Su primera temporada encandiló a crítica y público, y subió el nivel de lo que habíamos visto en 'Daredevil'. Además, Jessica Jones se convirtió en el personaje más destacable de 'The Defenders', por lo que esta segunda tanda era sumamente esperada. Pronto publicaremos nuestra crítica, ya que los medios hemos podido hincar el diente a los cinco primeros episodios.
Aunque habrá que esperar a marzo para tener una visión en conjunto, el inicio de la segunda temporada ha decepcionado a gran parte de la crítica. La mayoría valora la profundidad extra con la que se ha dotado a su personaje protagonista. "La segunda temporada dedica bastante tiempo en explorar quién es Jessica Jones, el traumático origen de sus poderes y cómo este daño ha afectado a su capacidad para relacionarse con los demás", escribe Kofi Outlak, de ComicBook. "Vale la pena, ya que la detective quizá esté tomando sus primeros pasos para convertirse por fin en toda una heroína". No solo el personaje de Jessica se ve potenciado por un mayor desarrollo, "personajes como Malcolm, Trish y Jerri Hogarth adquieren mayor dimensión, profunidad y trasfondo (...) Podría decirse que tiene los mejores secundarios de cualquier serie de Marvel Netflix", añade. "Estas historias de personajes secundarios evitan ser rellenos vacíos, cada una teje hilos que se relacionan directamente con la historia de Jessica". Pero a su vez, el crítico considera que el desarrollo de estos arcos supone el mayor problema de la temporada: la falta de ritmo. "El ascenso de la atmósfera sobre la narrativa también hace que la trama principal sea aburrida y tediosa. Es solo al final del capítulo 5 cuando algo parecido a un conflicto principal comienza a emerger".
El desarrollo de los secundarios es aplaudido también por otros medios. Para Liz Shannon, de Indiewire, en el caso de Trish (Rachael Taylor) "el rol más activo que asume es bienvenido". También destaca la trama con la que la creadora, Melissa Rosenberg, ha querido dotar a Jeri (Carrie-Anne Moss) "haciendo frente a un problema médico completamente desconectado de la historia principal, trae al personaje a un primer plano de una manera que nos deja con ganas de más". Sin embargo, estas subtramas hacen que la serie no tome una dirección clara ni cuente con una trama principal fuerte, lo que le sirve a Shannon para afirmar que "la temporada padece de lo que podemos denominar oficialmente como "Marvelitis", una condición que afecta al paciente con narraciones prolongadas y temporadas de televisión que no son más que tres episodios estirados". Sin embargo, también reconoce que "todo lo que nos llegó a gustar del personaje permanece sin cambios".
El crítico de Polygon, David Giesbrecht, remarca el sentimiento generalizado de aburrimiento. "Espero fervientemente que haya algo en los últimos episodios para compensar lo lentos que son los cinco primeros". Aunque matiza diciendo que "el quinto episodio muestra un poco de mejora al darle finalmente al villano el tiempo y el espacio necesarios para asustar adecuadamente al mundo".
El villano hace que echemos de menos a Killgrave
Parece ser que la falta de un antagonista claro es otro de los principales lastres de una segunda temporada que echa de menos al Killgrave brillantemente interpretado por David Tennant. "Evitar que Killgrave abusara de ella el resto de su vida fue mucho más grande y más aterrador que los objetivos personales de Jessica". En ComicBook también inciden en la carencia de un villano a la altura del personaje al que da vida Krysten Ritter. "El Killgrave de David Tennant sigue siendo uno de los mejores villanos del Universo Cinematográfico Marvel que hayamos tenido, desde la fabulosa interpretación del actor, hasta la forma en que usó sus poderes para crear sorpresas de terror/thriller que hacían que te mantuvieras al borde del asiento".
