Tras el fallo de la sentencia en el caso de La Manada de la Audiencia Provincial de Navarra producido el 26 de abril, por el que se juzgaba a cinco hombres acusados de violación en grupo a una joven de 18 años durante las fiestas de San Fermín en 2016, que finalmente han sido condenados por un delito de abuso sexual pero no de violación, miles de mujeres se manifestaban en diferentes ciudades de España como consecuencia de la indignación y una sensación de desamparo judicial.
La ira de las mujeres en Madrid #LaManadaSomosNosotras #NoEsAbusoEsViolacion#NoEstasSola #JusticiaPatriarcal #LaManada pic.twitter.com/IC9WVfInJr
? Rebelión Feminista (@_RebFeminista) 26 de abril de 2018
Al mismo tiempo, las redes sociales se llenaban de mensajes de apoyo tanto de personas anónimas como de diferentes personalidades del cine y la televisión nacional, que hicieron uso de hashtags como #YoSíTeCreo, #NoEsNo o #LaManadaSomosNosotras. La prensa internacional también se hizo eco de las protestas generadas, y ahora es la actriz estadounidense Jessica Chastain quien condenaba a través de su cuenta de Twitter el fallo judicial.
5 strangers told an intoxicated teenager that they would walk her to her car. Instead they took her to another location where they filmed gang raping her. Being motionless with her eyes closed doesn't equate consent. That isn't sexual abuse. It's rape. https://t.co/rHmcsZHSH3
? Jessica Chastain (@jes_chastain) 26 de abril de 2018
"5 extraños le dijeron a una adolescente borracha que le acompañarían hasta su coche. En lugar de eso la llevaron a otro lugar donde el grupo la filmó mientras la violaban - narraba la actriz de 'La noche más oscura' a sus más de 700 mil seguidores - estar quieta y con los ojos cerrados no equivale a consentimiento. Eso no es abuso sexual. Es violación".
Una crítica a la justicia española
"Under Spanish law, the lesser offence of sexual abuse differs from rape in that it does not involve violence or intimidation." No intimidation? 5 strangers luring an intoxicated woman to an unknown location is incredibly scary & intimidating. How many women are killed each year?
? Jessica Chastain (@jes_chastain) 26 de abril de 2018
""Bajo la ley española, el delito menor de abuso sexual difiere de la violación en que no implica violencia o intimidación" ¿No hay intimidación? 5 extraños que llevan a una mujer hasta un lugar desconocido es increíblemente espantoso e intimidatorio. ¿Cuántas mujeres son asesinadas cada año?" La intérprete manifestaba de esta forma su indignación ante el caso, con unos mensajes que por el momento han alcanzado más de 9.000 retuits y 12.000 me gustas, además de gran cantidad de respuestas que le agradecían la difusión de lo que estaba ocurriendo en nuestro país.
10 mujeres que han impulsado el 'Girl Power' en las últimas décadas
San de 'La princesa Mononoke'
Ya es tradición en la filmografía de Hayao Miyazaki dar voz y protagonismo a mujeres que se tornan inolvidables. Ya sean brujas, reinas o amazonas; todas ellas tienden a convertirse en las principales precursoras del relato. En este sentido, 'La princesa Mononoke' nos regala una de las figuras femeninas más devastadoras y atrevidas del universo Ghibli. Hablamos de San, una joven salvaje criada entre lobos que lucha ferozmente por sus ideales. Su tremenda fortaleza y coraje la convierten en una mujer autosuficiente y luchadora que consigue lo que se propone dejando al margen a posibles "salvadores" masculinos.
Louise Sawyer y Thelma Dickinson en 'Thelma & Louise'
La combinación de una huida femenina en automóvil con un ambiente árido y desértico puede dar resultados tremendamente efectivos. Ya lo comprobamos en la espectacular 'Mad Max: Furia en la carretera'. Pero antes de que esta carrera futurista aterrizase en nuestras pantallas de cine, Ridley Scott ya realizó una prueba similar a principios de los noventa. Y Susan Sarandon y Geena Davis experimentaron en carne propia el precio a pagar por rebelarse contra un sistema machista abusivo en 'Thelma & Louise'.
Vianne Rocher en 'Chocolat'
'Chocolat' esconde una tierna y profunda reflexión sobre la liberación personal. Alejada del modelo convencional de mujer que circula por el rancio pueblo de Lansquenet, la protagonista de esta historia lucha contra viento y marea para lograr la aceptación del nuevo ecosistema en el que se instala. Porque Vianne Rocher (Juliette Binoche) tiene más bien pocas herramientas para ganarse la confianza de una aldea muy corta de miras: es forastera, madre soltera y tiene el objetivo de abrir una tienda.
