Entrevistar a la efervescente Janelle Monáe (cantante, compositora, activista, productora y en los últimos años actriz en 'Figuras ocultas' y 'Moonlight') debe de ser una experiencia memorable incluso en circunstancias normales. Pero entrevistarla por videollamada junto a un puñado de periodistas de varios países en medio de una pandemia global es, entre otras cosas, desconcertante. Incluso distópico.
Hablamos de una mujer que a los 20 años creó una identidad robótica protagonista de una serie de discos conceptuales, a caballo entre la androginia de David Bowie y la libertad de Prince, y bebiendo de la 'Metropolis' de Fritz Lang y el afrofuturismo. Cuando hablas con esta artista de 34 años nacida en Kansas, incluso con una pantalla en medio, puedes ver que hay muchas cosas ocurriendo en su cabeza. De repente una periodista francesa se equivoca y utiliza el pronombre "él" en inglés, en vez de "ella", para hablar de su personaje y se disculpa. Monáe responde: "No, no, me gusta «él». Él, ella, lo soy todo".
Solo con una persona que trajera una energía tan arrolladora podría 'Homecoming' seguir adelante. La primera temporada de Amazon Prime Video fue el primer proyecto televisivo de la carrera de su protagonista, una tal Julia Roberts, y estaba dirigida por Sam Esmail, el creador de 'Mr. Robot' que imprimió su personal estilo en la serie. En la segunda temporada, cuyos siete episodios ya están disponibles, Roberts y Esmail abandonan sus puestos para sentarse como productores ejecutivos. "Esta es mi primera vez en la televisión, llegué al rodaje muy nerviosa", asegura Monáe. "Y todo el mundo me mencionaba a Julia Roberts, parte del equipo había trabajado con ella... Así que era importante que yo estableciera algo diferente, que llevara la serie al siguiente nivel".
Y así nace Jackie, una mujer que se despierta de repente en una barca, sola y desorientada. No sabe cómo ha llegado ahí ni recuerda nada de su pasado. Pero en 'Homecoming', como aprendimos en la primera temporada, nada es lo que parece. Jackie es una veterana de guerra afroamericana que parece haber caído, como el Walter Cruz de la primera temporada, en las garras de Geist, una empresa farmacéutica que busca curar el síndrome postraumático de los soldados a golpe de formateo de los recuerdos. Sin embargo, conforme Jackie vaya desentrañando el misterio iremos descubriendo con ella que el camino que la llevó hasta esa barca está muy lejos de las autovías normalmente transitadas por este tipo de thrillers.
A diferencia de la mayoría de actores y actrices que promocionan una película o serie de televisión, Janelle Monáe reflexiona con cada pregunta que se le hace e intenta salirse del camino preestablecido por la conversación, parándose unos segundos para pensar cada respuesta. Eso la lleva a divagar durante un par de minutos acerca de la excelente comida que ofrecía el catering de la producción de la serie ("no debes comerte todo lo que te dan o acabas la temporada con muchos más kilos") o a abrirse en canal cuando simplemente le han preguntado qué hay de ella misma en el personaje que ha interpretado.
"Yo siempre estoy intentando descubrir la verdad, como ella. En esta temporada nos adentramos en un viaje para descubrir su identidad, y yo también estoy siempre intentando descubrir más partes de quién soy. Y lo ves en mi trabajo: obtienes un poquito más de mí en cada disco. Conforme voy viviendo, aprendiendo, curándome, ves algo de ese cambio de piel. E intenté traer eso al personaje: saber que no tengo todas las respuestas, que no lo sé todo, que hay que escuchar... Tienes que tener herramientas excepcionales para escuchar si quieres entender quién eres". Un periodista irlandés responde con un amén. Esta entrevista se convertido en una experiencia religiosa.
