Después de su batacazo en taquilla con su última película, 'Zeroville', parece que James Franco no levanta cabeza. El actor ha sido demandado por acoso sexual junto a sus socios, el actor y productor Vince Jolivette y el primo de este, Jay Davis. Los tres crearon la escuela de cine e interpretación RabbitBandini Studio 4 en 2014.
En el documento recogido por Deadline, Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal, exalumnas de Franco y líderes de esta demanda colectiva, alegan que los tres acusados "sexualizaron su poder y fama al ofrecer como incentivo a actrices en ciernes la oportunidad de conseguir trabajo en cine y televisión a cambio de desnudos explícitos, relaciones sexuales e interpretación de escenas eróticas".
Las demandantes añaden que "fueron forzadas a ceder sus derechos para las escenas de sexo explícito y desnudos integrales con la excusa de que Franco quería revisarlas personalmente". Tither-Kaplan y Gaal se inscribieron en Studio 4 en 2014 y pagaron una mensualidad de 300 dólares.
Los abogados de las exalumnas piden un juicio con jurado, compensación por daños y perjuicios, una disculpa, la devolución del material grabado en posesión de los demandados y que estos reciban un entrenamiento en acoso sexual y sensibilidad.
Comportamiento reincidente
El abogado del actor, Michael Plonsker, ha emitido un comunicado diciendo que no es la primera vez que el actor es acusado de estos delitos. El letrado ha declarado que no ha podido revisar la demanda al filtrarse a la prensa, pero que su cliente reclamará por daños y perjuicios a las demandantes y sus abogados.
El protagonista de 'The Disaster Artist' se comprometió públicamente a solucionar este tipo de situaciones tras publicarse la noticia sobre la hostilidad sexual y depredadora que tuvo con varias mujeres. Por lo que denota esta nueva demanda, Franco no ha cumplido con su palabra.
