Aunque parece que la situación económica de MGM, estudio encargado de la saga del agente 007, está ya estabilizada y bajo control, una película como la nueva entrega de James Bond no se hace con cuatro duros.
Dado que aún no estarán pensando en gastar todo su dinero en el proyecto antes conocido como 'Bond 23', por muy lucrativo que pudiera llegar a ser, hay que buscar un plan B para pagarle a Daniel Craig todos sus artilugios y armas último modelo.
Si no puedes pagarlo de tu bolsillo, la opción es la publicidad. Lo que se conoce como product placement, es decir, utilizar electrodomésticos, coches y objetos con marcas reales para conseguir financiación.
Publicidad por doquier
Así, la próxima película de Bond será la cinta con mayor presupuesto ganado con emplazamiento de productos de la historia, concretamente 45 millones de dólares, lo que supone un tercio del dinero disponible para el rodaje.
Así que ya nos podemos esperar un auténtico catálogo de novedades de la automoción, relojes y pantallas de televisión. Además de licencia para matar, tendrá licencia para comprar.