El mundo del cine está repleto de colaboraciones (amistades, hermanos, matrimonios...) que, para alegría de muchos cinéfilos y seguidores, se han traducido en la producción de innumerables proyectos audiovisuales cuyo atractivo (independientemente, hasta cierto punto, de la calidad y el resultado final del producto) reside en disfrutar de los elementos (estética, narración, forma...) que caracterizan y hacen tan especial a la unión de sus miembros. Es por ello que la simple mención de nombres como: Wes Anderson y Bill Murray ('El Gran Hotel Budapest', 'Isla de perros'...), Pedro Almodóvar y Penélope Cruz ('Todo sobre mi madre', 'Volver'...), Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio ('Gangs of New York', 'Shutter Island'...), David Fincher y Brad Pitt ('Seven', 'El club de la lucha'...) o Quentin Tarantino y Samuel L. Jackson ('Pulp Fiction', 'Los odiosos ocho'...), es reclamo más que suficiente para atraer al público a las salas.
Y precisamente en esta extensa lista de colaboraciones es donde encontramos una de las alianzas más fructíferas, a la par que curiosa, del séptimo arte. Nos referimos por supuesto a la inquebrantable amistad del polifacético Johnny Depp ('Piratas del Caribe') y el legendario Tim Burton ('Bitelchus'), cuya relación laboral nos ha regalado, en las últimas tres décadas, casi una decena de títulos impregnados con la estética tétrica y bizarra que caracterizan al director y las actuaciones excéntricas y alocadas del (en los últimos años) polémico actor. Y es que a pesar de toda la polémica desatada entorno a su relación con Amber Heard ('Aquaman'), en la que ambos han cruzado acusaciones de todo tipo (malos tratos, difamación, abuso de drogas y alcohol...), Depp siempre ha contado con el apoyo del cineasta y la exmujer de éste, la actriz Helena Bonham-Carter.
A su vez, esta unión, que hace algunos años las redes sociales reflejaron a la perfección en un chiste recurrente (cuyo ejemplo os dejamos abajo) que señalaba la excentricidad y locura que surge cuando ambos deciden realizar un proyecto, les ha permitido desarrollar su faceta artística con total libertad. De hecho, en más de una ocasión, tanto Depp como Burton, han señalado lo gratificante y desafiante que es trabajar juntos. Pues si algo queda claro al ver sus películas es que existe una retroalimentación artística que les ha permitido explorar y transformar clásicos de Disney ('Alicia en el País de las Maravillas'), leyendas urbanas ('Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet') o incluso joyas del cine ('Charlie y la fábrica de chocolate') en algo fuera de lo convencional.
?Señor Burton, el señor Depp está en la puerta.
? SPIDER (@SpiderMeeme) August 22, 2015
?¿Otra vez? ¿De qué va disfrazado?
?De perro salchicha.
?Abre, ya se nos ocurrirá algo.
Por ello, y para celebrar las dos décadas transcurridas desde el estreno en España de 'Sleepy Hollow' (la cinta de terror de 1999 basada en el relato corto escrito por Washington Irving, con la que un servidor conoció y se enamoró de los dos artistas), realizamos un repaso, de la peor a la mejor, de las ocho películas surgidas del tándem Depp-Burton.
Las películas de Tim Burton y Johnny Depp de peor a mejor
Sombras Tenebrosas
Arrancamos este repaso con 'Sombras tenebrosas', la película que tiene el deshonroso privilegio de ser la más floja y anodina de todas las colaboraciones surgidas del tándem Deep-Burton. Estrenada en 2012, y basada en la serie homónima de tintes góticos que la cadena ABC transmitió de 1966 hasta 1971, la cinta, que intenta de alguna forma adentrarse en el mundo de los vampiros, brujas y demás criaturas tenebrosas, falla a la hora adaptar el espíritu y la esencia que hicieron tan popular a la telenovela original. Pues en una decisión que muchos de nosotros aun no nos explicamos, el director y sus guionistas (John August y Seth Grahame-Smith) pensaron que era una buena idea introducir toques de comedia en lo que se suponía debía ser un drama sobrenatural.
El resultado fue una película irregular en la que Burton, dependiendo de la escena, intenta hacer una comedia o una película de terror. Si a esto le sumas un reparto en el que Depp hace una especie de popurrí de sus actuaciones más icónicas y el resto de actores (entre los que encontramos a Chloë Grace Moretz, Eva Green, Helena Bonham-Carter o Michelle Pfeiffer) simplemente están por estar, consigues un producto que en el mejor de los casos sirve para entretenerte un rato.
Alicia en el país de las Maravillas
El extraño, a la vez que fantástico, mundo que Lewis Carroll creó con sus novelas parecía el terreno perfecto para que un director como Tim Burton (conocido por su particular estilo artístico) diera rienda suelta a su creatividad a la hora de llevar a la pantalla grande el remake de 'Alicia en el País de las Maravillas' que Disney estaba empeñado en producir. Por desgracia (como ya pasara con su versión de 'El planeta de los simios'), aunque el director intentó compensar un guion inconsistente e impuesto por el estudio con un potente apartado visual, el descarado abuso del CGI hizo que fuera imposible (en muchos tramos) disfrutar de sus sobrecargadas e irreales escenas, que más que "el país de las maravillas" parecen un planeta alienígena sacado de las precuelas de 'Star Wars'.
