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En una cinta con dos interpretaciones masculinas tan celebradas como las de Javier Gutiérrez y Antonio de la Torre, el triunfo de Adelfa Calvo es todavía mayor. Su capacidad para brillar en cada una de las escenas en las que aparece en pantalla nos sitúan ante una actriz con las ideas muy claras y el talento más que suficiente para eclipsar sin dejar de ser generosa al mismo tiempo. Si bien es cierto que uno habría deseado mayor profundidad en su personaje, menos lugares comunes y algo más de riesgo, la interpretación de Calvo es absolutamente incontestable.

A favor: Su citada victoria en los premios Feroz fue bastante celebrada por sus compañeros de profesión, lo cual garantiza un apoyo importante dentro de la Academia. Su película parece aspirante a convertirse en la gran triunfadora de la noche y, de ser así, aquí estamos ante una de sus victorias más probables.

En contra: El fenómeno protagonizado por 'La llamada' cuenta aquí con dos balas de suficiente peso como para poner en serio peligro la victoria de Calvo. Tampoco parece nada descabellado que Lola Dueñas tenga muchas opciones de ganar por su trabajo en 'No sé decir adiós', una película basada de manera casi exclusiva en el poder de las interpretaciones de su reparto.

Lola Dueñas podría ganar su tercer premio Goya en su cuarta nominación gracias a una película, 'No sé decir adiós', estructurada, sostenida y, finalmente, elevada por un conjunto de interpretaciones muy cercanas a la perfección. En el caso de Dueñas, nada nuevo bajo el sol, estamos ante una de esas actrices que parecen incapaces de fallar, siempre conscientes de lo que requiere cada papel, generosas con sus compañeros de reparto y cautivadora desde la sencillez. En la película que nos ocupa, mismo poder, mismo talento, misma satisfacción. Es infalible. Un lujo.

A favor: Está claro que la Academia la adora, y con razón. Su triunfo en la categoría sería una sorpresa, sí, pero nadie podría hablar de injusticia. 'No sé decir adiós' es una películas de reparto y, en ese terreno, ella siempre deslumbra.

En contra: La competencia en esta ocasión es tan alta que, la siempre impecable Dueñas, parece que tendrá que conformarse con la nominación.

En 2017, Anna Castillo levantaba al aire su Goya a Mejor Actriz Revelación por su brillante interpretación en 'El olivo' y, un año más tarde, se encuentra a las puertas de repetir triunfo, eso sí, en la categoría de Mejor Actriz de Reparto. Si sucede, se repetirían dos situaciones: Belén Cuesta volvería a aplaudir a su amiga del alma desde la butaca y, más importante, nadie podría poner un 'pero'. Castillo es la naturalidad hecha actriz, la frescura radiante, la sonrisa pegada a la cara y, en cuestión de segundo, la lágrima más honesta. Su trabajo en 'La llamada', al igual que el del resto de sus compañeras de reparto, todas, está más allá del elogio. Hace que todo parezca fácil. Y no lo es, para nada.

A favor: Al igual que su compañera de categoría y película, Belén Cuesta, está en una de las cintas más importantes del año pasado. El fenómeno es real y es, en gran parte, gracias al inmenso talento de sus actrices, tanto protagonistas como secundarias. La Academia adora a Castillo y aquí tiene una nueva oportunidad para demostrarlo.

En contra: Ya ganó una estatuilla el año pasado y la Academia puede pensar que dos premios en tan poco espacio de tiempo es demasiado. Especialmente si tenemos en cuenta que, si la actriz sigue a este ritmo, la veremos con opciones de ganar un Goya en muchas, muchísimas ocasiones. Si 'La llamada' va a triunfar en esta categoría, la opción más clara parece Belén Cuesta.

'La librería', una de las mejores películas, con diferencia, de la carrera de Isabel Coixet, está repleta de grandes momentos, instantes de cine auténtico, sensible y emotivo en los que la directora cede el espacio justo a sus intérpretes para que la historia fluya de una manera envidiable. Y lo que ocurre es que, en muchos casos, cuenta con el talento apabullante de Bill Nighy para cumplir a la perfección con el objetivo. Hablamos de un actor inmenso que lleva décadas demostrando su genialidad a la hora de dar vida a cualquier tipo de personaje, siempre desde un compromiso y una entrega con la historia absolutamente ejemplar. En 'La librería', Nighy roba cada uno de los planos en los que aparece y muestra una química tan maravillosa con la estupenda Emily Mortimer que no queda otra opción que quitarse el sombre ante él. Sí, otra vez.

A favor: 'La librería' es una de las grandes incógnitas de esta edición de los Goya. Existen dos opciones, y una de ellas la sitúa como la gran tapada del año, lo que provocaría que terminara arrasando. En ese caso, aquí tendría una categoría en la que reinar con prestigio y justicia. Incluso si no fuera así, la interpretación de Nighy es tan delicada y maravillosa que su victoria estaría fuera de toda duda.