En Forbes han sido más benévolos con la serie. Para Merrill Barr, explorar el pasado de Jessica es algo "entretenido" y la serie "se está convirtiendo en un sólido viaje que dejará al público con ganas de más". Habrá que esperar al 8 de marzo para poder devorar la temporada al completo y ver qué es lo que más peso tiene en la balanza. Esperamos que los ocho episodios restantes sean tiempo suficiente para corregir los errores que, según la crítica, están presentes en el primer tramo de la temporada. Sería una pena que el brillo de su primera temporada solo fuera un espejismo debido a su magnífico villano.
Las seis cosas que más nos han gustado de 'The Defenders' y la que no
La duración
Ese es el mayor problema de este universo de series, las trece horas de televisión de las que disponen se se les suelen quedar grandes, resulta curioso que una plataforma como Netflix, que no está sujeta a grandes restricciones formales, caiga una y otra vez en el mismo patrón. Es difícil de creer que las historias de personajes tan dispares siempre consigan durar el mismo número de minutos, y es que es imposible. Por eso, que 'The Defenders' conste de ocho capítulos que equivalen a una semana en el tiempo de los personajes es un gran acierto, con todo, el primer episodio consiste en un prólogo donde parece que vamos a caer en los mismos vicios que la segunda temporada de Daredevil con el infame diálogo de cuarenta minutos con The Punisher, pero no. El miedo es transitorio, y a partir del segundo episodio la cantidad y calidad de las cosas que pasan alcanzan un gran nivel.
Los secundarios
La condensación de tramas también nos ha hecho un favor en este sentido. Los guiones alargados dan lugar a tramas secundarias imposibles. Y además, en muchos casos, a personajes tremendamente antipáticos con los que es difícil tener empatía (vecinos de Jessica Jones, os estoy mirando a vosotros). Además, los personajes más antiguos, Matt y Luke, por ejemplo, repiten un esquema de cómic antiguo en cuanto a los personajes que les acompañan, la novia y el amigo, que chirrían en un mundo hiperrealista y moderno como el que quieren retratar. Pero esto en 'The Defenders' no pasa, aparecen sólo los secundarios más importantes y produce mucha satisfacción verles interactuar. En el caso de las secundarias más importantes como Claire y Coleen su papel es muy pertinente y aportan muchísimo a la trama hasta el clímax, y es que estas dos chicas, junto a Misty, nunca han sobrado.
El 'Fan-Service'
Este concepto está un poco denostado últimamente, pero aquí lo usamos con toda la positividad del mundo, los fans de las series y los cómics querían ver a sus héroes juntándose en pantalla y ver como se relacionaban. Y no han defraudado. Jessica y Matt han tenido una relación eléctrica, Luke y Danny han construido en pocos capítulos un compañerismo que recuerda mucho a la amistad legendaria que tienen en los cómics, sus diálogos son maravillosos, y nos dejan con ganas de más. Los crossover se hacen para eso, para ver interactuar a personajes muy distintos entre sí y crear nuevos universos compartidos, aquí lo han conseguido con creces. El equilibrio entre las series principales y el cross-over es muy delicado, tienen que crear una serie nueva y a la vez respetar y hacer avanzar las series que la componen. Aquí se ha logrado.
Jessica Jones
Es una de las estrellas de la función, por muchos y justificados motivos. Jessica es el único personaje no creado en los años 60, y eso se nota. Allí donde Luke, Danny y Matt tienen que hacer malabarismos para mantener su esencia e integrarla en un mundo moderno y realista, Jessica navega libre y feliz. Bueno, a lo mejor 'feliz' no es la mejor palabra para describirla, pero su personaje funciona perfectamente. Sin historias de monjes inmortales, sin sentidos hiper-aumentados, sin experimentos en la cárcel. Hasta su estilo de lucha se está convirtiendo en una marca de la casa tan importante como sus tremendos 'one-liners'. Jessica pelea como lo que haríamos cualquiera de nosotros si de repente adquiriéramos super-fuerza. Empujaríamos a cosas y a gente hasta que no se levantaran más. Sin sutilezas. Un elemento de los cómics que habíamos echado en falta en las series es cuando Jessica funciona en oposición a los super-héroes más fantásticos, y aquí lo vemos de manera brillante. Esta aparición de Jessica ha servido para que aumente exponencialmente las ganas que tenemos de ver su segunda temporada, que se espera para el próximo invierno.
