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VUELVE EL NOTA

Jeff Bridges quiere estar en una secuela de 'El gran Lebowski'

El actor Jeff Bridges se ha mostrado dispuesto a protagonizar la secuela de 'El gran Lebowski', como también de hacer un cameo en el spin-off que John Turturro prepara.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 1 de Agosto 2016 | 08:15
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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En plena época de secuels, reboots, remakes y precuelas de películas míticas de los 80 y 90 hay una que se ganó el corazón de la gente fue 'El gran Lebowski'. La película mítica de los Hermanos Coen de 1998 podría tener un spin-off o una secuela, o eso es al menos lo que quieren los actores de la película.

Así lo dejó caer John Turturro, Jesus Quintana en el filme, durante una entrevista con The Hollywood Reporter en junio. El actor comentó que lleva ya años intentando sacar adelante un spin-off que esté enfocado en Jesus, aunque el proyecto lleva bastante tiempo enquistado debido a "problemas legales complejos". Eso sí, Turturro reconoció en la entrevista que sería de gran ayuda que los Coen participasen en la cinta, algo a lo que parece que están proclives pero, eso sí, no para dirigirla.

El gran Lebowski

Un spin-off sobre Jesus puede estar bien, pero aumentaría las ganas de verlo por parte de los fans si hubiese una intervención de El Nota de Jeff Bridges y al actor le encantaría volver a meterse en la piel de uno de los personajes más recordados de su carrera. En declaraciones a Bussiness Insider, Bridges comentó: "He oído hablar del spin-off durante bastante tiempo y John ya lo había comentado en persona. Creo que sería una idea fantástica y, claro, que sería ideal volver a ser El Nota en un pequeño cameo".

¿Se animarán los Coen?

Aunque, después el actor apunta: "Pero claro, espero que se produzca una secuela de 'El gran Lebowski' porque ya todo estaba preparado para ello. Dejé embarazada a Maude (Julianne Moore) y lo dice The Strange (Sam Elliot): Hay un pequeño Lebowski en camino".

Con los actores con ganas de volver a interpretar a sus personajes, los fans ya tienen ganas de ver la secuela, sólo falta que se animen los Hermanos Coen que, realmente, son los únicos que pueden hacerse cargo de una potencial continuación. ¿Se animarán al final?

Las películas de los Coen, de peor a mejor

'Un tipo serio': fallo personal

'Un tipo serio': fallo personal

Dos nominaciones a los Oscar, Mejor Guión Original y Mejor Película, y millones de mandíbulas desencajadas y gestos extraños. ¿Es 'Un tipo serio' la película más personal de los Coen? Seguramente. ¿Es también la más pretenciosa e impostada? También. Un trabajo extraño, excesivamente hermético, deliberadamente absurdo y profundamente surrealista en el que los grandes aciertos marca de la casa (atmósfera, personajes carismáticos, humor negro, forma sofisticada y diálogos potentes) no terminan de respirar la naturalidad de sus mejores trabajos. Película que se ama o se odia, rara avis en su trayectoria y uno de esos trabajos arriesgados que no entienden de términos medios. Se puede entender a sus defensores, pero pocos argumentos quedan para luchar contra sus detractores. Fallida.

Un tipo serio en eCartelera

'Crueldad intolerable': de la sonrisa al tedio

'Crueldad intolerable': de la sonrisa al tedio

A los Coen les encanta jugar con los géneros, aprovecharse de las distintas esencias que el cine ha propuesto a lo largo de su historia para adaptar su sello. En 'Crueldad intolerable', los hermanos abrazan la comedia de enredo clásica con la complicidad de George Clooney y Catherine Zeta Jones, dos estrellas con aroma al Hollywood dorado, más que cómodas en sus papeles de encantadores de serpientes. Sin embargo, lo que en su primera mitad fluye con elegancia y sensualidad, con ironía y ritmo, cae en la reiteración y en la torpeza, la tontería gratuita y los tics más tópicos del género. La diversión se desvanece y solamente queda el tedio. Las sonrisas se congelan y queda la sensación de haber visto un trabajo muy menor. Un pasatiempo descafeinado.

Crueldad intolerable en eCartelera

'El gran salto': a medias

'El gran salto': a medias

Si estás buscando la película más normal, accesible, comercial y domesticada de los hermanos Coen, 'El gran salto' es la respuesta. Cuento de navidad con sorprendentes dosis de ternura y almíbar, denuncia algo torpe hacia el sistema financiero y el poder la manipulación en las más altas esferas, esta comedia amable tiene en las interpretaciones de Tim Robbins, Jennifer Jason Leigh y Paul Newman, su tridente de virtudes mayúsculas. El resto se queda a medio en casi todo, con excepción de un diseño de producción a la altura de lo esperado. Brillante comienzo, anodino desarrollo, interesante desenlace. Todo en su sitio, nada fuera de lugar. Todo correcto, nada significativo. Aceptable. Y ya.

