Durante semanas una de las comidillas del universo celebrity americano ha sido el rumor sobre el embarazo de Jennifer Aniston. La actriz ha aclarado de manera tajante que no está embarazada, pero el embarazo no es en este caso la anécdota. Lo verdaderamente importante es que el rumor de la actriz de 'Friends' deja de nuevo de relieve un nuevo y reconocible rastro de la sociedad machista occidental. Aniston da un paso adelante en el Huffington Post escribiendo un artículo muy duro contra la prensa rosa. Un artículo de su puño y letra. Un pequeño post en que, tajante, arranca con un: "Para que conste, no estoy embarazada, lo que estoy es harta".
La actriz continúa en su alegato: "Harta de que de manera diaria se haga un vergonzoso escrutinio de mi cuerpo, que se produce en nombre del 'periodismo' (...) La cosificación y examen al que se somete a las mujeres es absurdo y molesto", y recalca el pobre reflejo que arroja a la sociedad, y de la sociedad, el hecho de que si el cuerpo de una mujer experimenta cambios o simplemente le toman una foto en un ángulo extraño "sólo hay dos opciones: o embarazada o gorda".
El estereotipo social
Sin embargo, la actriz expone que cuando se apela al embarazo en una mujer, y a la reiterada pregunta sobre el tema, no sólo se hace escarnio del plano físico de las mujeres, sino que también se trata de una actitud sexista sobre el rol social que tradicionalmente se asocia a la mujer: "En particular el mes pasado me ha ilustrado lo mucho que definimos el valor de una mujer a base de su estado civil y maternal (...) La enorme cantidad de recursos que la prensa está empleando simplemente en descubrir si estoy o no embarazada muestran la perpetuidad de la idea de que las mujeres están de alguna manera incompletas, sin éxito o tristes si no están casadas con hijos", firmaba la actriz en su texto. Pese a su carrera, en lugar de detenernos a hablar de si su interpretación es pobre, el núcleo de interés se centra de nuevo sobre el estereotipo social.
En Estados Unidos existe un movimientos de profesionales de diferentes campos artísticos, como la música o la interpretación, que en más de una ocasión reciente se han puesto en pie de guerra reclamando un trato igualitario en la sociedad y evidentemente también en la prensa. Anniston propone "conciencia y reacción ante los mensajes tóxicos enterrados dentro de estos artículos aparentemente inofensivos". La actriz nos pide que dejemos que comprar y consumir prensa sensacionalista, porque de esa forma "la prensa rosa quizá se vea obligada a ver el mundo a través de una lente más humaniza, simplemente porque los consumidores hemos dejado de comprar su mierda". Tajante. Rotunda. Brillante.