La Mano tiene sentido (por fin)
La Mano es una organización criminal de ninjas sobrenaturales que han servido como enemigo de múltiples héroes en los cómics Marvel. Su líderes y objetivos han cambiado ligeramente para cada ocasión, adaptándose a cada caso. Pero siempre han sido útiles como comodín, en especial porque al ser casi-zombies los héroes con impulsos más sanguinarios como Lobezno, podían dar rienda suelta a su furia más sanguinaria. La Mano lleva asomando su malvada cabeza desde el final de la primera temporada de Daredevil, aunque las apariciones de estos niñas han sido extrañas, desordenadas y sin un objetivo claro. Pero esto por fin ha cambiado, las incongruencias en sus supuestos planes, ahora raptando a héroes, ahora intentando matarles, ahora dejándoles marchar, ahora raptando a Elektra adquieren forma y sentido en esta mini-serie. Y es en gran parte gracias a Sigourney Weaver, ejerciendo las labores de malvada absoluta y dando sentido a la organización y a sus planes. Incluso han dado sentido al personaje de Stick (Scott Glenn) del que por fin hemos conocido su agenda secreta. Nos ha proporcionado además, una decente anti-heroína encarnada en Elektra (Élodie Yung), con una presencia muy amenazante y una historia de amor trágica, Acaba la serie con una organización cancelada, pero hay alguna que otra miembro que cual cucaracha acaba en paradero desconocido.
Las peleas
Finn Jones, ante la pregunta de si la calidad de las peleas de su personaje había aumentado en la mini-serie respecto a Iron Fist, dijo que él no ha notado cambio en la calidad, pero sí desliza que el equipo de especialistas y el cámara han cambiado, y eso se nota, vaya que sí se nota. La supuesta habilidad del Puño de Hierro Inmortal comienza a verse representada. Las secuencias de acción siempre han sido muy importantes para Daredevil, y aquí han alcanzado las expectativas, incluso la combinación con dos personajes tan poco delicados peleando como Jessica Luke ha aportado, no ha restado, y hemos tenido no una si no varias escenas a la altura de la famosa 'Pelea del Pasillo' de la primera temporada de Daredevil.
Lo que sigue sin funcionar, Iron Fist
Esto sigue sin funcionar, aunque muestre signos de mejoría. Jessica, Matt y Luke han conseguido ser personajes redondos, capaces de llevar una serie plagada de defectos y zonas oscuras y salir más o menos airosos, además, su combinación hace que brillen aún más. Pero no es el caso de Danny Rand, el excesivo realismo de estas series nunca le ha sentado muy bien al personaje. Los orígenes místicos de Danny, de la ciudad perdida de Ku'Lun y los dragones han necesitado de una mini-serie como ésta para adquirir cierto peso. Es el problema de los personajes creados hace tanto tiempo, hay que hacer muchos saltos de fe, y hasta el final de esta serie no se han empezado a hacer. Pero mientras tanto hemos tenido al peor personaje con diferencia de los cuatro ejerciendo un papel clave en la trama, y eso pesa en el resultado final. Al universo Malflix le falta aún abrazar aspectos del genero super-heroico que están obviando deliberadamente. En personajes como Jessica, Luke y en menos medida Matt pueden permitírselo, los personajes tienen espacio para crecer en ámbitos más realistas. Pero no es el caso de El Puño de Hierro Inmortal, Héroe de la Ciudad Perdida de Ku'lun. La elección del actor y cómo está escrito el personaje tampoco ayudan, la solemnidad y la inconsciencia del personaje, en manos del actor acaban siendo simplemente diferentes grados de persona irritante. La gran suerte que tiene Iron Fist es contar con una de las mejores y más desaprovechadas secundarias, Colleen Wing, que hacia el final de la mini-serie finalmente tiene algo del espacio que se merece.