Nacido en New Jersey, Jack Nicholson es sin duda uno de los actores más importantes del siglo XX. Ganador de tres Oscar y siete Globos de Oro, este monstruo de la interpretación -que vive al margen de las cámaras desde 2010 debido a su frágil estado de salud- se formó en el legendario Actors Studio y ha protagonizado una intensa carrera en la que, además de actuar, ha probado fortuna como productor, guionista ('El viaje', 1969) y director ('Drive, He Said', 1972 y 'Camino del sur', 1979).
Caracterizado por su extrema versatilidad, tendente al histrionismo y carismático como pocos, Nicholson ha brillado especialmente en la piel de tipos peculiares y excéntricos, pero también ha mostrado un elegante perfil clásico -especialmente en sus trabajos durante los años 70 y 80- e incluso una sorprendente faceta tierna en el último tramo de su carrera. Repasamos a continuación, a modo de homenaje, siete de sus personajes más recordados.
Los 7 papeles clave del gran Jack Nicholson
J.J. Gittes en 'Chinatown' (1974)
Tras unos eclécticos inicios en los que trabajó a las órdenes de directores tan distintos como Roger Corman y Monte Hellman, Nicholson encontró su destino entre los moteros de 'Easy Rider' y se codeó con los revolucionarios realizadores que iban a hacer de la década de los años 70 un periodo inolvidable para los amantes del cine. Entre ellos, el siempre interesante Roman Polanski con el que además estabelció una comentada amistad.
En la magnífica 'Chinatown', una de las mejores películas de aquella década, Nicholson encarnaba a Gittes, un detective privado de Los Ángeles que recibe el encargo de espiar a un hombre cuya mujer sospecha que es infiel. A medida que la investigación avanza, Gittes descubre además la implicación del sospechoso en un caso de corrupción urbanística y las verdaderas intenciones de su esposa. Un extraordinario film noir de impactante desenlace, por el que Nicholson fue candidato al Oscar con una interpretación sobria y ajustada.
R.P. McMurphy en 'Alguien voló sobre el nido del cuco' (1975)
Solo un año después de 'Chinatown', Jack Nicholson iba a llevarse su primer Oscar a casa gracias a su brillante actuación en la inolvidable 'Alguien voló sobre el nido del cuco'. El director Milos Forman fue el responsable del excelente film que adaptaba la novela de Ken Kesey y en el que Nicholson interpretaba a McMurphy, un delincuente condenado por asalto que es enviado a un centro psiquiátrico en el que su llegada provocará una auténtica revolución entre los pacientes y el personal médico.
Producida por Michael Douglas, la película era una valiente y conmovedora aproximación a la enfermedad mental que denunciaba además ciertas prácticas de la Psiquiatría norteamericana. Nicholson bordaba aquí su papel de carismático rebelde que pone en jaque a los responsables del centro en el que está recluído. Una interpretación memorable.
Jack Torrance en 'El resplandor' (1980)
Demostrada con creces su versatilidad, Nicholson regresaba al terror -género con el que ya había probado suerte en varios títulos en los 60- de la mano del maestro Stanley Kubrick en 'El resplandor', memorable adaptación de la obra de Stephen King que, a pesar de los reparos que puso el escritor, se encuentra sin duda entre las cintas más escalofriantes de la historia del cine.
A ello contribuye por supuesto la inquietante y desquiciada interpretación de un Nicholson desatado en una sobreactuada pero tremendamente efectiva encarnación de Jack Torrance, un escritor de novelas encerrado junto a su familia en un remoto y amenazante hotel de Colorado, cuyo bloqueo creativo mutará en un violento trastorno de personalidad de terribles consecuencias. La imagen de Nicholson acechando a su esposa en la ficción con un hacha se encuentra entre las más célebres de la historia del Cine.
Jack Napier (El Joker) en 'Batman' (1989)
Los años 80 consolidan a Nicholson como estrella cinematográfica de primer nivel con películas tan importantes como 'El cartero siempre llama dos veces', 'Rojos', 'La fuerza del cariño' o 'Al filo de la noticia'. Como guinda del pastel, un emergente Tim Burton le otorga a Nicholson el papel de villano en 'Batman', su personalísima y taquillera adaptación a la gran pantalla del personaje de D.C. Cómics.
Su recordada encarnación del Joker destaca por un adecuado histrionismo que permite al actor mostrar su faceta más excesiva en la piel de uno de los malvados más recordados del cine moderno. Aunque su versión de Jack Napier tenga poco que ver con el -también destacable- Joker de Heath Ledger, la hipnótica interpretación de Nicholson logró eclipsar al héroe encarnado por Michael Keaton en una película que no se toma demasiado en serio el material de partida y que destaca por un extraordinario diseño de producción.
Melvin Udall en 'Mejor... imposible' (1997)
Aunque la década de los 90 no fue la más brillante en la filmografía de Nicholson -con un par de patinazos como 'Lobo' o la innecesaria secuela de 'La fuerza del cariño'- el actor pudo brillar con luz propia en algunos proyectos comerciales de notable interés y enorme éxito en taquilla: por un lado, en el estupendo drama judicial 'Algunos hombres buenos', y más tarde en la muy agradable comedia romántica que nos ocupa, la única película que logró hacerle cierta sombra en los Oscar de 1997 a la multipremiada 'Titanic'.
'Mejor... imposible' se llevó los premios de la Academia a la mejor actriz (Helen Hunt) y al mejor actor (Nicholson), merecidos galardones para dos intérpretes de inesperada química, que protagonizaban un atípico romance protagonizado por una camarera que pelea por criar en solitario a su hijo y un maniático escritor de dudosos modales. El papel de Nicholson le permitía dar rienda suelta a su hipergestualidad mientras nos mostraba un menos explotado lado amable.
Warren Schmidt en 'A propósito de Schmidt' (2002)
Nicholson inauguraba el nuevo siglo de la mano de un prometedor cineasta al que le quedaba aún por desarrollar lo mejor de su excelente filmografía. Alexander Payne supo explotar el talento tragicómico del actor en 'A propósito de Schmidt', película en la que encarnaba a un taciturno jubilado que entra en estado de letargo al perder a su esposa y conocer la inminente boda de su única hija con un tipo al que desprecia.
El de 'A propósito de Schmidt' es un Nicholson crepuscular y contenido, despojado aquí de cualquier atisbo de sobreactuación. Su interpretación en esta comedia amarga resulta conmovedora y eleva en gran medida el nivel de un film por el que obtuvo numerosos reconocimientos, entre ellos, un merecido Globo de Oro al mejor actor de comedia.
Frank Costello en 'Infiltrados' (2006)
El oscarizado thriller de Martin Scorsese contaba con Jack Nicholson como secundario de excepción. El actor daba la talla en un papel hecho a su medida y se permitía colaborar con un cineasta que, al igual que Nicholson, era hijo de la rebeldía cinematográfica de los años 70. Un encuentro pendiente con un feliz desenlace en forma de fructífera colaboración.
El intérprete se metía en este caso en la piel de Frank Costello, el poderoso jefe de la mafia irlandesa de Boston que se convertía en escurridizo objetivo de los equipos de investigación a los que pertenecían Matt Damon y un infiltrado Leonardo Di Caprio. Una intriga criminal magistralmente rodada en la que Nicholson ejercía de invitado de excepción y ofrecía el último de sus grandes trabajos.