Jackie y Janelle Monáe tienen cosas en común y cosas que las diferencian. Por ejemplo, y sin entrar en mayores spoilers, ambas son mujeres negras que pertenecen al colectivo LGTB+. "Es importante ver personajes queer en la televisión, especialmente negros porque no somos la mayoría y se nos ha ofrecido hasta ahora un mundo muy limitado", reflexiona la actriz. Pero es un personaje complicado que toma decisiones que Janelle Monáe asegura que no tomaría. "Como actriz he tenido que crear un pasado para ella. Su niñez y su educación dieron forma a las decisiones que toma ahora. Pero que conste que nunca voy a contar el pasado que he creado para mis personajes", nos jura. Esa información se quedará en el torbellino que se puede intuir dentro de ella, pero aprovecha la ocasión para recitar otro pasaje de las escrituras sagradas: "Mucho de lo que hacemos de adultos viene de nuestra niñez y de los traumas con los que aún lidiamos, que no hemos desempaquetado. Es importante entender todas las perspectivas y salir de ti mismo". Amén.
Desde 2007 Janelle Monáe ha publicado un EP y tres discos ('The AchAndroid', 'The Electric Lady' y 'Dirty Computer') y ha colaborado con Fun (suyo es el hit 'We Are Young'), Grimes o Duran Duran entre otros. Ha estado nominada en los Grammy, los MTV Video Music Awards y fue nombrada artista revelación por Billboard y Variety, entre otros galardones. Como actriz se estrenó en el cine en 2016, casualmente en dos películas nominadas en los Oscar. Últimamente ha participado en 'Bienvenidos a Marwen', 'Harriet. En busca de la libertad' o 'Antebellum', que será una de las primeras películas que se estrenarán en los cines cuando reabran en los próximos meses. 'Homecoming' es su primer papel importante en una serie de televisión.
Para ella música e interpretación son lo mismo: "arte y narrativa". Pero sí hay una gran diferencia entre ambas facetas: "En el mundo de la música tengo más control porque el montaje final es mío: ya sea un video musical, un corto, una canción, la portada de un disco... nada avanza en la cadena de montaje hasta que yo tome una decisión. Y me siento muy agradecida de estar en control de mi narrativa, mi historia y mi verdad". Como actriz, Janelle Monáe ha tenido que aprender a no tener el control: "Estoy a la merced de los directores, los productores, los guionistas. Solo puedo ir a trabajar y hacerlo lo mejor posible, pero al final del día van a cortar y editar lo que he hecho. Cogen mi arte y hacen lo que quieren con él. Como ellos me ven es como tú me vas a ver". En las manos de Kyle Patrick Alvarez, el director que recoge el testigo de Esmail, y los creadores de la serie y guionistas, Micah Bloomberg y Eli Horowitz, Monáe asegura haberse sentido en buenas manos.
"Janelle es muy diferente de los actores con los que he trabajado antes", asegura Alvarez, que ha dirigido los siete episodios. "Normalmente solo quieren que les digas que lo han hecho bien. Janelle tiene un pasado como cantante, y cuando estás cantando tienes que mirarte frente al espejo y estar muy cómodo viéndote a ti mismo moverte. Por lo tanto puedes traerla al monitor y enseñarle lo que ha hecho, y ella te responde con cosas muy técnicas como «vale, ¿y si muevo mi mano hacia aquí?». Además puedes hacer referencia a ciertas películas y entiende de qué estás hablando".
Lo que une las dos vertientes de la narrativa de Janelle Monáe, ahora con 'Homecoming' y 'Antebellum', es su atracción hacia la ciencia ficción y la fantasía, siempre presentes en su música. "Es una gran forma de contar historias, pero ahora mismo estoy algo asustada porque algunas de las cosas de las que he hablado a través del futurismo están convirtiéndose en realidad y esa nunca fue mi intención. Yo solo estaba avisando de que nos dirigíamos a un camino distópico", reflexiona. Monáe aprovecha cualquier tema para hablar de la pandemia del coronavirus, una situación global sin precedentes en nuestra sociedad moderna que la ha llevado a estar aún más alerta en busca de la verdad: "Quiero saber a quién tengo que creer, en quién tengo que confiar, asegurarme de que estoy recibiendo la información y respondiendo de forma acorde". Insiste, ahora más que nunca: "No tengo todas las respuestas".
