Algo que los fans de James Bond saben a ciencia cierta es que habrá una nueva entrega del icónico espía británico. Ahora bien, lo que aún no se sabe, es si Daniel Craig volverá a interpretar a 007 o, por el contrario, otro actor lo relevará. A esta incógnita intenta responder Naomie Harris, Moneypenny en la saga, que cree que Craig volverá a dar vida al mítico James Bond.
La actriz lo ha declarado en una entrevista que le ha hecho la BBC con motivo del premio OBE que le ha concedido la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham, además de hablar de su nominación al Oscar por 'Moonlight', Harris ha dado su opinión sobre las posibilidades que hay de volver a ver a Daniel Craig como 007. "Creo que hay muchas probabilidades de que Daniel vuelva. Pienso que es demasiado pronto para estar pensando en otros actores en esta etapa. El hecho de que las dos últimas películas Bond, 'Skyfall' y 'Spectre', hayan estado entre las películas más taquilleras de la historia indica que la gente lo quiere y desean que vuelva", declara.
La intérprete continúa: "Sinceramente, dudo que Daniel sea inmune a eso, creo que es muy consciente de ello. De ahí, que haya una gran presión añadida para que vuelva y para seguir mejorando".
Todos quieren el regreso de Daniel Craig
Si algo parece claro es que los productores de la saga quieren que Daniel Craig siga. No es de extrañar, las cintas protagonizadas por el James Bond rudo y rubio han sido las que mejores datos han hecho en taquilla, además de lograr un amplio reconocimiento de la crítica y tres premios Oscar. Quizás un cambio brusco no sea bien recibido por los fans, de ahí que el actor siga siendo la primera opción antes de un relevo, que llegará tarde o temprano.
Naomie Harris lo tiene también claro, quiere que el actor siga. Sin embargo, en la misma entrevista ya lo dice todo: "La única persona a la que hay que persuadir es al propio Daniel". De momento, no hay ninguna información oficial sobre su regreso o, por el contrario, su relevo. Así que, toca esperar.
Los 10 mejores openings de James Bond
'La espía que me amó': meloso Bond
Dos manos gigantes atrapan el paracaídas más cool de la historia hasta que llegan las camas elásticas. Y las acrobacias. El opening más cursi de la saga juega con las acrobacias entre las pistolas y el romance mientras la voz de Carly Simon inunda todo con la maravillosa balada 'Nobody does it better', siendo la primera canción que no comparte título con la película a la que representa. Binder opta por menos despliegue visual y más contención. Nuestro espía favorito se pone meloso desde el principio.
'Operación Trueno': Primeros compases
Nos colocamos las gafas de buceo y nos metemos bajo agua para descubrir el misterio, la profundidad y la épica elegancia marca 007. Ayuda, y de qué manera, la brutal canción de Tom Jones, banda sonora perfecta para un opening que, de nuevo, apuesta por lo mínimo, aprovechando al completo todas las posibilidades que da la belleza y oscuridad de los fondos marinos. La película no ha envejecido tan bien pero, 'Thunderball', sigue conquistado en sus primeros compases.
'Dr. No': historia desde lo mínimo
El inicio de todo. Binder tenía la complicadísima misión de conseguir, en menos de 3 minutos, captar toda la esencia de un personaje, transmitir su personalidad y, al mismo tiempo, marcar de por vida una saga. Todo cumplido. La banda sonora de Monty Norman elevaba a los altares una introducción juguetona y arriesgada. Tras su apariencia sencilla se esconde todo un tour de force minimalista capaz de llegar a lo máximo desde el detalle más diminuto. Un primer paso emocionante, diferente, en el que lo trepidante se daba la mano con los ritmos brasileños. Podría haber salido fatal. Terminó siendo histórico.
'Sólo se vive dos veces': lava oriental
De acuerdo, demasiados volcanes. Ellos se erigen como verdaderos protagonistas de una introducción de la que, sin embargo, es imposible no quedarse prendado. Nancy Sinatra interpreta una canción homónima que está, seguro, entre lo mejor del repertorio Bond mientras las imágenes juegan constantemente con las influencias orientales que aparecen a lo largo de la trama. No es excesivamente brillante como concepto pero, 'Sólo se vive dos veces', consigue atraparte a base de erotismo musical. Y lava. Mucha lava.
