Todo queda en casa. En esta entrevista hablamos con Javier Parra, cuyo nombre quizá les suene a los lectores asiduos de eCartelera: es uno de nuestros colaboradores. Y como crítico experto en el terror, Parra ha escrito un ensayo titulado 'Scream Queer' que explora la representación LGTBIQ+ en el género.
El libro, publicado el 4 de octubre por la editorial Dos Bigotes, ya va por su segunda edición. Pero el origen de todo esto lo encontramos casualmente en un viaje que Parra hizo a Los Ángeles para entrevistar al equipo de una película para eCartelera. Allí, como cuenta en el prólogo, entró en una librería donde le dio por reflexionar sobre sus propios referentes queers.
Esa semilla acabó germinando en 'Scream Queer', una reflexión sobre la presencia y la representación del colectivo LGTBIQ+ a lo largo de la historia del cine de terror. En la entrevista nos cuenta la importancia de figuras como Clive Barker, director de 'Hellraiser', o la presencia del BDSM en el terror. "Siempre que aparezcan representaciones de sexo más explícitas va a haber un componente BDSM que tiene que ver con la estética leather, el bondage y hay todo un imaginario sobre la fantasía del jockstrap", explica.
También conversamos sobre el cuchillo como elemento fálico en títulos como 'Knife + Heart' o la alegoría del monstruo como ente marginado de la sociedad, con la que tantas personas del colectivo se han sentido identificadas. "El hecho de sentirte marginado, sentirte diferente o un monstruo, porque la sociedad muchas veces a los maricones los ha tachado de monstruos, hasta hace bien poco y ahora también en según qué sitios, es lo que hace maricas, bolleras, trans, gente del colectivo, amen el terror de una forma que muchas veces no saben ni explicar", resume.
Freddy Krueger como alegoría del armario
En la entrevista, que también puedes ver en Youtube, Parra nos explica la importancia de Mark Patton y su protagonismo en 'Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy'. Según el crítico, el guion de David Chaskin era "una historia deliberadamente gay sobre un chico de instituto que está en el armario y aparte se tiene que enfrentar a Freddy Krueger, como si no tuviera suficientes problemas en su vida". La película tiene escenas en locales de leather, en duchas con claro elemento homoerótico y presenta la rara figura del "final boy", en vez de la "final girl" que protagoniza estas cintas de terror.
Chaskin negó durante años el subtexto de la película y no llegó a admitirlo hasta hace poco, en un documental titulado 'Scream, Queen! My Nightmare on Elm Street'. "Estuvo durante muchísimos años negando que la película fuera una alegoría marica, cuando la cosa estaba clarísima", cuenta Parra. "En el documental hay una conversación cara a cara entre él y Patton en la que le pide perdón y le dice que sí, que hizo una cosa marica pero que su intención no era la de reírse".
Antes de 'Scream Queer', Javier Parra ha publicado los libros 'Terror en serie' (Héroes de Papel, 2019) y 'La madre terrible en el cine de terror' (Hermenaute, 2020).