'The Ladykillers': buen rato

'The Ladykillers': buen rato

Los Coen y los remakes, esa historia de amor. En esta ocasión, los hermanos acuden a 'El quinteto de la muerte', clásico de los años 50 dirigido por Alexander MacKendrick y protagonizado por Alec Guinnes y Peter Sellers, para construir una nueva comedia sustentada en el humor negro. Tom Hanks, rey de la función, se adapta al género Coen con la profesionalidad de siempre, pero es imposible no encontrarle algo perdido en un universo tan alejado del que está acostumbrado a habitar. A pesar de los problemas que tiene para encontrar el tono y el ritmo, 'The Ladykillers' consigue levantar el vuelo y convertirse en un trabajo tan acomodado como interesante. No hay demasiado esfuerzo ni ganas de innovar, pero los Coen pasan un buen rato. Y nosotros con ellos.

'Arizona Baby': estado de sorpresa

'Arizona Baby': estado de sorpresa

Joya de culto, road movie desquiciada, locura sin sentido ni orden que, a base de comedia pura, termina superando el listón hasta llegar al notable, 'Arizona Baby' es la opción menos coherente y más atrevida de los Coen. Tras el triunfo crítico de su debut, 'Sangre fácil', los hermanos se meten de lleno en una delirante historia de secuestros para toda la familia en la que la ternura se termina colando por los rincones más insospechados. El resultado es una obra voluntariamente menor pero destacada como ejemplo de libertad creativa. Primer giro de volante de unos cineastas en permanente estado de sorpresa.

'El hombre que nunca estuvo allí': anécdota en blanco y negro

'El hombre que nunca estuvo allí': anécdota en blanco y negro

Los Coen habían coqueteado con el cine negro desde sus comienzos, acercándose a los grandes clásicos desde el thriller más reconocible pero, con 'El hombre que nunca estuvo allí', se lanzan de lleno al género. Ya en su título se puede intuir lo que, tras su visionado, es una certeza absoluta, el homenaje planteado y medido a un tipo de cine que ya no se hace, ni se hacía en su fecha de estreno, el lejano 2001. Soberbios Billy Bob Thorton y Frances McDormand, espectacular fotografía de Roger Deakins y perfección en la dirección de Joel, elementos destacados en una obra que, sin embargo, termina anclada en el tributo, sin espacio para la novedad o el riesgo. Se recupera una manera de contar historias que estaba perdida en el tiempo, sí, pero el problema es que, lo que aquí se nos cuenta, nunca termina de apasionar como lo hacían aquellos relatos. Podría haber sido sobresaliente, pero se queda en honrosa anécdota.

El hombre que nunca estuvo allí en eCartelera

'Quemar después de leer': la estupidez genial

'Quemar después de leer': la estupidez genial

Tras triunfar en los Oscar con un thriller fronterizo y áspero hasta la médula, ¿cuál era la mejor opción para los Coen? Retratar el lado más absurdo del espionaje con una comedia basada en la estupidez del 90 por ciento de sus personajes. Una nueva demostración de riesgo asumido y de libertad absoluta que, afortunadamente, volvió a salir más que bien. 'Quemar después de leer' puede entenderse como una obra menor, un ligero entretenimiento con el que los Coen se alejaban de la profundidad dramática de sus trabajos anteriores, pero eso sería quedarse en la superficie de un estupendo retrato de las obsesiones y miedos universales desde la óptica del absurdo total. Con la complicidad de un reparto cinco estrellas en el que todos brillan desde la autoparodia más honesta, 'Quemar después de leer' es una de esas películas que se suelen olvidar a la hora de enumerar los principales logros de sus autores. Pero, de existir una segunda división, aquí estaría uno de sus líderes.

Quemar después de leer en eCartelera

'O Brother!': estribillos

'O Brother!': estribillos

Una nueva Odisea, tres Ulises. Los Coen ofrecen la lectura más musical y colorida de la obra maestra de Homero con 'O Brother!', infravalorada joya que se sirve de una banda sonora de oro para dar forma a una road movie que, pese a rozar la caída en el absurdo más gratuito, termina sobreviviendo a base de talento. La película, de ritmo medido al milímetro, repleto de hallazgos visuales y con un guión de acero, consigue recrear los años 30 desde la comedia más alocada. Sin embargo, no hay nada ridículo en esta historia de fugas y canciones, de sirenas e incendios, de barbas postizas y trenes en marcha. Un trabajo cien por cien Coen que conviene reivindicar siempre que sea posible. Y, si no se termina de conectar con ella, siempre quedan sus estribillos. No es poco.

