risa y la melancolía de esta pequeña gran película que conviene reivindicar siempre que surge la posibilidad.

Una de las grandes películas de la carrera de Kate Winslet y, por desgracia, una de las más olvidadas. 'Enigma' es intriga, romance y drama clásico, eficaz al cien por cien, elegante y sofisticado en su puesta en escena, maravillosamente escrito, notablemente rodado y con interpretaciones de primer nivel. Una propuesta ejemplar desde todos los puntos de vista.

Seria candidata a diamante (semi)escondido en la filmografía de Jane Campion, 'Holy Smoke' es uno de esos dramas que hielan la sangre sin necesidad de recurrir a grandes trucos ni fuegos artificiales. Con tono pausado, una puesta en escena tan árida como elegante y esa admirable capacidad de la guionista y directora para dibujar inolvidables personajes femeninos, la cinta termina de redondearse gracias a una Kate Winslet que es pura hipnosis y electricidad. Una de las interpretaciones más perturbadoras y memorables de su trayectoria. Palabras mayores.

Sirenas, niños perdidos, indios, piratas malvados o hadas, entre otros personajes, nos acompañan a lo largo de un universo en el que, por supuesto, nadie quiere hacerse mayor. Liberamos nuestra sombra, aunque nos empeñemos en mantenerla cosida a nuestros pies, y nos dejamos llevar. ¿Quién no querría vivir en el universo de Peter Pan y Campanilla? ¿Y quién no querría vivir en una película tan inspirada, emotiva y mágica como 'Descubriendo Nunca Jamás'?

Y es que, especialmente en su tramo final, la película dirigida estupendamente por Marc Forster y protagonizada por unos extraordinarios Kate Winslet, Johnny Depp y Freddie Highmore, conseguía trasladar al espectador esa esencia tan indescriptible como deslumbrante que ha acompañado siempre a los personajes creados por James Barrie. Un logro que la convertía en una experiencia cinematográfica capaz de unificar con especial destreza la ilusión, imaginación e inocencia infantil con temas tan complejos como la muerte, el paso al mundo adulto o las crisis familiares. En definitiva, una película espléndida y realmente especial.

Por encima de todo, esta extraordinaria 'Un dios salvaje' ejemplifica hasta que punto unos padres pueden resultar aún más simples que sus propios vástagos en sus confrontaciones y búsqueda de triunfo respecto al otro. Para poner rostro a todas este conflicto, el principal, pero hay muchos, variados e interesantísimos más a lo largo de su gozoso metraje, Roman Polanski juega sobre seguro y convierte su labor en 'invisible', cediendo toda responsabilidad en su cuarteto protagonista formado por Kate Winlset, Jodie Foster, John C. Reilly y Christoph Waltz. Todos y cada uno de ellos responden a las expectativas generadas siempre por intérpretes como ellos, de los que justifican el pago de una entrada, y ofrecen un auténtico recital en una especie de combate en el que todos salen con la victoria bajo el brazo. Incluido el público, claro. Joya total.

Película extraña a la que el paso del tiempo no ha beneficiado tanto como uno podría esperar tras un primer visionado, 'Quills' se beneficiaba al máximo de un reparto modélico para alcanzar su nivel máximo. Y es que, claro, si tienes de tu lado a Kate Winslet, Geoffrey Rush, Joaquin Phoenix y Michael Caine, tienes muchísimo ganado.

En el caso de la actriz, además, su personaje es un auténtico regalo que Winslet sabe aprovechar de inicio a fin. Incluso cuando la cinta parece perder algo de ritmo por el camino y ceder demasiado espacio a la provocación gratuita, ella se mantiene firme en su talento, capaz de generar escenas memorables entre la omnipresente niebla. Por si quedaba alguna duda, sí, Kate Winslet es lo mejor de 'Quills'.

Hubo un momento en el que 'Steve Jobs' tenía críticas de ganadora del Oscar. Fue un instante, semanas, pero en ese tiempo uno de los premios que apuntaban como claros era el de Kate Winslet como Mejor actriz de reparto. Y una vez vista la película, se entiende. Winslet consigue lo que parece imposible, mostrar corazón en una película en la que las emociones brillan por su ausencia.

