Estuvo ausente durante un largo tiempo en el que tuvo que pasar por el hospital en varias ocasiones para tratar una misteriosa enfermedad, pero ahora ha dado los primeros pasos para recuperar su vida pública. Jamie Foxx hacía saltar todas las alarmas cuando en pleno rodaje de su nueva película para Netflix, 'Back in Action', donde compartía reparto con Cameron Diaz y Gleen Close, tuvo que acudir rápidamente a los servicios de urgencias, donde llegó a temer por su vida. Ahora parece que todo vuelve a la vieja normalidad y el conocido actor reaparecía recientemente para realizar una campaña publicitaria, que sería el primero de sus proyectos laborales.
La preocupación por el conocido actor americano fue en aumento desde que tanto él como su entorno decidieron guardar absoluto silencio y únicamente daban breves partes médicos en los que informaban que se encontraban en pleno proceso de recuperación. En las últimas horas, el actor recuperaba su vida y aprovechaba para disfrutar de sus vacaciones en el mar. Aprovechando este parón forzado, el galardonado con el Oscar subía un video a sus redes en los que ya alteraba que durante todo este tipo ha sufrido más de lo que le gustaría, admitiendo que "pasé por algo que pensé que nunca pasaría".
El silencio que había alrededor de su figura tenía una explicación y es que por decisión expresa del piloto, quería preservar su intimidad e imagen con la intención de no alarmar a sus seguidores: "Quiero que me veas riendo, divirtiéndome de fiesta, contando un chiste, haciendo una película, un programa de televisión. No quería que me vieras con los tubos saliendo de mi cuerpo e intentando saber si lo conseguiría (salir de esa situación)", comentaba el laureado actor americano.
Un duro camino por delante
Si algo tenía claro en su familia y su entorno, era que deberían guardar silencio por el bien del propio actor y así favorecer su recuperación. Ahora, que ha podido volver a su antigua vida delante de los focos, ha querido agradecer a su familia, en especial a su hermano e hija, porque "me salvaron la vida". Por ello, ha apuntado que tuvieron todo bajo control en todo momento y con las ideas claras, llegando a mantener todo "hermético, no dejaron escapar nada, me protegieron y eso es lo que espero que todos puedan tener en momentos como estos".
Poco o nada tiene que ver el conocido actor de ahora que el de hace unas semanas cuando estuvo ingresado. Jamie Foxx ha admitido que todo este tiempo en el que estuvo fuera del foco público por obligación médica, ha sido más complicado de lo que a él le gustaría, especialmente porque ha sido demasiado inestable desde el primer momento. A todo ello, ha apuntado que tocó fondo, pero una vez estuvo en esa situación solo pudo mejorar para recuperar su vida: "Fui al infierno y volví, y mi camino hacia la recuperación tuvo algunos baches, pero voy a volver y puedo trabajar". No queda duda de que el actor de Hollywood tiene ganas de volver a ponerse ante las cámaras y seguir con sus proyectos como hasta el momento, aunque tendremos que esperar para verle de nuevo en las pantallas.