Por suerte para Deep, una de las principales cualidades de El Sombrerero (personaje al que encarna en esta cinta) es su locura excéntrica y sobre exagerada, por lo que el actor no tuvo que esforzarse. demasiado para bordar el papel. De hecho, la escena del té es una de las más memorables de la película. Y es que a pesar de sus fallos la cinta se convirtió en el primer proyecto del director en sobrepasar la ansiada barrera de los mil millones de dólares. Quien sabe que si la gran aportación de Danny Elfman en la banda sonora (sobre todo con el tema de Alice) no tuvo algo que ver en ello.
Charlie y la fábrica de chocolate
Muchos de nosotros le tenemos un gran cariño al remake de 'Charlie y la fábrica de chocolate', en gran parte por su colorida estética y sus canciones pegadizas (compuestas, una vez más, por el inigualable Danny Elfman). Sin embargo, más allá del carrusel de colores en el que se transforma la visita a la fábrica de Willy Wonka y del excéntrico (a la par que curioso) aspecto con el que está caracterizado Johnny Depp, el gran atractivo de esta cinta, que en su momento se convirtió en el punto de no retorno de la filmografía de Burton, reside en la crítica que hace el director a la falta de escrúpulos con la que Hollywood maneja su maquinaria comercial.
Siendo el personaje de Wonka (Depp) la personificación de la industria que, con tal de alcanzar su objetivo, no tiene ningún reparo en contaminar las ilusiones y sueños de Charlie (cualquier artista que intente abrirse paso en Hollywood) con un lujo y fama que esconden o enmascaran los sacrificios (ejemplificado con la "eliminación" de los cuatro niños que también obtuvieron el billete dorado) que han de hacerse para alcanzar dicha meta. Todo ello rematado con un público, representado por los Oompa Loompas, que solo disfruta del espectáculo sin cuestionarse lo que hay detrás de él.
Sleepy Hollow
Nos topamos con la película "responsable" de la redacción de este especial. Una cinta en la que Burton, a diferencia de 'Sombras tenebrosas', si sabe aprovechar la estética tétrica y oscura que le caracteriza para sacar todo el potencial al mundo de terror y criaturas sobrenaturales (brujas, jinetes sin cabeza, etc) en el que se desarrolla la historia. El éxito de esta adaptación/reinterpretación del cuento clásico de Washington Irving reside en la inteligente decisión de sus responsables de actualizar el relato (para hacerlo más atractivo para el público juvenil) cogiendo como base sus elementos más importantes (su protagonista, Ichabod Crane, y el espectro que lo persigue, el jinete sin cabeza) y trasladándose al terreno del terror.
Pues para quien no lo sepa en la historia original, todo el tema del jinete era en realidad una especie de broma pesada/venganza de un miembro del pueblo contra Crane.
Esta película, dejando de lado la icónica 'Eduardo Manostijeras', es el ejemplo perfecto del particular estilo con el que Burton sella sus trabajos. Una mezcla de terror gótico y excéntrico repleto de personajes raros e imperfectos que provocan cierta incomodidad, pero de los cuales no puedes apartar la mirada. Por su parte, la actuación de Johnny Depp nos permite ver en 'Sleepy Hollow' algo que pocas veces (por no decir ninguna) hemos podido apreciar en los proyectos del director, al héroe alterando su condición de bicho raro y sobreponiéndose a su trauma.
La novia cadáver
En el ecuador de este especial nos encontramos con 'La novia cadáver', una cinta de animación (género en el que el director ya ha demostrado sentirse muy cómodo a la hora de desarrollar su potencial) que, además de recoger el espíritu dejado por 'Pesadilla antes de Navidad' (Henry Selick), nos permite entender la particular forma en la que Burton ve el mundo (la compleja dualidad que existe entre luz y oscuridad o el concepto de sentirse atrapado entre dos mundos irreconciliables). Con la ayuda de Danny Elfman (que se merece los mismos halagos que Depp y Burton), el director demuestra, a través de esta historia de dos inadaptados que buscan el amor y la aceptación, lo que su genialidad artística puede ofrecer cuando se implica en una historia que realmente quiere contar.
De la misma forma hay que aplaudir el trabajo que realiza todo el elenco (compuesto por Johnny Depp, Emily Watson, Helena Bonham-Carter y Christopher Lee) a la hora de doblar a sus respectivos personajes. Pues si la técnica de Stop Motion, con la que se grabó la cinta, le otorga ese aire tétrico y melancólico (que atrapa a niños y adultos), los actores son los encargados de insuflar vida a ese mundo. Pues sin ir más lejos, Depp consigue dotar, únicamente con su voz, a Victor Van Dort (su personaje) de una complejidad a la que muchos otros actores de carne y hueso solo pueden aspirar.
Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle fleet
A lo largo de sus respectivas colaboraciones, tanto Burton como Depp, se han atrevido a meterle mano a cuentos clásicos, joyas de Disney o telenovelas famosas, por lo que un musical londinense, inspirado a su vez en una leyenda urbana del país británico, parecía la frontera más lógica a la que ambos podían aspirar. Y es que a pesar de que la dirección de la cinta demuestra, o deja ver, que el género musical no es el fuerte de Burton (hay momentos en los que el movimiento de la cámara llega a ser confuso y mareante), la estética y recreación del Londres más oscuro de la época victoriana y la decisión de convertir la historia en un baño de sangre (que nada tiene que envidar al género gore) hacen de esta cinta un producto único y raro en su filmografía.
Por otro lado, las actuaciones de Helena Bonham-Carter, el difunto Alan Rickman y sobre todo de Johnny Depp son como mínimo extraordinarias, pues sus voces se complementan a la perfección. En el caso de Depp a medida que avanza la película uno puede sentir como la ira de su personaje, alimentada por sus deseos de venganza, va cocinándose a fuego lento hasta que termina por explotar de la manera más sangrienta posible. Y es que el intérprete, que se ganó una nominación a los Oscar por este papel, consigue de manera consciente que sea imposible empatizar con el barbero de la calle fleet (algo perfectamente lógico pues encarna a un despiadado asesino en serie que solo busca saciar su sed de venganza), haciendo que su presencia en pantalla produzca una gran incomodidad.
Un elemento que en cualquier otra cinta sería un gran punto negativo, pero que en 'Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet' no hace más que sumarle atractivo a la propuesta que el director busca ofrecer.
Ed Wood
Llegando casi al final de este repaso a la filmografía nacida de la colaboración de estos dos grandes artistas, nos encontramos con otra cinta que retrata a la perfección el amor de Burton por los personajes humanos e imperfectos. Este biopic de tintes cómicos centrado en los primeros años de la carrera como director de Edward Davis Wood, Jr, cineasta de culto conocido por el carácter bizarro de sus producciones, es a su vez una carta de amor al cine, concretamente al cine de terror y ciencia ficción de serie B. Que narra la pasión y los esfuerzos de Wood por convertirse en director a pesar de carecer del talento para ello. Una mezcla de reivindicación del paria o inadaptado dentro de la sociedad y un homenaje al (buen) mal cine rodado en blanco y negro para respetar al máximo la autenticidad de la experiencia que pretende ofrecer.
En ella tenemos la suerte de ver de ver una de las mejores y más entrañables actuaciones de Depp, que consigue dotar de sentimiento y humanidad a un personaje conocido por ser un mal actor y director. Trabajo que le valió una nominación a los Globo de Oro como mejor actor. Acompañando al interprete encontramos nombres de la talla de Sarah Jessica Parker, Martin Landau, Patricia Arquette, Bill Murray o Jeffrey Jones. Y es que de no ser por la siguiente cinta 'Ed Wood' podría ser el mejor producto que nació del trabajo conjunto del tándem Depp-Burton
Eduardo Manostijeras
A finales de los 80, mientras disfrutaba del éxito que su adaptación de 'Batman' le había proporcionado, Tim Burton decidió rescatar el boceto de un personaje que había creado en su adolescencia y en el que plasmó sus sentimientos de frustración ante su incapacidad de relacionarse socialmente con la gente de su barrio. Este boceto de un chico delgado con el pelo alborotado y con cuchillos en vez de manos fue el precursor de 'Eduardo Manostijeras', la ópera prima que reuniría al director y a Johnny Depp. La cinta, una joya cinematográfica de la cultura popular, que explora (entre muchas otras cosas) el desprecio que puede llegar a tener el ser humano y la sociedad por aquellos individuos diferentes o inadaptados, tiene un elemento básico e imprescindible del que muchas cintas de la industria carecen, no importa lo pulido y espectacular que esté su apartado técnico y visual. Nos referimos por supuesto a un alma propia.
Elemento que le confiere a este trágico cuento de hadas, el honor de ser la mejor colaboración que ambos artistas han realizado en estos 30 años de relación. Relación que irónicamente podría nunca haber llegado a suceder si Burton no hubiera dado una oportunidad a Depp, que en aquella época aún arrastraba su fama de "estrella juvenil". Por suerte, la profesionalidad del actor que no solo entregó un actuación llena de matices que transmitía la soledad e inocencia de su personaje que creció apartado de la sociedad, sino que jamás se quejó de la laboriosa caracterización que llevaba, le sirvieron para ganarse el respeto de Burton. Si a todo ello le sumas a una jovencisima y potente Winona Ryder, que es capaz de hacerle la dupla a Depp, tienes los ingredientes perfectos para hacer de ella una joya imprescindible para cualquier amante del cine.