'El mañana nunca muere': sensualidad 2.0
Injustamente tratada por la crítica, 'El mañana nunca muere', es una de las mejores películas Bond con Pierce Brosnan al frente. Y su opening está a la altura. Daniel Kleinman, incorporado como responsable de las introducciones 007 en 'Goldeneye' tras la muerte de Binder, se sirve de la (ultra) sexy interpretación de Sheryl Crowe en la canción homónima para aportar aún más valor a una introducción cien por cien noventera que, sin embargo, mantiene su vigencia y atractivo visual gracias a un recurso tan simple como la referencia a la tecnología informática. Sensualidad y ordenadores. Sí, es posible. El opening favorito de cualquier informático.
'Casino Royale': as ganador
Una absoluta maravilla. 'Casino Royale' nos presentaba a lo grande al nuevo Bond con rostro de Daniel Craig. La película renovaba la fórmula y lo hacía con pulso de hierro, mayor dosis de drama y otorgando al personaje una profundidad psicológica que se vería reforzada e incrementada en sus posteriores entregas. Pese a la poca ayuda que aportaba el tema principal interpretado por Chris Cornell, Kleinman se apoya en la animación y deslumbra ofreciéndole al espectador la posibilidad de lanzarse de cabeza al universo Bond. Las cartas vuelan, las partidas se ganan en el último segundo, la sangre hace acto de presencia y Craig calla la boca de todos aquellos que dudaron de sus posibilidades como agente 007 desde el primer momento. Funciona en modo metafórico, cautiva en su riesgo e hipnotiza con su maravilloso uso del juego como psicología y músculo. Un triunfo.
'Skyfall': resurrección
Llegamos con la quinta marcha desde su espectacular prólogo y chocamos contra ese tren de alta velocidad que es 'Skyfall'. La mejor película de la franquicia hasta la fecha merecía un opening a la altura y el regreso de Kleinman, después del estropicio de 'Quantum of Solace', convirtió nuestros deseos en realidad. Adele ponía su montaña de arena con una canción histórica, brillante hasta la médula, y los mejores tiempos de Bond parecían resucitar ante nuestros ojos con homenajes a otras películas de la saga en unos títulos de crédito perfectos. Todo el universo 007 resumido en cuatro minutos que podrían durar toda la vida. 'Spectre' lo tiene complicado. Muy complicado.
'Vive y deja morir': McCartney, Paul McCartney
He tenido que controlarme (mucho) para no colocar el opening de 'Vive y deja morir' en el primer puesto. Y eso habría ocurrido si estuviéramos haciendo un especial sobre las mejores canciones Bond. Paul McCartney, en pie, compuso una canción tan redonda, tan perfecta en su capacidad para convertir en melodía todo el universo del agente, que es una pena que el trabajo de Binder no estuviera a su nivel. Cuidado, esos rostros convirtiéndose en hueso y fuego son antológicos, pero el resto se quedaba en débil juego de luces y ecos exóticos que uno no termina de comprender demasiado. Pero ahí estaba McCartney. Ante eso, lo mínimo, es un bronce.
'Goldeneye': por la puerta grande
Ay, Tina. Pierce Brosnan llegaba a la ciudad como nuevo James Bond en el lejano 1995 y resucitaba una franquicia que andaba en la cuerda floja. La película triunfó entre crítica y público y, lo más importante, consiguió una nueva legión de fans que se enamoraron de un personaje que, desde los tiempos de Sean Connery, había ido perdiendo su esencia hasta convertirse en la sombra de lo que fue. Fuimos unos cuantos los que conocimos a Bond en esta aventura que tenía TODO lo que uno puede pedirle a una cinta de espías secretos, chicas sexys y escenas de acción para levantarse y aplaudir. Tras la primera de ellas, la voz de Tina Turner lo llenaba absolutamente todo y, claro, no quedaba otra que sucumbir. Regreso por la puerta grande y unos títulos de crédito renacidos que eran el primer golpe serio sobre la mesa. Bond ha vuelto para quedarse.
'Goldfinger': oro
En 1964, Binder necesitó simplemente un cuerpo cubierto de oro para dar forma a un opening memorable. Pequeños y elegantes movimientos de cámara, escenas proyectadas sobre una piel dorada y la mejor canción de la historia Bond, inolvidable Shirley Bassey, construyen unos títulos de crédito que, al igual que ocurre en las primeras entregas, no necesitan de grandes despliegues para conseguir una épica de seda. Un hito que no tiene los fuegos artificiales de algunas de sus compañeras más reconocidas pero que, sin embargo, consigue ejemplificar a la perfección las razones por las que 007 es uno de los personajes más importantes de la cultura cinematográfica de las últimas décadas. El oro de esta lista solamente podía ir a parar al...oro.