Beatrix Kiddo en 'Kill Bill'
Mamba Negra es peleona, fuerte y podría arrancarle los ojos a cualquier rival con solo una mirada. Tiene alma de líder y por supuesto encaja muy bien dentro del universo Quentin Tarantino: es decidida, audaz y muy temperamental. Tal vez por ello su rostro termine empapado de sangre en más de una ocasión dentro de la saga 'Kill Bill'. Desde una óptica feminista, Beatrix Kiddo se aleja de los estereotipos más convencionales dentro del género para convertirse en una figura que desprende decisión, independencia y fortaleza.
Erin Brockovich-Ellis en 'Erin Brockovich'
Aunque la cinta dirigida por Steven Soderbergh no resista muy bien al paso del tiempo (a más de uno 'Erin Brockovich' siempre le pareció un telefilm sobrevalorado), tal vez presente uno de los personajes que más tenía que contar en el terreno del autoestima femenino y los obstáculos sociales a principios de siglo. Y es que a pesar de los tibios resultados obtenidos, la intención de la cinta era buena: componer un retrato de una mujer rompedora, firme, luchadora y desenvuelta. Lástima que un guión plagado de clichés y tópicos dificultase el trabajo de Julia Roberts.
Alice Abernathy en 'Resident Evil'
Tal vez uno de los grandes hallazgos de la cinta se encuentre en el hecho de que eleve el rol de la mujer dentro de una historia tradicionalmente asignada al hombre. Porque 'Resident Evil' opta por abandonar la testorena y deja a una valiente Milla Jovovich al frente de una pesadilla protagonizada por zombies desquiciados y emociones fuertes. Y al igual que ocurre con Trinity en 'Matrix' o Sarah Connor en 'Terminator', Alice Abernathy aparece como heroína a tener en cuenta.
Clarice Starling en 'El silencio de los corderos'
Jodie Foster compone uno de esos retratos que hielan la sangre y se ganan el cariño del público. Y la puesta en escena y la dirección de Jonathan Demme contribuyen a que empaticemos todavía más con un tímido personaje que debe abrirse hueco en un universo plagado de hombres. Pero que nadie se confunda porque esta agente del FBI demuestra estar a la altura de las circunstancias: la norteamericana cumple satisfactoriamente sus objetivos aguantando la feroz mirada de deseo de su insoportable entorno masculino. Un acoso que el espectador experimenta en carne propia (el punto de vista de la cinta corresponde a Clarice y por tanto más de un baboso habla a cámara).
María y su madre en 'Solas'
'Solas' de Benito Zambrano es una película que conmueve a todo aquel que se aproxima a ella. Utilizando como base el cine más social de Fernando León de Aranoa, el cineasta andaluz construye una postal familiar con dos personajes femeninos que deberán enfrentarse a un heteropatriarcado arraigado y doloroso. Y utilizando el vínculo sentimental que las une, María (Ana Fernández) y su madre (María Galiana) deberán salir adelante sorteando a los numerosos hombres que desean reprimirlas. Muy recomendable.
Jess y Jules en 'Quiero ser como Beckham'
'Quiero ser como Beckham' no solo nos presenta a una joven e inexperta Keira Knightley a principios de su carrera. El mensaje incluido en la cinta dirigida por Gurinder Chadha resultó inspirador para toda una generación de espectadores que se acercó al film pensando que en realidad trataba de fútbol. Pero a fin de cuentas se fueron a casa con la lección aprendida: no hay sueños y deseos que no merezcan una lucha contra el folclore y la tradición más injusta y represiva.
Cathy Whitaker en 'Lejos del cielo'
Todd Haynes, maestro absoluto del melodrama, volvió a demostrar sus habilidades para la psicología femenina allá por el 2002 con 'Lejos del cielo'. La cinta, que nos traslada a Connecticut en los años cincuenta, narra la historia de un ama de casa cuyos principios comienzan a desmoronarse al topar con una cruda realidad vinculada a su marido. Como retrato fantasmal, la película no tiene ningún tipo de desperdicio: Cathy Whitaker y sus numerosos esfuerzos por ganarse un hueco en una sociedad que no la comprende merecen un claro visionado.