10 años han pasado del estreno de 'Los Juegos del Hambre', primera entrega de aquella saga de películas distópicas encabezada por Jennifer Lawrence. Esta actriz protagonizó así una franquicia de cuatro películas cuyo éxito fue tal que supuso un empujón meteórico no solo para su carrera, sino para todas las historias fantásticas para adolescentes que tuvieran un remoto parecido.
Tras aquella primera entrega que viese la luz en 2012, vimos 'El corredor del laberinto' y 'Divergente' y 'The Giver' en 2014, películas fruto de una fiebre que se extendiese unos añitos más hasta aquel batacazo de 'La quinta ola' en 2016. Es decir, el fenómeno 'Los Juegos del Hambre' fue tal que afectó a toda la industria cinematográfica, no solo a la estrella de unos films que igual que la encumbraron hicieron que perdiese el control. Lo explica ahora la propia Lawrence en medio de un repaso a su carrera en el 'Screen Talk' del Festival de Cine de Londres (vía Variety), ocasión que ha aprovechado para sincerarse acerca del motivo por el que prefiere dejar atrás esos años.
"Creo que perdí la sensación de control. Entre el estreno de 'Los juegos del hambre' y ganar el Oscar [por 'El lado bueno de las cosas'], me convertí en un producto hasta el punto de sentir que cada paso que daba era fruto de una gran decisión grupal. Cuando reflexiono ahora, simplemente no puedo pensar en los años siguientes, [porque solo recuerdo que hubo] una pérdida de control".
Consejo para la nueva generación
El universo de 'Los Juegos del Hambre' está a punto de volver a la palestra de la mano de 'Los Juegos del Hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes', precuela encabezada por Rachel Zegler y Tom Blyth que contará la historia de orígenes del villano de la saga, Coriolanus Snow. Así una nueva generación se lanza a vivir la experiencia de dar vida a los protagonistas de una propuesta con el potencial de convertirse en algo muy notorio. Ante esto Lawrence recomienda que los jóvenes intérpretes se centren en divertirse, "no os preocupéis por nada más".