O Brother! en eCartelera

'Sangre fácil': primer golpe

'Sangre fácil': primer golpe

Hay debuts y debuts. No es lo mismo empezar con buen pie que tirar la puerta abajo con una demostración de talento y pulso firme de la talla de 'Sangre fácil'. Los Coen aparecen en Sundance y se llevan el Gran Premio del Jurado y un buen puñado de espectadores impactados por una película que sirve como contundente declaración de intenciones, de una perfección formal que abruma, un manejo del ritmo y el tono, de la tensión y el suspense, que parece inconcebible que venga de unos principiantes. Y Frances McDormand, perfecta, ejemplificando desde el principio que es la actriz que mejor entiende el universo Coen. Joel y Ethan llegaron arrasando y 'Sangre fácil' sigue siendo el testimonio, incapaz de envejecer, del primer paso de dos gigantes. Deslumbrante.

Sangre Fácil en eCartelera

'No es país para viejos': motivaciones

'No es país para viejos': motivaciones

Los Oscar llegaron. Era cuestión de tiempo y pese a que la competencia ofrecía más y mejor competencia, con las soberbias 'Expiación' y 'Pozos de ambición' a la cabeza, Hollywood entendió que con esta adaptación de la novela de Cormac McCarthy, era el momento de premiar a dos de los cineastas más importantes de las últimas décadas. 'No es país para viejos' no es, ni muchísimo menos, su mejor película, pero si que es un trabajo cuya complejidad psicológica, su narrativa cruda y áspera, su potente dirección y su reflexión implícita sobre la violencia y la codicia en la esencia del ser humano, aportan la suficiente cantidad de virtudes como para admirarla sin miedo. Cuenta, además, con un personaje memorable, Anton Chigurh, asesino de sangre fía interpretado por Javier Bardem con la grandeza de un gigante. Un trabajo de una intensidad y sutileza por encima del halago. La guinda de un pastel extraño, complejo y, finalmente, apasionante. La industria le debía muchas ovaciones a los Coen y, 'No es país para viejos', es una justa motivación.

No es país para viejos en eCartelera

'El gran Lebowski': influencia inesperada

'El gran Lebowski': influencia inesperada

Si quieres saber de que hablamos cuando nos referimos a la comedia Coen, 'El gran Lebowski' debe ser tu primera opción. Un espectacular Jeff Bridges borda a El Nota, uno de los iconos de la cultura cinematográfica del siglo XX, en una historia protagonizada, una vez más, por personajes estúpidos incapaces de hacer nada bien. Puro Coen. Lo que en muchas ocasiones ha quedado plasmado con ligereza y desgana por parte de los cineastas, se convierte aquí en maestría y diversión, una comedia diferente a todas las demás que, sin embargo, ha terminado siendo influencia directa dentro del género. Repleta de escenas antológicas, 'El gran Lebowski' es una de esas películas que llega en el momento oportuno y al lugar correcto. Sirva como ejemplo ese instante en el que un sueño con banda sonora de Dylan se convierte en golpe de genio. Nada debería funcionar. Todo lo hace.

El gran Lebowski en eCartelera

'Fargo': universo Coen

'Fargo': universo Coen

Cuando dos cineastas tienen una personalidad tan marcada, un discurso artístico tan inconfundible y un universo tan particular, siempre existe una película que marca el punto de inflexión, que define una carrera, que ejecuta a la perfección todas las virtudes que se presuponen, clarificando las vistas, rompiendo los moldes. 'Fargo' es, sencillamente, el cine de los Coen resumido en 97 minutos. Joel y Ethan nos sumergen en la versión nevada y amplificada de 'Sangre fácil', aumentando el humor y disminuyendo los golpes de efectos, para dar forma a una historia de personajes cotidianos protagonizando historias extraordinarias. La maldad y la bondad se unen en la tierna fragilidad de la idiotez y los hermanos se lo pasan pipa escribiendo y dirigiendo con maestría absoluta una de esas películas que marcan una década. Los 90 se rindieron a ella y la hicieron suya, convirtiéndola en éxito de crítica y público que vive una nueva edad dorada tras su transformación en (magistral) serie de televisión. Un pequeño pueblo perdido en medio de la nada, personajes inolvidables, un reparto extraordinario (merecidísimo Oscar para Frances McDormand) y alguna de las escenas más brillantes que han salido de la mente de estos dos genios. Puede que 'Fargo' no sea la mejor película de los hermanos Coen pero, sin duda, es la que mejor representa su manera de contar historias. Un clásico contemporáneo.

