El problema de la violencia racial en EEUU sigue copando titulares. Ahora ha saltado de las calles y los informativos a una gala cinematográfica. Este domingo, el actor Jamie Foxx defendió al director Quentin Tarantino en los Hollywood Film Awards, sobre el escenario, cuando le llegó el turno de palabra: "Sigue diciendo la verdad y no hagas caso a aquellos que te odian", le aconsejó el intérprete.
La polémica surgió cuando Tarantino acudió a una manifestación que protestaba contra la violencia policial, la pasada semana. Allí, en Brooklyn, el cineasta se expresó de una manera que no ha gustado nada a la Asociación Nacional de Organizaciones Policiales de EEUU (NAPO): "Cuando veo un asesinato, no puedo quedarme impasible... Tengo que llamar asesinato a un asesinato y asesino a un asesino".
En un comunicado de prensa, la policía de Los Ángeles catalogó los comentarios de Tarantino como "retórica inflamatoria", y apuntó que estos habían incurrido en "una irresponsabilidad que alcanza un nuevo nivel completamente inaceptable". Asimismo, personalidades y medios conservadores de todo el país han criticado con dureza el comportamiento del cineasta.
Las medidas de la justicia
Como consecuencia inmediata de su participación en la manifestación, la NAPO ha iniciado una campaña de boicot contra el cineasta, alentando al conjunto de agentes a que den la espalda a Tarantino de cara a cualquier clase de ayuda que pudiera necesitar con sus futuros proyectos.