El coronavirus sí ha unido en cierta forma a sus dos industrias, la música y el audiovisual: "Con suerte todos esos egos se habrán desinflado en este momento, porque a nadie le importan ahora todas esas cosas superficiales". Aunque Janellé Monae, la cantante, la actriz, la profeta, es de todo menos superficial. "Ahora estamos todos intentando apoyarnos los unos en los otros para llegar al momento siguiente y seguir aferrándonos a la realidad". Amén.
Una nueva historia, el mismo universo
A primera vista la segunda temporada de 'Homecoming' puede parecer una serie distinta, pero esa era la intención de sus guionistas desde el principio. "No queríamos que fuera una antología sino que buscamos un espacio intermedio", asegura Micah Bloomberg. "El espectador puede sentir durante un momento que está viendo una serie totalmente distinta cuando empieza esta temporada, pero entonces obtendrá la satisfacción de ir reconociendo el mundo al que nos lleva el personaje de Janelle Monáe".
Bloomberg y su compañero Eli Horowitz, creadores del podcast en el que se basó la serie, consiguen dinamitar algunas de las expectativas y prejuicios que el espectador podía tener sobre algunos de los personajes secundarios de la temporada anterior, que ahora pasan al primer plano. "Hemos movido la cámara y la hemos enfocado a otro lugar, así que algunas cosas toman un nuevo significado. Estamos en el mismo universo y acompañamos a algunas de las mismas personas, pero miramos desde otra perspectiva".
Monáe intenta llenar el hueco que deja Julia Roberts, pero lo cierto es que cuando una estrella de ese nivel protagoniza una serie y después se va, su ausencia es palpable. Sin embargo, los guionistas aseguran que la historia de Heidi estaba diseñada para acabar de forma definitiva en la primera temporada. "Esta es la serie que queríamos hacer cuando se la ofrecimos a Amazon. Queríamos que cada temporada tuviera una sensación distinta y una historia única que siguiera a un personaje hasta el final y tuviera su cierre", asegura Bloomberg.
Él y Horowitz se consideran improvisadores en su proceso de escritura, y se divierten metiéndose en situaciones alocadas en los guiones para ver cómo salen de ellas. De ahí surge parte de la genialidad de 'Homecoming'. En cuanto a la conexión entre las temporadas, prefieren que una "puerta trasera" de la historia sea la que lleve al espectador hacia la nueva etapa, y así planean hacerlo para una tercera temporada que también quieren que sea una historia cerrada. "Tenemos muchas ideas", asegura Horowitz.
En la dirección hay otra ausencia, pero Sam Esmail ha estado presente en el proceso de desarrollo de los nuevos episodios: eligió a su sucesor, el director de 'Experimento en la prisión de Stanford', y le ayudó a llevar a cabo su visión personal. Kyle Patrick Alvarez intentó estar a la altura de la estilizada dirección de Esmail sin copiarle: "Siempre me intenté recordar que tenía que ser inventivo y tomar decisiones en cada escena. Quise aferrarme a ese estilo exagerado y esa realidad agudizada pero sin copiar cosas de la primera temporada. Por ejemplo, Sam hizo un largo plano secuencia y nosotros también lo hemos hecho. Pero no leí el guion buscando el momento en el que meter el plano secuencia, sino que de repente llegué a un momento y pensé «vale, aquí es mejor que nos quedemos con este personaje todo este tiempo». Pero con suerte, el público se encontrará con un estilo muy marcado y movimientos de cámara muy pensados".
Sí hay personajes que vuelven, como Stephan James ('El blues de Beale Street') y Hong Chau (la serie 'Watchmen'), y nuevos fichajes de altura como Joan Cusack ('Armas de mujer') y Chris Cooper ('Adaptation (El ladrón de orquídeas)'), que interpreta a Leonard Geist, el fundador de la misteriosa empresa farmacéutica, y asegura que tuvo que leer los guiones varias veces, un poco porque estaba enganchado y otro para entender todas las piezas del puzzle.
Por su parte, James está encantado de haber podido seguir explorando su personaje, ahora que Walter Cruz ya no es un hombre que pierde la memoria cada día: "Como artista siempre quise mostrar más de lo que Walter era, su personalidad, y la segunda temporada es una oportunidad perfecta para ello. Ahora ya se da cuenta de todo lo que está pasando".