Fargo en eCartelera

'Valor de ley': homenaje y clásico

'Valor de ley': homenaje y clásico

Tras la decepcionante 'Un tipo serio', los hermanos Coen volvieron a sorprender a propios y extraños con su siguiente decisión artística. Llevar a cabo un remake de 'Valor de ley' , simpático western de 1969, con el que John Wayne consiguió un Oscar que había merecido con mucho más mérito en incontables ocasiones previas. Aquella película, más cercana a la comedia familiar que a la grandeza del Dios John Ford, se convirtió por obra y gracia de los Coen en una de las cartas de amor más hermosas que ha recibido el género en los últimos años. Su 'Valor de ley' está repleta de instantes prodigiosos entre los que destaca un clímax final de una belleza cautivadora, una auténtica postal de cine en movimiento. Los Coen querían rendir homenaje al western y les salió una obra maestra a la altura de las grandes obras del género. Imprescindible.

Valor de ley en eCartelera

'A propósito de Llewyn Davis': querer estar

'A propósito de Llewyn Davis': querer estar

Nueva cumbre en una carrera repleta de puntos altos, 'A propósito de Llewyn Davis' subraya el punto de madurez total de unos cineastas (y guionistas) que, más allá de contar con un universo propio indiscutible, han alcanzado un estado de gracia que, en sus últimos trabajos, les ha cambiado la etiqueta de chicos raritos de la clase por el de superdotados. Aquí hay gran cine, escenas que respiran clasicismo casi sin quererlo, preciosas metáforas sobre la Odisea de un Ulises en forma de gato robaescenas y canciones, inolvidables, que guían un relato cocinado a ritmo lento pero seguro. Una película ganadora cuyo triunfo se eleva al estar repleta de gente normal y corriente a la que las cosas no le salen bien. Al final, puede que simplemente consista en estar en el momento oportuno y en el lugar adecuado, sí, pero también en querer estar. 'A propósito de Llewyn Davis', lo está. Y se queda para siempre.

A propósito de Llewyn Davis en eCartelera

'Barton Fink': alucinaciones

'Barton Fink': alucinaciones

Introducirse en la mente de un creador, incendiar a las musas, enfrentarse a la hoja en blanco, tocar con la punta de los dedos la inspiración, conseguir transformar algo tan complejo como la genialidad en algo tangible, visual, cercano. Los Coen se proponen todas estas misiones imposibles en 'Barton Fink' y consiguen cumplir con todas y cada una de ellas. Además, se permiten entregarles a John Turturro y John Goodman los papeles de su vida y se sacan de la manga una historia de detectives en el Hollywood de los años 40 en la que el cine negro se mezcla con 'El crepúsculo de los dioses' alcanzando la excelencia. Con uno de los epílogos más fascinantes que nos regaló la década de los 90, 'Barton Fink' es una alucinante y alucinada obra de arte que no ha perdido ni una pizca de su capacidad de fascinación. Prodigiosa.

Barton Fink en eCartelera

'Muerte entre las flores': otoño

'Muerte entre las flores': otoño

Pese a haber adaptado su personalidad a (casi) todos los géneros posibles, es evidente que los hermanos Coen tienen una debilidad especial hacia el cine negro, hacia esos personajes derrotados, solitarios y pesimistas que combaten la vida con alcohol, amenazas y frustración. Su capacidad para insuflar poesía a cualquier tipo de relato alcanzó su clímax con 'Muerte entre las flores'. Un bosque repleto de árboles cuyas hojas vivían sus últimos momentos, un sombrero mecido por el viento, un llanto, una súplica. El tercer trabajo de los Coen, situado entre 'Arizona Baby' y 'Barton Fink', tres películas completamente diferentes que demuestran la piel de camaleón de estos tipos, supone su obra definitiva por mantener ese aura de surrealismo que embarga toda su carrera pero combinándola a la perfección con un clasicismo desbordante. El guión es una auténtica maravilla, especialmente brillante en la presentación de personajes, mientras que la dirección de Joel está por encima del elogio. Una de esas obras maestras únicas y extrañas que suelen ser olvidadas y que conviene recordar. Entre la arena y la nieve, algunos nos quedamos con el otoño de 'Muerte entre las flores'.

Muerte entre las flores en eCartelera