En contra: Digamos que los actores internacionales que vienen a la ceremonia de los Goya son tan bien tratados en la alfombra roja y tan protagonistas durante la gala como ninguneados a la hora de ser premiados. En el caso de Nighy, lástima, no parece que se vaya a dar el caso contrario.

Dependiendo de la persona con la que hables sobre ella, 'Abracadabra' es una genialidad llena de ideas brillantes o una estupidez pretenciosa y arrogante. No existe el término medio para una película que, en el mejor de los casos, hace de la valentía y el riesgo su virtud más incontestable. Sin embargo, aquellos que no hemos conectado, para nada, con la propuesta de Pablo Berger, tenemos pocas tablas a las que sujetarnos para evitar recaer en el naufragio de su recuerdo. Afortunadamente, una de ellas la encontramos en un reparto en el que, junto a una inmensa Maribel Verdú, nos encontramos con la mejor versión posible de José Mota. Su interpretación, que podría haber sido un auténtico circo, está elaborada desde un control ejemplar, un manejo del equilibrio que le permite salir airoso de escenas absolutamente delirantes. Su mejor trabajo cinematográfico hasta la fecha.

A favor: Su interpretación se basta y se sobra para arrancar el suficiente número de votos que le permitan ganar. Estamos ante uno de los cómicos más queridos y respetados del país, algo que siempre ayuda a la hora de contar con apoyos externos. No se trata de un salto sin red hacia el drama, pero en 'Abracadabra' nos encontramos con una versión distinta del Mota que conocemos. Y eso siempre es digno de celebración.

En contra: Pese a contar con ocho nominaciones, la sensación es que 'Abracadabra' no ha terminado de calar en la Academia. Su ausencia en algunas de las categorías más importantes, con especial relevancia en el caso de Mejor Película y Mejor Dirección, nos hace pensar que se ha quedado lejos del entusiasmo general. En ese sentido, Mota podría ser uno de los más perjudicados.

Con su doble nominación de este año, a Mejor Actor por 'Abracadabra' y Mejor Actor de Reparto por 'El autor', Antonio de la Torre ha hecho historia convirtiéndose en el intérprete con más nominaciones, once, de la historia de los Goya. Palabras mayores. Complicado discutir a uno de los actores esenciales de nuestro cine, uno de esos clásicos contemporáneos de la interpretación que sabes que justificará siempre el precio de una entrada. En el caso que nos ocupa, su trabajo en la cinta de Manuel Martín Cuenca vuelve a ser toda una demostración de talento en estado puro, rabioso y contundente. Imposible no aplaudir a un actor de semejante nivel.

A favor: Si es la noche de 'El autor', algo que no se podrá descartar hasta que se empiecen a entregar premios, Antonio de la Torre es una de sus apuestas más seguras para sumar victorias. El apoyo total y absoluto de la Academia, a estas alturas, es tan evidente que volver a recordarlo sería caer en la reiteración más prescindible. En cualquier caso, conviene recordar que a pesar de sumar nominaciones, el actor solamente ha conseguido un Goya en toda su carrera.

En contra: Dos palabras: David Verdaguer. Si estamos ante la gran celebración de 'Verano 1993', Antonio de la Torre no tiene opción aquí.

¿Por dónde iba? Sí, ya recuerdo, la más que probable noche triunfal de 'Verano 1993'. El debut cinematográfico de Carla Simón no ha dejado de ser celebrado y aplaudido como una de las grandes películas del pasado 2017 desde su estreno, convirtiéndose de manera casi automática en una de esas óperas primas destinadas a pasar a la historia. Entre sus virtudes, muchas y variadas, se encuentra la presencia de David Verdaguer, uno de esos actores a los que es imposible no creérselos en cualquier tipo de papel o historia. Siempre está bien, y lo que es más importante, siempre parece que no le cuesta ni una pizca. Aparece en pantalla y tú ya estás de su lado. En esta joya, por supuesto, no hay excepción, estamos ante una versión depurada, sensible y conmovedora de Verdaguer.

A favor: Representar a la película favorita de la noche siempre te hace sumar puntos. Su trabajo, al igual que el resto de elementos que conforman la cinta, continúa sumando elogios y no parece que esa dinámica vaya a cambiar. Su personaje, pese a que en un primer momento parezca intrascendente, termina jugando un papel esencial en la historia, resultando uno de esos secundarios de auténtico peso.

En contra: Sus contrincantes tiene muchísimo nivel y estamos, conviene tenerlo en cuenta, en una de esas categorías en las que las sorpresas siempre encuentran su hueco.