Para aquellos que no lo supieran todavía, Jennifer Lawrence es un espíritu libre. Habrá quienes le tengan un poco de manía y quienes se hayan convertido en fans de la actriz a raíz de su espontaneidad y su poca vergüenza, en el buen sentido, para hacer lo que le apetece en cada momento.
Lawrence tampoco ha perdido el desparpajo que la caracteriza en la ceremonia de los Premios Oscar 2018, que tienen lugar en esta madrugada del 4 de marzo. Copa de vino en mano, a riesgo de emborracharse como lo hizo con Stephen Colbert, la actriz de 'Madre!', que por cierto estaba nominada a un Razzie, ha saltado por los asientos del Dolby Theatre de Los Ángeles para llegar hasta su butaca.
Y mientras, Jennifer Lawrence #Oscars pic.twitter.com/c2gdFqwNaj
? cinelander (@cinelander) 5 de marzo de 2018
Como no podría ser de otra forma, al instante de verla atajar camino para sentarse a ver la gala, sus divertidas imágenes con una sonrisa en la boca se han convertido en meme, instantáneas destinadas a alegrarnos la noche como nadie más lo ha conseguido encima del escenario.
Pero se pone seria en la pantalla...
A pesar de que Jennifer Lawrence es, probablemente, una de las actrices más divertidas de Hollywood y parece no tener ningún reparo en lo que la gente pueda pensar, su último personaje, la protagonista de 'Gorrión rojo', tiene un carácter bien diferente. Una mujer seductora y manipuladora entrenada para conseguir todo lo que se proponga.