En medio del cálculo, los planes de dominación mundial, las nuevas tecnologías y las presentaciones multitudinarias, sobreviviendo a un panorama humano más cercano a los androides que al afecto y el cariño real y tangible, Winslet consigue aportar humanidad, calidez y ternura. Su interpretación, llena de detalles, define a la perfección la evolución de su personaje. Brillante en todo momento, sus miradas en el tercer y último acto de la película son la guinda de un recital marca de la casa.

Una vez has conseguido secarte las doscientas lágrimas que has ido derramando a lo largo de 'Iris', es el momento de descubrir el poso emocional de esta maravillosa historia de amor entre la escritora Iris Murdoch y John Bayley basada en hechos reales. Una propuesta dirigida por un inspirado Richard Eyre que, a través de distintos saltos temporales, reflexiona sobre el feminismo, el poder de la palabra, el perdón, los reproches omnipresentes, la necesidad, el miedo, la memoria o la pérdida, entre muchos otros temas. Todo ello narrado con sensibilidad extrema y un sentido de la armonía narrativa realmente logrado que, además, se apoya en unas interpretaciones que rozan lo inolvidable, incluyendo, por supuesto, a una Kate Winslet pletórica en cada aparición.

Cuando hablamos de 'Juegos secretos', lo hacemos de una de las mejores y más incomprendidas películas de la trayectoria profesional de Kate Winslet. Porque esta obra maestra, de eso se trata, dirigida con inmenso talento por un Todd Field totalmente mimetizado con la novela original de Tom Perrotta, es uno de esos claros ejemplos de (gran) cine que explota desde el impulso, la calma tensa y el nervio quebradizo.

Un paisaje dramático lleno de oscuridad y terror cotidiano en el que Winslet se mueve como pez en el agua, entregando una interpretación asombrosa, realmente excepcional. Perdida en la incertidumbre, la indiferencia o el ruido de todo un vecindario de secretos y mentiras, la actriz saca todo su potencial a relucir. Una interpretación memorable para una película esencial.

Hay dramas y dramas. Hay historias e historias. Y hay películas y películas. No todas son iguales, no todas comparten el mismo patrón y no todas juegan en la misma liga. Sam Mendes, tras los discretos resultados tanto de taquilla como de crítica de su anterior trabajo, 'Jarhead', regresaba a terrenos conocidos y pantanosos con 'Revolutionary Road', ambicioso tratado sobre una relación matrimonial en todas sus vertientes. Sexual, romántica, social y psicológica. Además, volvía a profundizar en los estereotipos e incoherencias de nuestra sociedad. Las (falsas) apariencias en un mundo de espejos rotos.

El rostro, la voz y las sonrisas reconvertidas en frías lágrimas corrían a cargo de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, sencillamente perfectos en unos personajes que Mendes usa como vehículo para alcanzar, de nuevo, las dosis más altas de elegancia, sensibilidad y emoción. Lo que diferencia 'Revolutionary Road' del resto de compañeras de género es la brutalidad interior de su propuesta. La esencia misma de la película es el dolor, el aceptar la caída al vacío, el volcarse en un futuro mejor sin darse, darnos, cuenta de que el presente se nos sigue escapando de las manos. 'Revolutionary Road' no entiende de comidas con perdices ni sexo con amor. Todo está lleno de tristeza en una película tan compleja que, anclada en el clasicismo, siempre parece nueva. Y siempre duele.

Pocas dudas. Una de las interpretaciones más memorables de Kate Winslet, y la mejor de lo que llevamos de siglo XXI en lo que respecta a su trayectoria, está en '¡Olvídate de mí!'. También la peor traducción jamás realizada sobre un título original en la historia de nuestro país, pero ese es otro tema que nos llevaría más tiempo y peor humor. Aquí estamos de celebración, recordando una obra maestra de principio a fin, una de las más hermosas y crudas reflexiones sobre el amor y el paso del tiempo, sobre los impulsos y las decisiones que no aceptan la vuelta atrás, sobre el futuro como ese lugar que, sin estar, puede llegar a hacer tanto daño desde la incertidumbre. Obligatoria.